30.04.17 Con el pretexto de hacer algunos trabajos de reparación en la
siniestrada lanchita de aluminio (hoy le arreglé el golpe del espejo, restituí
el soporte para el motor y habilité el Suzuki de 6 hp), fui al náutico (contra
mi costumbre pues además de ser domingo, está en proceso un torneo infantil de
pesca y hay “exceso” de pescadores deportivos) y para aprovechar el viaje, metí
la embarcación Mi Última con la finalidad de dar un corto paseo por los sitios
donde con marea baja, puedo utilizar los señuelos Bomber que son infalibles
para los animales que tienen su hábitat muy próximo al fondo de la masa de
agua. Se prendieron “n” cochis, cabrillas areneras y una negra, corvina (al
subirla y por no utilizar la red, se soltó) y los infalibles coconacos (hoy
solo atrapé 3; no me traje ninguno por no saber que tanto me tardaría en
realizar los trabajos programados y porque además, me dio flojera escamarlos y
eviscerarlos), por lo que la bitácora de abril, queda cerrada en excelentes
términos.
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