miércoles, 29 de noviembre de 2017

29.11.17 Hoy fui a Topo con la única finalidad de cerrar la bitácora de este mes de Noviembre y aunque la marea estaba “ingrata” (movimiento enérgico del agua que hace que se suspendan muchos sólidos y aunado a la densa neblina, disminuye la visibilidad para los peces), los señuelos Storm llamaron la atención de los omnipresentes bichis y además, cochis de muy buen tamaño que me “hicieron” la mini jornada (6 a 8h), ya que por su tamaño, pelearon bastante en el cordeleo (incluyendo la propensión a encuevarse), por lo que se ganaron su regreso al mar por supuesto y gracias a los anzuelos simples, sin mayores daños. Extrañamente y por ser un día de mitad de semana, en esta mañana había varias embarcaciones de pescadores deportivos que troleaban y después se anclaban, alrededor del popular sitio de pesca como lo es El Pinto.

lunes, 27 de noviembre de 2017

27.11.17 Fui al náutico a llevar gasolina a la embarcación Pa’ntonces y aprovechando la ocasión, puse en el agua a la Piñitas, 2 cañas Daiwa habilitadas con carretes Okuma, con sendos señuelos Storm que de primera intención fueron muy solicitados por cochis y bichis (después de sacar “n” animales, cambié de señuelos a Bomber de 16 cm para ver si el tamaño disminuía la incidencia de capturas pero lo que pasó fue que se siguieron prendiendo, ahora “robados” por el mayor tamaño de los curricanes), aunque también se prendió un mero juvenil que fue regresado al agua sin mayores daños; la particularidad de esta mini jornada (6 a 9:20h; estaba en El Pinto y tuve que esperar a que se disipara la neblina para dirigirme con seguridad al náutico), fue que de repente y saliendo de la espesa neblina, se me aproximó un pescador comercial y me preguntó se todo estaba bien (muy buena actitud de esta persona), ya que con los “aspavientos y manoteos” que hacía al sacar los animales del agua, pensó que estaba solicitando ayuda.


sábado, 25 de noviembre de 2017

25.11.17 Con un mar previsible a través del pronóstico de las páginas del internet, hoy y en compañía del Dr. Pedro Gallardo, nos fuimos al Farallón donde y a partir de los 2 km antes de llegar al cerro, se prendieron bonitas (en total sacamos 16), que realmente hacían honor a su nombre pero que además, peleaban en forma muy enérgica de tal suerte que para las 12h no retiramos del sitio, profundamente cansados y por supuesto, agradecidos con el Señor que como en muchas otras ocasiones, proporcionó a este par de viejos, grandes emociones en su pasión-afición-vicio; obviamente, también contribuyeron al “cansancio” los omnipresentes barriletes que en buen número y en algunas ocasiones, por la emoción del momento, confundíamos con bonitas. Los motores Suzuki DF140A tuvieron en esta jornada y como nos tienen acostumbrados, un magnífico desempeño y no podían faltar las cosas chuscas que nos motivaron genuina hilaridad como cuando se prendió en un señuelo Willamson de 18 cm, un costal de ixtle que por supuesto y por lo pesado que se sentía (un peje-costal), nos hizo concebir grandes emociones, o cuando implementamos la estrategia de utilizar una cubeta para que ahí se murieran las bonitas y que no ensuciaran demasiado la hielera de la Pa’ntonces, pero que en el primer animal que pusimos en ella, salió volando por toda la lancha debido a la energía de tienen estos animales. 

viernes, 24 de noviembre de 2017

24.11.17 Hoy “tuve” que ir al náutico pues me “corrieron” ya que tocó hacer una limpieza general en la casa del ejido y por lo tanto, me vi en la “imperiosa” necesidad de poner en el agua y durante un lapso de tiempo prudente (6 a 9h), a la embarcación Piñitas junto con los carretitos Okuma, las cañitas Daiwa y los señuelos Bomber; el Señor fue extraordinariamente complaciente con este viejo ya que además de los omnipresentes bichis y cochis, en esta jornada atrapé (y liberé), un mero juvenil y varios pargos sarteneros (más de 34 cm), que van a reponer el menguado (el anterior fin de semana largo tuvimos reunión familiar y como es tradicional en estos festejos, los platillos principales fueron a base de pargo, coconaco y camarones), almacenamiento en la nevera, de especies que simplemente son una delicia para toda la gran familia.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

22.11.17 Hoy fui a Topo a llevar gasolina para la embarcación Pa’ntonces y para aprovechar la ida, puse un rato (6 a 8:30h), a la Piñitas en el agua así como 2 cañitas Daiwa con sus respectivos señuelos Bomber,  con tan buena suerte que a la salida del sol y en el Pinto, se prendieron coconacos (uno de ellos salió muy peleonero y me proporcionó un agradable cordeleo ya que hubo necesidad de acelerar el Suzuki de 6 hp para alejarlo de las piedras y que no se encuevara, además de regular el freno del carrete Okuma para que no tomara mucho monofilamento) y pargos de tamaño sartenero, mismos que regresé al agua sin daños mayores. Obviamente, también hicieron acto de presencia los bichis, cochis y cabrillas areneras por lo que el objetivo de cumplirle a mi acendrado vicio-pasión-afición y con la venia del Señor, estuvo más que satisfecho.


viernes, 17 de noviembre de 2017

17.11.17 Una excelente jornada en el Farallón, en todos sentidos: compañía del Dr. Pedro Gallardo (gran conversador y experimentado pescador), una mar tranquila (algunas páginas de los pronósticos que consulto estuvieron muy confusas pero afortunadamente, todo salió bien), buena pesca (tuvimos la oportunidad de cordelar un buen dorado macho que resultó muy peleonera pero que finalmente, sucumbió a la pericia con la que el Dr. Gallardo manejó la caña, el carrete y su embrague), embarcación Pa’ntonces y motores Suzuki sin ningún problema (que más se le puede pedir al Señor). Salimos a las 6:30h del náutico y para las 7:30h estábamos en las proximidades del cerro, poniendo en el agua curricanes Williamson duros de 18 cm (nuestro objetivo primordial eran las bonitas), que sin embargo, fueron un gran atractivo para los barriletes (en al menos 2 ocasiones se prendieron 4 al mismo tiempo), por lo que temprano, este par de viejos nos sentimos cansados pero muy contentos de escuchar con frecuencia pocas veces experimentada, el adrenalóico sonido de las chicharras de los carretes 9/0 que nos mantuvo atentos y prestos a “trabajar” los animales que se interesaron por los señuelos que les ofrecíamos. 

miércoles, 15 de noviembre de 2017

15.11.17 Hoy fue una mañana “de esas” de las que no te puedes abstraer ya que con el propósito de poner gasolina en la Pa’ntonces, rellené los bidones en la estación de servicios de la SEVAFUSA que se encuentra en la intersección de las carreteras a Ohuira y Topolobampo; la sorpresa fue que me cobraron el litro a $16.22 (¡viva la liberación de precios; veremos que tanto aguanta el país la voracidad de los capitalistas corruptos, en su alianza con el PriPan!), cuando en la página de GasolinaMX, en el municipio de Ahome, Sinaloa y para este día miércoles 15, el precio de referencia es de $16.04. En Topo y para que el viaje no fuera en vano, puse la Mi Última en el agua y así poder evaluar los termostatos (funcionaron muy bien), que recién le cambié al motor Honda 90; pero surgió un nuevo problema cuando encendí el Garmin 498 (ya obsoleto), no me marcaba la profundidad por mal funcionamiento (esta situación me limitó el accionar en mis sitios tradicionales de pesca), del transductor, problema que finalmente pude solucionar reseteando la lectura de la profundidad. Una vez que puse los Storm en el agua y al sacar un buen toro del agua, seccionó el señuelo, circunstancia que nunca me había pasado esto con esta marca; creí que eran de mejor calidad y finalmente, cuando quise quitarle el anzuelo a un bichi, sus espinas dorsales me picaron en la punta de los dedos por lo que mejor me salí del agua ya que evidentemente, el Señor no quería que anduviera “por ahí” en esta mañana. 

lunes, 13 de noviembre de 2017

13.11.17 Hoy “tuve” que ir a Topo pues el sábado pasado (11.11.17), que me acompañó el Dr. Gallardo al Farallón, se me olvidó la GoPro en la embarcación Pa’ntonces; esa fue una jornada angustiante ya que la neblina estaba tan espesa que no podíamos ver a más de 50 m (de hecho, nos “topamos” con un gran barco que estaba anclado al final del canal de navegación pero como íbamos a una velocidad moderada, pudimos virar con tiempo, maniobra que evitó un susto mayor) y cuando las condiciones del tiempo están así y en la mayoría de los casos, la pesca está muy pobre (sacamos puros barriletes que estaban tan voraces que inclusive hubo algunos del mismo tamaño que el señuelo). Las cosas estuvieron mejor hoy por la mañana ya que aprovechando la oportunidad que se daba, metí la Piñitas al agua y el Señor me proporcionó la oportunidad de atrapar (además de bichis, cochis y cabrillas areneras), un buen coconaco (después de cordelarlo y tomarle la foto lo regresé al agua; todavía tengo algunos en la congeladora), con lo que se satisfizo mi acendrada pasión-afición-vicio.



jueves, 9 de noviembre de 2017

09.11.17 Hoy fui a Topo teniendo como pretexto llevar gasolina para próximas salidas y además, cambiar los termostatos del motor Honda de 90 hp (es muy “sofisticado” su funcionamiento pues lleva 2; uno en el bloque que abre a 50°C y otro en la tapa que funciona a 60°C) y por supuesto, para que valiera la pena el “esfuerzo”, temprano (a las 6h), puse en el agua a la Piñitas y 2 señuelos Storm que fueron la “delicia” de varios parguitos (todos fueron regresados al agua sin mayores daños), así como de los omnipresentes bichis, cochis y toros. Para las 8h ya había satisfecho mi pasión-afición-vicio y me dispuse a hacer las actividades que motivaron este viaje, encontrándome con la “novedad” de que para cambiar el termostato del bloque (según el procedimiento del Manual del Taller), es necesario remover un sinfín de elementos del motor por lo que este trabajo se lo voy a dejar a los “profesionales” (si es que consigo a uno), en la materia.

jueves, 2 de noviembre de 2017

02.11.17 Otro excelente día de noviembre (el pronóstico del internet estuvo bastante preciso en todas las variables climáticas ya que la temperatura del agua, la intensidad del viento, la altura, dirección y frecuencia de las olas primarias y secundarias fueron las que se habían previsto), en compañía de mi hijo Alejandro y nuestro mutuo amigo Ernesto Valdez (el y su papá fueron los que me ayudaron hace exactamente un año a sacar un marlín azul que se me había muerto después del fragor de una pelea de más de 3 horas), con el que desafortunadamente, pudimos constatar la depredación que con la impunidad característica de nuestros tiempos (el dueño de los barcos alberga cada diciembre al presidente de México en su hotel exclusivo), llevan a cabo los atuneros en el Farallón (a escasos 300 m y contra toda normatividad tendieron sus redes; Neto tomó video de esta circunstancia), saqueando una zona que supuestamente es reserva natural (todas las islas del Golfo de California lo son), sin mayores escrúpulos y amparándose en la falta de vigilancia de la Marina Armada de México. En relación con la pesca y gracias al Señor, podemos catalogarla como magnífica ya que sacamos petos de buen tamaño que hicieron la delicia de la “concurrencia” (hacía más de 10 años que Neto no sacaba un buen animal de esta especie), debido a su agresividad y forma de pelear (de hecho se perdió un señuelo Willamson de 18 cm), además de su dificultad para que queden atrapados en los anzuelos simples de los señuelos duros.


miércoles, 1 de noviembre de 2017

01.11.17 Se abre la bitácora de Noviembre con una excelente jornada en el Farallón en compañía de mi hijo Alejandro que vacaciona en estas tierras; el pronóstico del internet estuvo bastante acertado ya que durante el transcurso de la mañana, había hasta 3 tipos de olas que hicieron muy incómodo el inicio de este viaje aunque posteriormente, la mar (y el Señor que siempre nos acompaña), tuvo compasión de mis viejos huesos y se compuso un poco; pero los que no estuvieron a la altura fueron los barriletes que se prendían en todo tipo de señuelos, blandos y duros por lo que nos cansamos mas pronto de lo que pensábamos. Sin embargo y esporádicamente, también se prendían unos buenos petos (wahoos para los anglofílicos), que hicieron la delicia de mi hijo más joven ya que tenía un buen número de años que no capturaba un peto de peso considerable (uno de ellos pesó más de 15 kg), animal que puso a prueba todas las experiencias y habilidades que hemos desarrollado con el paso de los años.