28.12.20 Último “san lunes” del año, con una mini jornada (6:30 a 8:30h), en la que hubo corvinas (me traje solo 2 para beneplácito de mis vecinos), bichis (son infalibles) y peces lagartija; el agua muy fría (16.5°C), con muchas algas verdes (frecuentemente se “ensuciaban” los señuelos) y el ambiente muy nebuloso, húmedo. Como hay vacaciones, había varios pescadores deportivos por lo que no anduve solo como en otras ocasiones; además, tuve un problema con la GoPro Hero5 (usé mi vetusta Canon para la foto), el cual espero poder solucionar durante el transcurso del día ya que “debo” terminar el año de buena forma: navegando y pescando.

22.12.20 Aunque un poco cansado, hoy visualicé (a las 4AM), que podían estar bien las condiciones para dar una vuelta a la bahía en la embarcación Mi Última (lo que no pude detectar fue una intensa neblina que mojaba todo y que se mantuvo toda la mañana), aunque para ello tuve que esperar al tractorista del náutico que entra hasta las 7AM; fue una jornada de 3 horas y con tan buena suerte (gracias, Señor), que todos los peces estaban en el mismo sitio donde los encontré ayer. Hubo pargos, corvinas, cochis, bichis, cabrillas y aunque hoy (tal vez porque entré “tarde” a agua), no encontré las barracudas, si había en cambio muchos peces lagartija; obviamente, terminé cansadísimo y me prometí descansar al menos los próximos 5 días.

21.12.20 “Mañanera” (6:30 a 8:30h), de “san lunes” en la embarcación Piñitas y en la que hubo una gran variedad de especies representantes del necton habitual de la bahía de Topolobampo; ello, a pesar de la baja temperatura del agua (17.5°C cuando puse los señuelos Storm; el ambiente estaba a 12°C), pues se prendieron bichis, cochis, cabrillas, barracudas, pargos y corvinas. El agua estaba más o menos limpia y solo la “nata” de tamo de maíz, generado en la carga de barcos mercantes, evidenciaba la reprobable actitud antropogénica que ha sido la constante en nuestra reiterada agresión a la naturaleza; obviamente, llegará el día que tengamos que pagar la factura.

18.12.20 Una jornada (120km, 6h y alrededor de 90 litros de gasolina; esto significa un rendimiento del orden de los 1.33 km/L o un excelente 3.13 millas por galón para los anglofílicos), en solitario, a bordo de la embarcación Pa’ntonces en la que hubo mucho frío (el ambiente a 14°C; el agua a 18°C), aunque lo bueno fue que el pronóstico del internet estuvo acertado y casi no había viento ni olas; como todo parecía “perfecto”, de primera intención se me prendieron 2 barriletes pero los liberé sin tomar fotos. Ese fue mi error porque de “ahí pal real”, no picó nada y si en cambio, los pájaros me hicieron la “trastada” de “bautizarme” en varias ocasiones con sus excrementos; o sea que además de que no saqué nada que valiera la pena (iba por bonitas y por supuesto, dorados), los pájaros (tal vez por encargo del Señor), se encargaron de recordarme que no todo es miel y hojuelas. Finalmente y ya de regreso, cerca de la boya de recale visualicé un cachalote que con toda displicencia disfrutaba de las gélidas aguas.

15.12.20 Hoy y por razones obvias (cansancio típico de viejo), no fui al mar y me puse a trabajar en el jardín con tan buena suerte (gracias a la benevolencia del Señor), que me encontré con este “sujeto” (iguana verde, Iguana iguana en su nomenclatura científica), en uno de los árboles de mango; estaba comiendo los brotos de las hojas, sin mayores preocupaciones (tal vez por su gran tamaño ya que era macho, medía más de 1.50m y pesaba alrededor de los 4kg) y solo me “bufó” (es su defensa), cuando lo tomé y regresé a un sitio donde no la pudieran alcanzar los perros. Espero que llegue a una tranquila vejez tal como yo lo estoy haciendo y cumpla los 15 años que dicen puede llegar a vivir.

14.12.20 Jornada (7 a 8:30h), de “san lunes” (en la embarcación Mi Última), en la que hubo pargos sarteneros (todos fueron regresados a su hábitat sin mayores daños) y muchos, muchos bichis; fui fundamentalmente a llevar gasolina y aproveché para navegar un rato por la escollera de la API y en las estribaciones de San Carlos, donde me encontré al Ing. Mena quién logró muy buenas piezas (en los mismos sitios donde yo andaba), ya que me mostró una enorme corvina que capturó por lo que con ello, se reafirma mi inveterado concepto de que la pesca es suerte en más del 90%.

11.12.20 Una fría “mañanera” (6:15 a 8h), en la que el Señor se encargó de recordarme (mediante el dolor de huesos; principalmente en las articulaciones de las muñecas), lo vetusto que estoy; sin embargo y con cada chirriar de los carretitos (hubo pargos y muchos, muchos peces lagartija), se me olvidaba completamente cualquier malestar físico e inclusive, los 71 años que cargo a cuestas. Todo ello a pesar de que la mini jornada no comenzó nada bien ya que (también atribuible a la vejez), se me olvidó ponerle el tapón a la Piñitas y la primera parte del recorrido, lo tuve que emplear en sacar el agua con el achicador.  

08.12.20 Otra excelente jornada en solitario (recalco que me da mucha confianza el hecho de que el Ing. Mena que por cierto tuvo una formidable pesca este día ya que atrapó bonitas, un medregal, coconaco, sierras y un marlín rayado, vaya también en su lancha), en los alrededores del Farallón ya que hubo muchos barriletes (los más), bonitas, dorados (se me prendió una pareja; subí el macho y dejé ir a la hembra) y hasta un buen marlín que estuvo colgado del señuelo Williamson por un buen rato, hasta que se auto liberó. Gracias a la benevolencia del Señor y aparte de las piezas capturadas, tuve increíbles avistamientos de cachalotes (de hecho, el marlín se prendió cuando pasé a un lado de estos formidables mamíferos), delfines y peces voladores.

04.12.20 Una “mañanera” (6:15 a 8:15h), fría (cuando salí del ejido, la temperatura ambiente estaba a 9°C; en Topo, el agua a 19°C), en la que otra vez confirmé que “los cachitos de suerte se reparten temprano” ya que aún sin aclarar el día y gracias a la benevolencia del Señor, las barracudas estaban ansiosas por embestir los señuelos Storm; luego fueron las corvinas y finalmente (en el inter se prendieron muchos bichis), las sierras. Con esta mini jornada se abre la bitácora de Diciembre, mes que también es muy bueno para la navegación y la pesca por lo que estaremos “cazando” un buen tiempo en el pronóstico para buscar atunes y dorados en el Farallón.

30.11.20 “Mañanera” (7 a 9h; en la embarcación Mi Última), de “san lunes” (hizo mucho frío, el agua a 20°C y un viento gélido que no estaba pronosticado), en el que con la benevolencia del Señor, hubo cochis, bichis, cabrillas y a la pléyade de especies, en esta ocasión se unieron las sierras y las barracudas (no soy muy proclive a traerlas ya que al regalarlas, mis vecinos las usan para elaborar ceviche y no estoy de acuerdo que se obvie la cocción de los alimentos), que me cansaron satisfactoriamente. Con esta nota se cierra la bitácora de Noviembre, confirmando ser este mes uno de los más productivos del año.

27.11.20 Esta “mañanera” (6:15 a 8h; traté de que fuera lo más corta posible ya que todavía no me recupero por completo de la última salida a las proximidades del Farallón), en la embarcación Piñitas, estuvo muy movida ya que apenas acababa de poner los señuelos Storm en el agua, fueron embestidos por pargos juveniles y corvinas (los primeros fueron liberados; las segundas me las traje para mis vecinos en el ejido), además y por supuesto, de los infalibles bichis, cochis y cabrillas pimienta; todo ello a pesar de que con la lluvia de ayer y los consecuentes escurrimientos, el agua estaba muy turbia.

24.11.20 Hoy y sabiendo que el Ing. Mena iba a salir al Farallón (lo cual me dio mucha confianza), fui a probar los inyectores que ayer puse en los motores Suzuki DF140A; de primera intención (hasta la boya de recale), la niebla (había menos de 50m de visibilidad) y el mar (olas de 70cm del SW aunadas a otras de 40cm del E, ambas con crestas a cada 8seg), auguraban una traumática jornada (de 6:45 a 11h), pero encontrar las bonitas (me traje 6), atenuó el desencanto inicial. Luego llegaron los barriletes y los lobos y decidí regresarme al náutico con tan buena suerte (gracias, Señor), que en el trayecto se me prendió un buen dorado macho el cual me tuvo cordelándolo por más de 25min para finalmente (por supuesto, con el ya tradicional fallo inicial en el uso del gancho), ponerlo sobre la cubierta de la embarcación Pa’ntonces.

23.11.20 Una muy productiva “mañanera” (6:30 a 8h), de “san lunes” en la embarcación Piñitas; hubo cochis y pargos juveniles (todos fueron liberados sin mayores daños) y hasta un coconaco de 42cm que hizo la faena acostumbrada (halar con mucha fuerza, pegarse a las piedras y cabecear con energía), poniendo a prueba los carretitos Okuma y los señuelos Storm. Hoy coloqué los inyectores del los motores Suzuki DF140A (el proceso de instalarlos también resultó sencillo), por lo que ahora sigue probarlos y “exigirles” buen desempeño en una salida al cerro.

 

20.11.20 “Mañanera” (6:30 a 8:30h), en la embarcación Piñitas en la que hubo una pléyade de peces interesados en los señuelos Storm, ya que se prendieron bichis, cochis, cabrillas pimienta y pargos (unos juveniles que se venían robados y otros de buen tamaño), de los cuales traje uno de 49cm; antes de meterme al agua, quité (esta operación fue muy sencilla; espero que instalarlos también lo sea), los inyectores de los Suzuki DF140A con la intención de darles servicio y alistar la lancha Pa’ntonces para otra salida a las proximidades del Farallón, dado el rotundo éxito que tuvieron la bonitas que logré el miércoles pasado, entre la gente del náutico, los familiares y los vecinos en el ejido.

18.11.20 Una soberbia “mañanera” (6:30 a 9:30h), la que el Señor me permitió experimentar hoy en la embarcación Pa’ntonces (hacía mucho que no ponía en el agua y como siempre pasa cuando las “olvidamos”, los motores presentaron fallas en baja velocidad pero luego mejoraron su accionar), ya que las bonitas (me traje 15; se me prendieron más de 20 pero como solo podía manipular una caña, las otras se auto liberaron), estaban “ansiosas” por embestir los 2 señuelos Williamson de 18cm que utilicé para la ocasión, aún antes de llegar al Farallón (de hecho, nunca estuve a menos de 5 km de la piedra), hasta que cambió la marea y lo peor, llegó un viejo lobo marino que terminó con la “fiesta” y que bueno porque estas 2 variables (el cambio de marea y la presencia del lobo), me inclinó en definitiva por retirarme (ya muy cansado e inclusive “mordido” por una bonita), del “campo de batalla”.

13.11.20 Dados los buenos resultados del día de ayer, hoy organicé otra “mañanera” (6:30 a 8:30h), en la embarcación Mi Última y el Señor siguió mostrándome que soy uno de sus consentidos, ya en este el último tramo de mi existencia; los pargos (solo me traje uno de 55cm), las corvinas (me traje 5 para el tractorista del náutico y para mis vecinos en el ejido), los bichis y los cochis estuvieron esta fría mañana (estuvo plantado un inusual y gélido viento del norte; el agua estaba a 22°C), en el mismo sitio donde ayer los encontré. Perdí un señuelo Bomber al que después de atrapar varios peces, se le desprendió la paleta y a otro curricán Storm, los peces le “robaron” un anzuelo simple al fallar la arandela que lo sujetaba.

12.11.20 Pareciera que el Señor (por su infinita misericordia), quiso compensarme por la “atípica” salida del lunes pasado ya que la “mañanera” de hoy (6:15 a 8:30h) y en la embarcación Piñitas, la navegación (el agua limpia, con 24°C) y la pesca estuvieron inmejorables pues hubo pargos (se me prendieron 5, me traje 2 muy buenos de 49 y 51cm), corvinas (se me prendieron 6; me traje 3, todas “panzonas” y de buen tamaño) y lo mejor de todo (incluidos los infaltables bichis, cochis y cabrillas pimienta), es que los peces que liberé se fueron sin mayores daños gracias a los anzuelos Gamakatsu simples.

09.11.20 Otra “mañanera” (6:15 a 8h), atípica de “san lunes” (estaba lloviznando y soplaba un viento frío del norte), ya que desde la entrada al recinto portuario, los vigilantes de la API me recibieron con cara de “pocos amigos”; luego me dijeron que un “junior” del náutico perdió el control y agredió a los vigilantes que estaban de turno y por supuesto, en su accionar nos involucró a todos los socios. A continuación, puse la Piñitas en el agua sin tapón y comenzó a inundarse por lo que para sacarla, tuve que mojarme hasta la cintura; en el agua había una gran cantidad de hidrocarburo y para tomarle una foto, moví en forma inusual la GoPro y se rompió (suerte que flota), la base del soporte. Finalmente, bajo la mancha de aceite o diesel solo pude atrapar bichis y uno de ellos me clavó una de sus espinas dorsales, en la yema del dedo pulgar de la mano izquierda; toda una jornada en la que el Señor me recordó sutilmente que en esta afición-pasión-vicio, hay dulzura pero algunas veces también hay contrastes.

06.11.20 Una “mañanera” en 2 etapas siendo la primera de ellas de 6:15 a 7:15h, en la embarcación Piñitas y durante la cual se prendieron corvinas y bichis; luego llegó mi hijo Alfredo y mi nieto Abe y pues tuve que cambiar de embarcación. Así fue que pusimos a la Mi Última en el agua y gracias a la magnanimidad del Señor, convivimos de 7:30 a 9h los representantes de 3 generaciones de “Piñas”; en esta segunda calurosa e intense etapa, hubo una gran variedad de especies de peces ya que el Abe se divirtió a lo grande cordelando cochis, bichis, sábalos e inclusive un agujón juvenil.

02.11.20 “Mañanera” (7:15 a 9:15h), de “san lunes” (una semana tuve de receso para “curar mis heridas”), en la embarcación Mi Última y tal como me tiene “acostumbrado” el Señor, resultó intensa y la puedo calificar de “abundante” ya que hubo muchos, muchos jejenes (en San Carlos, abría la boca y se me llenaba de animalitos), moscos (cuando estaba lavando la lancha en el hangar, me tupieron de fea manera), bichis (se prendían uno tras otro, sin dar tregua), sierras (no logré subir ni una ya que después de perder 3 señuelos, aún con empate de alambre, decidí retirarme del lugar) y para beneplácito de mis vecinos, corvinas (me traje 5, todas de muy buen tamaño), que fueron a las que les agradaron los señuelos Bomber de 16cm que estuve usando para desalentar a los bichis.

26.10.20 Esta “mañanera” (6 a 7:45h; hasta que comenzó a bajar la marea), de “san lunes” estuvo atípica ya que solo se prendieron cochis (pez ballesta o Balistes capriscus; algunos muy grandes), bichis (los más) y cabrillas pimienta. Especifico mini jornada “atípica” ya que a mis 71 años, tuve un doloroso descuido y me clavé un anzuelo Gamakatsu #1/0 en la articulación carpometacarpiana del dedo pulgar de la mano derecha; afortunadamente y gracias a la benevolencia del Señor, aún con la “sangre caliente”, (creo que la edad es atenuante a la sensación del dolor y además, no había nadie que me consolara), me pude sacar el pedernal del anzuelo y sangrando (la herida fue muy “aparatosa”), di por terminada esta excursión de navegación y pesca.

24.10.20 Una muy intensa “mañanera” (7 a 9h), en la embarcación Mi Última (se trataba de verificar el funcionamiento de la nueva batería), en la que hubo pargos, coconacos (que fueron las más), bichis, cochis y cabrillas pimienta. Obviamente estuve muy satisfecho con la benevolencia del Señor pero me hubiera gustado (siempre quiere uno más), haber realizado esta mini jornada sabatina en compañía de alguno de mis hijos o nietos ya que los coconacos (de más de 45cm) y los pargos (panzones y más que sarteneros), poco tiempo dejaron tranquilos a los señuelos que puse en el agua. Ojalá que para la próxima luna cuarteada (es cuando he logrado mejores piezas), alguno de ellos esté disponible y me pueda acompañar.

22.10.20 Otra excelente mini jornada “mañanera” (6:45 a 8:45h), en la que se lucieron los señuelos Storm Smash Shad (hubo pargos, coconacos, cabrillas pimienta y los infalibles cochis y bichis), que hace algún tiempo, me obsequió mi dilecto amigo y doctor Pedro Gallardo; desde el día de ayer que el Ing. Francisco Mena reportó haber sacado un soberbio marlín azul, he “sentido” más de cerca las intensas jornadas que hice con Pedro y en las que al menos, prendimos 3 marlines azules (sacamos uno; uno rompió la cuerda y otro se auto liberó), lo cual definitivamente representó un gran reto para un par de septuagenarios pero que a la vez, profundizó la definición de amistad y de congruencia de espíritus afines, sin que por ello se dejaran de presentar divergencias de opinión que obviamente, eran subsanadas en el corto tiempo.

20.10.20 Una intensa “mañanera” (6:45 a 8:30h), en la que hubo cochis, bichis, coconacos (mis preferidos; me traje uno de 49cm) y corvinas de muy buen tamaño (una midió 91cm y estaba notoriamente “panzona”; hacía tiempo que no las encontraba y pues me las traje para mis vecinos en el ejido); en esta ocasión puse en el agua a la embarcación Piñitas y el motivo del viaje a Topolobampo, fue llevar la batería nueva para la lancha Mi Última (que por cierto, debo aclarar que la pila vieja no era del 2008 como lo establecí en mi anterior reporte, ya que en la distribuidora me precisaron que era del 2013 por lo que “solo” me aguantó 7 años). Otra excelente mini jornada en la que el Señor refrendó su bendición para este post-septuagenario.

14.10.20 Una inesperada “mañanera” (7:30 a 8:30h), ya que originalmente puse a la embarcación Mi Última en el agua pero casi de inmediato, el motor Suzuki DF90A comenzó a fallar por falta de energía; resulta que la batería es del 2008 así que “solo” me duró 12 años. Fue entonces que involucré a la Piñitas en esta mini jornada, en la cual atrapé solo pargos juveniles que gracias a los anzuelos simples, todos fueron regresados al mar sin mayores daños; a los compañeros que me inquirieron sobre el componente familiar a estas alturas de mi vida, les hago saber que mis hijos (4), mis nietos (10) y mi esposa (1), todos estamos, gracias a la benevolencia del Señor, excelentemente bien y sin ninguna complicación del virus que tiene en jaque a casi todo el mundo.

12.09.10 Una “mañanera” (6:45 a 8:45h), de san lunes en la embarcación Piñitas, para celebrar el día de la raza; con la benevolencia del Señor, durante el corto lapso de navegación (con un ambiento nebuloso y la superficie del agua a 32°C), los señuelos Storm fueron embestidos por cochis, bichis, pargos (los había juveniles, sarteneros; todos fueron regresados a su hábitat sin mayores daños) y coconacos (me traje uno de 51cm que luchó en forma frenética por espacio de 6min, y que puso a prueba el monofilamento Mustad, los carretes Okuma y las cañitas Shimano), que como he expresado reiteradamente, son mis preferidos en la mesa.

09.10.20 Un septuagésimo primer aniversario (71 años), en compañía del Señor que me permitió en esta mini jornada (6:30 a 8h), celebrar en grande la navegación (en la Mi Última) y la pesca, pues además de los ya omnipresentes bichis y cochis, también hubo pargos sarteneros (los había de diferente variedad, colorados y raiceros), así como coconacos (las mejores piezas ya que pelean con todo, son muy fuertes y se adhieren tercamente a las piedras del fondo), aunque finalmente liberé a todos ellos sin mayores daños, dada la importante fecha que estoy celebrando en el mar, con la  virtual compañía de mis hijos, nietos y esposa que han hecho posible mi placentero tránsito en estos años dorados.

08.10.20 Una “mañanera” (6:45 a 8h), ventosa, nebulosa y húmeda (al menos en el inicio de la mini jornada; es por esa razón que el objetivo de la GoPro se humecta), en la que hubo bichis (los más; estaban “amarillentos” de viejos y grandes), cochis, pargos juveniles y sarteneros (casi todos se prendieron antes de que se generalizara la claridad; recordar que los cachitos de suerte el Señor los reparte muy temprano), que fueron regresados a su hábitat porque todavía tengo coconacos en el congelador. La comunidad del necton que participó esta mañana, definitivamente me generaron el agradable cansancio que a estas alturas de la vida, es por demás bienvenido.

24.09.20 La “mañanera” de hoy (6:30 a 8:30h), la realicé en la embarcación Mi Última y aunque creí poder igualar las capturas de ayer, el Señor me recordó que no todos los días son iguales y “solo” me permitió atrapar pargos (los había juveniles y sarteneros; me traje solo uno de 41cm, justo para una comida), algunos bichis y un cochi monstro que cuando lo estuve cordelando (inclusive quebró uno de los anzuelos simples Gamakatsu), pensé fuera un gran coconaco pues estaba en el mismo sitio donde ayer se dio la “cosecha” de pargos mulatos.

23.09.20 Una mini jornada “mañanera” (7 a 8:45h), donde a diferencia de ayer, los peces estuvieron muy interesados en embestir los señuelos Storm; gracias a la infinita benevolencia del Señor, se me prendieron puros coconacos (son los peces que más me gustan, tanto en la mesa como en la pelea; de 6 me traje 3, uno de ellos de 55cm, ya tan viejo que hasta perdió el brillo de sus característicos colores), también conocidos en la nomenclatura de la ictiofauna, como pargos mulatos.

22.09.20 Un excelente martes en el que hice un corto recorrido (7 a 8h), por San Carlos y frente al náutico, ya que el Señor me mostró sus mejores escenas combinando el cielo, el mar y el arco iris, así como las gratas fragancias de los vegetales que están floreciendo en las laderas de los cerros, (Dios, como voy a extrañar esto cuando me muera); hubo llovizna, mucho calor (la superficie del agua a 32.5°C) y una pesca incipiente de pargos juveniles (todos fueron devueltos a su entorno sin mayores daños, al igual que los cochis, los bichis, las cabrillas areneras y los roncachos), que se prendían “robados” al no estar muy proclives a embestir los señuelos que puse en el agua.

14.09.20 Un “san lunes” (de las 7:15 a 8:30h), muy agradable, nublado y con buena pesca (gracias a la benevolencia del Señor), de pargos frente al náutico y en la escollera de la API (me traje solo uno para comer con mi esposa); aunque el principal objetivo eran las corvinas, (ninguna se interesó por los señuelos que les ofrecí), para regalar en el ejido. Los señuelos Storm se portaron de maravilla (solo con los pargos), a pesar de que el agua estaba muy turbia por las recientes lluvias y posteriores escurrimientos.

09.09.20 Acuosa mañanera (6:30 a 8:30h), en la que hubo de todo ya que tratándose del clima, “soporté” (reconozco que fue por satisfacer el vicio; pero ya me hacía falta después de casi 15 días de ausencia), relámpagos, truenos, lluvia fuerte (el agua captada por la Piñitas superaba al achique manual; por supuesto, esta actividad menguó mis escasas y vetustas energías), llovizna, viento y en cuanto a los peces, se prendieron pargos (sarteneros; me los traje para mis vecinos en el ejido), cochis, bichis, cabrillas y sábalos.

26.08.20 Hoy (de 6:30 a 8:30h) y a pesar del cansancio de mis vetustos huesos, fui a probar los motores de la embarcación Pa’ntonces (les cambiaron los impulsores a la bomba de agua) y oportunamente, aproveché para dar una vuelta al sitio donde ayer se prendieron las 9 corvinas que me traje (y que regalé a mis vecinos en el ejido) y si, ahí estaban otra vez pero ahora acompañadas por bichis, cochis y cabrillas pimienta. La particularidad de esta jornada es que como la falca de la embarcación es muy alta, 2 o 3 animales se fueron ya que se auto liberaron en la subida pero aún así, pude lograr 4 para seguir regalando en esta etapa de la nueva normalidad de la extendida pandemia de coronavirus.

 25.08.20 Desde que esta mañana puse la Mi Última en el agua (6:30h) y una lisa (Mugil Cephalus), inesperadamente brincó a la embarcación (hacía muchos años que no me pasaba este “incidente”), supe que iba a tener una muy buena jornada, como así sucedió ya que para las 8:45h que me salí del agua, atrapé corvinas, pargos y coconacos (extrañamente, en esta ocasión no hubo cochis, bichis, roncachos o cabrillas), constatando en esta extraordinaria mañana el concepto de “vicio” ya que aún sintiendo un profundo cansancio, seguí poniendo los señuelos en el agua hasta quedar sin aliento y solo a través de la ingesta de electrolitos (y por supuesto, la benevolencia del Señor), pude “volver a la vida”.

24.08.20 Hoy “san lunes” es un día especial pues mi nieta Isabella, que tantas y tantas veces me ha acompañado en las jornadas de navegación, cumple 11 años: ¡Felicidades! Y para celebrarlo (ella inicia el 6° año escolar este 24), me fui a la bahía en donde estuve de 6:30 a 8:30h y aunque hacía mucho calor (casi los 32°C en la superficie del agua), los peces se portaron en forma bastante regular (hubo corvinas para beneplácito de mis vecinos en el ejido; pargos juveniles, bichis y cochis), tal vez porque la mares estaba “muerta” y para variar, otra vez había mucha basura antropogénica.

22.08.20 Por causa de fuerza mayor (el paso del ciclón Genevieve), el puerto de Topolobampo estuvo cerrado a la navegación y pues hasta hoy pude regresar a mi "querencia", con tan buena suerte que después de poner a la Piñitas en el agua a las 6:30AM (dice un proverbio chino que los pájaros madrugadores obtienen los mejores gusanos) y los señuelos Storm en sus posiciones, se prendieron varios peces representantes de la ictiofauna (pargos, roncachos, cabrillas, cochis), propia del fondo marino frente a las instalaciones del náutico. El caso es que para las 8:30AM ya me sentía agradablemente cansado y opté por no presionar mi vetusta humanidad, además de que el inicio de la marea entrante, trajo consigo una gran cantidad de basura antropogénica que obstruía el accionar de los curricanes.

15.08.20 Emotiva e intensa mini jornada (6:30 a 8:30h), en la embarcación Mi Última, en la que hubo cochis, bichis, cabrillas pimienta, corvinas (se prendió una muy buena pero al subirla se desgarró del labio y se auto liberó, pasando a perjudicar a mis vecinos en el ejido que son los receptores de estos peces) y pargos (los hubo sarteneros, juveniles y uno muy bueno de 55cm que pasa al congelador familiar para sustituir el que recientemente ingerimos) y que satisfactoriamente me cansaron, poniendo en evidencia mi cercanía con el Señor.

12.08.20 Una “irregular” mini jornada (7 a 8:30h; a las 6:30 el tractorista del náutico me ayudó a poner la Mi Última en el agua pero no me gustó el desempeño del motor DF90A por lo que pedí que me sacaran y enseguida, boté la Piñitas que esta habilitada con el DF15A), en la que además del pobre desempeño del Suzuki DF90A, la GoPro Hero5 estaba descargada (tuve que usar la cámara digital) y para rematar, el fishfinder de la Piñitas funcionó en forma muy aleatoria ya que los contactos estaban sulfatados. Compensando todo esto, el Señor me permitió tener una atractiva pelea con los peces (me traje un pargo de 55cm que nos vamos a comer mi esposa y yo este día y una corvina de 60cm, para mis vecinos en el ejido), aparte de que liberé otras corvinas pargos sarteneros, cochis, bichis y cabrillas pimienta.

11.08.20 ¡Que “rijosos” estaban los pargos! (los había de diferentes variedades; todos fueron regresados al agua debido a que todavía tenemos coconacos en la congeladora); ¡que calor hizo! (una mini jornada de 6:20 a 8:20h, con la superficie del agua a 32°C); ¡como había cochis! (también, hubo cabrillas pimienta; todos fueron regresados al agua sin mayores daños); las corvinas sí me las traje para beneplácito de mis vecinos en el ejido y por supuesto después de esta extenuante experiencia, no me queda otra cosa sino agradecer al Señor su bondades.

 08.08.20 Por el resultado de las 2 primeras salidas de este caluroso mes de agosto, parece que va a estar bien ya que hoy y en tan solo 2h de navegación (6:20 a 8:20h), se prendieron roncachos (los más), cochis y también corvinas (una de ellas bastante regular, de 92cm), que dieron fragosa e intensa pelea, al grado que la combinación de la sensación de calor (del orden de los 38°C, con la superficie del agua a 32°C) y el cansancio, pusieron un satisfactorio fin a mi jornada mañanera.

07.08.20 Definitivamente, sigo dentro del círculo del los consentidos del Señor ya que en esta mini jornada (6:20 a 8h; estaba haciendo mucho calor; la temperatura en la superficie del agua era de 32°C), se prendieron una gran variedad de peces entre los que destacaron por su incidencia, los sábalos y los roncachos; también hubo cochis, cabrillas pimienta y hasta un lenguado (“medio pez” de 40cm que me permitió felicitarme por el uso de anzuelos simples ya que fue liberado indemne), en el corto recorrido que hice frente a la escollera de la API.

31.07.20 Fui a Topo a cambiar los impulsores de los Suzuki DF140A y mientras el mecánico hacía el trabajo, metí al agua a la embarcación Piñitas ya que quería probar el funcionamiento de señuelos Rapala “tail dancer” que compré años ha y a los que habilité con anzuelos simples. El experimento fue un rotundo éxito ya que frente al náutico, este dia último del mes y consecuentemente, cierre de bitácora, encontré (gracias a la benevolencia del Señor), un cardumen de parguitos juveniles que me hicieron pasar un excelente rato, mientras se realizaban los trabajos en la otra lancha.

29.07.20 Esta fue también una jornada (6:30 a 9h), muy prolífica (a pesar de que el tide fishing auguraba lo contrario), en la que hubo coconacos (sólo me traje uno de 40cm y fue lo único ya que todo lo demás los regresé al agua indemnes), pargos, cochis, bichis, cabrillas pimienta y hasta un merito (medía 38cm; hacía mucho tiempo que no los veía). Puse en el agua la embarcación Mi Última ya que hacía tiempo que no la movía y en razón de que hoy precisamente, estaban pronosticadas ráfagas de viento de hasta 30km/h; como dato relevante aparte del intenso cansancio que me produjeron los peces, debo consignar que en San Carlos me aboyó, aunque solo por un minuto, una caguama situación insólita en estos “depredadores” tiempos.

27.07.20 Aunque se pronosticaban lloviznas para Topolobampo, me pareció que la marea (casi muerta), la posición de la luna (antípoda) y la presión atmosférica (aumentando progresivamente), podían ser elementos positivos para una buena pesca por lo que a las 6:15h puse la Piñitas en el agua; las premoniciones no fallaron y para las 9:15h tiré la toalla ya que supuse, estaba exponiéndome a un colapso físico, característica del cansancio que produce un arraigado vicio-pasión-afición. Hubo corvinas (estaban más agresivas que el sábado pasado; hoy si me traje 4 porque no quise exponerme a otro regaño como el que recibí hace 2 días por haber regresado estos peces precisamente ahora, recién pasada la cuarentena), pargos (me traje uno de 51cm), cochis, cabrillas pimienta y los infalibles bichis (hacía mucho tiempo que el Señor no me permitía tener un “san lunes tan prolífico).

25.07.20 Llegaron las corvinas (no me traje ninguna; mis vecinos todavía tienen bonitas), a la bahía y durante la mini jornada de hoy (6:15 a 8h) y en la embarcación Piñitas, se disputaron con denuedo los señuelos Storm que puse en el agua; también hubo parguitos sarteneros, cochis, cabrillas pimienta y por supuesto, los infalibles bichis. Uno de éstos últimos peces se soltó del anzuelo simple en el piso de la embarcación y con su enérgico movimiento, clavó una de sus espinas ventrales en el tanque de combustible, perforándolo por lo que tuve que regresarme con mayor antelación a lo previsto, agradeciendo al Señor que no haya sido mi pié el receptor de este inusual accidente.

18.07.20 Visualizando (a las 4AM), las páginas del pronóstico para hoy, decidí que había buenas condiciones para ir al Farallón y en consecuencia, a las 6:30h puse la embarcación Pa’ntonces en el agua; a las 7:30h estaba en las proximidades del cerro y tuve la “mala” fortuna de caerle a un cardumen de toros, todos muy parejos del orden de los 8-10kg (se prendían 3 al mismo tiempo, sin importarles el tipo de señuelo), por lo que en el cordeleo, se consumieron todas mis vetustas energías al grado de que opté por regresarme (eran las 9:30h), no sin antes también prender “gigantes” barriletes que definitivamente acabaron con mi entusiasmo  pues ya ni el adrenalóico sonido de los 6/0 me motivaron a quedarme, por lo que llegué “molido” al náutico a temprana hora, las 11 de la mañana.

15.07.20 Una mini jornada (6 a 8h), por demás “accidentada” ya que de entrada, olvidé el tapón de la Piñitas y pues se llenó de agua en la rampa; afortunadamente, todavía no la había despegado del remolque y pude subirla para desaguarla. Luego que puse los Storm en el agua, olvidé regular los frenos de los carretes (normalmente para lavarlos, los ajusto razonablemente) y en el primer jalón que tuve, el animal (o una piedra), hizo que las cintillas que fijan los PVC que uso como portacañas, tronaran y perdí el equipo completo; sin embargo, el Señor se compadeció de mi y al final de cuentas pude prender cochis, bichis, cabrillas pimienta y coconacos que me cansaron satisfactoriamente, después de 2 jornadas consecutivas en mi querencia.

14.07.20 A pesar del pronóstico que hoy marcaba “pesca pobre” (los peces no hacen la página), la mini jornada de hoy (6:15 a 8:15h), fue espectacular (sigo siendo un consentido del Señor), ya que se prendieron cochis, cabrillas pimienta, coconacos (sólo me traje uno para reponer el que nos comimos ayer y que preparó deliciosamente mi esposa), robalos (me traje uno de 1.01m) y los infalibles bichis. Todos los peces se prendieron en señuelos Storm de 11cm que bajan (dependiendo de la velocidad de la Piñitas y del grosor de línea), hasta una profundidad de 3m, donde el agua no está tan caliente ya que en la superficie, hoy tuvimos alrededor de los 31.5°C.

11.07.20 Una tormentosa (literalmente, pues hubo fuertes vientos, rayos, llovizna), mini jornada (6 a 8h), dentro de la bahía de Topolobampo, en la que por otra parte, pude disfrutar del arco iris y de las embestidas violentas hacia los señuelos Storm, de pargos (me traje uno de 55 cm), de coconacos (en una ocasión se prendieron 2 al mismo tiempo; me traje uno de 48 cm) y por supuesto, cochis, bichis y cabrillas pimienta que fueron regresadas al agua sin mayores daños. Con vivencias de esta calidad, con una familia saludable como la que tengo, no me queda mas que seguir agradeciendo a todos los que interactúan (incluyendo por supuesto al Señor), en el accionar de este vetusto organismo de casi 71 años.