30.05.19 Después de que a las 4AM
visualicé las páginas de los pronósticos en el internet, hoy me fui en
solitario (hacía más de 25 días que no le cumplía a mi pasión-afición-vicio), al
Farallón en la embarcación Pa’ntonces, experimentando una excelente mañana
(salí a las 6:30 y regresé a las 11:30), en la que hubo muchas, muchas bonitas
y además, se prendieron 2 picudos juveniles que se soltaron antes de que
pudiera fotografiarlos; además, había tantas caguamas que pienso es hora de que
levanten la veda impuesta hace más de 30 años. Hubo también muchas mantas
saltando y como no podía faltar la nota negativa, me encontré con 2 barcos que
con sus largas redes y con toda impunidad, estaban depredando las aguas
aledañas al cerro.
jueves, 30 de mayo de 2019
miércoles, 1 de mayo de 2019
01.05.19 Hoy tocó “despedirme” de la embarcación Piñitas y aprovechando (se abre
la bitácora de Mayo), que todavía tengo que asentar el Suzuki DF6A (que por
cierto ha estado funcionando impecablemente), me fui al agua por un lapso de 2h
(6 a 8; de hecho, cuando el tractorista me estaba subiendo, mis compañeros del
náutico apenas estaban disponiéndose a salir), con tan buena suerte que los
toritos (también se prendieron peces lagartija, cochis y bichis), estaban en el
mismo sitio que los encontré ayer. En esta ocasión, después de la “salvaje”
mordida que le dieron ayer a uno de ellos (el Ing. Mena le apuesta a que fue
una gran barracuda, opinión que no descarto), mantuve a los animales en el agua
tanto tiempo como me aguantó la paciencia, esperando que el “gran depredador”
hiciera acto de presencia, pero el Señor tal vez no quiso que me involucrara en
una cansada pelea, que me comprometiera física y mentalmente. Dios, en verdad
voy a extrañar todo esto cuando me muera.
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