30.01.23 Ante los buenos resultados de ayer, hoy regresamos al cerro con el Abe nieto, otro fanático de la pesca que de primera intención y como al principio los peces estaban letárgicos por el frío, quería tirarse calvados en el Farallón, como lo hizo su tío Alfredo (con el agua a 17°C), en la jornada previa; obviamente me opuse a este descabellado plan y con el Señor de mi lado, después de trayectos reiterativos, encontramos de nueva cuenta el cardumen de bonitas (“solamente” se prendían 2 al mismo tiempo) y también a los jureles que se interesaron por los señuelos que pusimos en el agua. Igual que ayer, tuvimos la dicha de disfrutar del espectáculo de las ballenas (contamos hasta 7 de ellas), que con sus cabriolas en el aire, generaron un espectáculo maravilloso e inolvidable en este cierre de bitácora del primer mes del año. 

29.01.23 Además del Señor que siempre está conmigo, hoy realicé una interesante jornada en los alrededores del Farallón en compañía de mis hijos Abelardo y Alfredo; hacía mucho frio pero la mar estaba calma y lo mejor de todo es que nos encontramos un cardumen de bonitas (se prendían hasta 4 al mismo tiempo), que rápidamente agotaron mis vetustas fuerzas y pusieron a prueba la condición física de los vástagos. Por si fuera poca la actividad frenética que generaron las bonitas, la mañana se complementó con el avistamiento de ballenas que nos dieron un magnífico espectáculo con sus brincos y piruetas en el aire.

27.01.2 Una “mañanera” (6:30 a 8h), tremendamente fría (la superficie del agua a 15°C), en la que para variar, hubo uno esos acontecimiento insólitos que hacen adictivas a las jornadas de pesca; resulta que después de estar atrapando y regresando peces lagartija (actividad que me hizo entrar en calor), un enorme y vigoroso pelícano se lio con el monofilamente de uno de los señuelos y como de primera intención no me di cuenta, me generó un impacto adrenalóico indescriptible ya que la cañita casi se quiebra y el carrete no dejaba de chirriar. Afortunadamente (gracias a la benevolencia del Señor), ni yo ni el pelícano (aunque batallé; más que nunca me felicité de usar los anzuelos simples), resultamos heridos pero este incidente marcó mi retirada del frío escenario marino.

21.01.23 Una corta (6:45 a 8h), “mañanera” en la que hubo además de mucho frío, intensa acción (gracias a la infinita benevolencia del Señor), por parte de los peces (pargos sarteneros, cabrillas, bichis, peces lagartija y hasta barracudas), que embistieron a los señuelos que puse en el agua; esta actividad menguó las pocas fuerzas que había acumulado después de la épica zarandeada que nos dio el mar el domingo próximo pasado y por lo tanto, me cansé muy pronto y además, en cuanto dejó de subir la marea, los peces se retiraron tal vez a lugares más profundos.

15.01.23 Tremenda bañada la que nos dio la marejada de este día (fueron los Abe’s mis compañeros de “tortura), en los alrededores del Farallón; el pronóstico decía exactamente lo contrario pero la neblina enfrió el aire de tierra y lo dirigió al mar para sustituir la masa que estaba sobre el océano, mas caliente y propensa a subir por convección. El caso es que fue una jornada para olvidar pero aún así, el Señor nos compensó con la captura de muchas bonitas (se prendían hasta 3 al mismo tiempo; perdimos varias por los bandazos que daba la Pa’ntonces en el mar picado), además del avistamiento de un cachalote que con sus piruetas en el aire, nos dejó atónitos y maravillados. 

07.01.23 Con una neblina intensa, hoy realicé una “mañanera” (6:45 a 8h), en la que me encontré (gracias a la benevolencia del Señor), a los pargos sarteneros (también hubo bichis y peces lagartija), además de un ambiente tenso en las proximidades de las instalaciones de los marinos (fui “invitado” a alejarme de la infraestructura militar), debido tal vez a los últimos acontecimientos desarrollados en el estado, originados por la captura de un maleante de alto perfil. En esta segunda jornada del año, los peces no estaban muy activos (seguramente por la luna que brilló intensamente durante toda la noche) y por la humedad que había en el ambiente, decidí mejor abandonar mi querencia.

02.01.23 Primera “mañanera” (6:45 a 7:45h; me retiré de la "querencia" cuando comenzó a bajar el agua y la basura antropogénica se evidenció de manera abundante), de “san lunes” en este nuevo año que al menos por el interés que mostraron los peces (pargos sarteneros, bichis, roncachos, peces lagartija), por los señuelos que puse en el agua, tiene (por supuesto, con la benevolencia del Señor), una tendencia positiva. El simple hecho de que hayamos llegado al 2023, sin lesiones físicas y/o impertinencias mentales, es relevante para este “joven” de la tercera (¿o cuarta?), edad.