26.02.19 Fui al náutico (creo ya me repuse de la “friega” que me endilgó el mar en mi última salida) y puse en el agua a la embarcación Piñitas con tan buena suerte que a pesar del frío y de la marea arrastrada, las sierritas siguen en el mismo sitio que las he encontrado durante todo este “veleidoso” invierno; me sentí muy bien y nada, pues dándole gracias al Señor que ha sido tan bondadoso con este viejo y esperando el próximo fin de semana en que “tengo” que acercar a los nietos al mar, mi “querencia”.

21.02.19 Hoy hice en solitario las últimas horas de asentamiento (hasta las 20h), del nuevo motor Suzuki DF90A en una salida al Farallón, misma que se ha formulado en una de las más traumáticas que me ha tocado experimentar ya que hubo (después de las 10:30h), un viento inusual del Este que combinado con la ola primaria del Oeste, se constituyeron en un verdadero suplicio para este viejo de casi 7 décadas. Por si esto fuera poco, la temperatura del mar estaba en 14°C (la temperatura ambiente en 18°C), situación que me calaba hasta lo más recóndito de mi humanidad; así mismo, la pesca estuvo muy pobre y los 2 únicos animales que se me prendieron en los señuelos Williamson, terminaron aún sin sacarlos, en las fauces de los lobos marinos que pululaban por doquier. Lo positivo de la jornada fue que el motor se portó excelentemente bien y que gasta (aún en condiciones adversas de aire, olas y marea), poca gasolina teniendo en cuenta que lleva un motor auxiliar de 27kg; hielo, agua y herrajes por el orden de los 65kg; 75kg de gasolina (100L) y un humano (ya vetusto pero todavía “desplazando” 77kg).

11.02.19 Un magnífico “san lunes” (a pesar de la llovizna, el viento, el frío de 12°C y la marea baja), en el que las corvinas (saqué 7; me traje 3 para mis vecinos en el ejido pues estaban muy dañadas ya que se prendieron de ambos anzuelos simples de los señuelos Bomber de 16cm), los bichis, los peces lagartija y los delfines (estaban extrañamente activos y muy ajenos a la presencia de los humanos), hicieron que de nueva cuenta viniera a mi, la frase de “cómo voy a extrañar esto cuando me muera”. Hoy puse en el agua la embarcación Mi Última y con herrajes, tornillos y arandelas de acero inoxidable que mis amigos mecánicos me prestaron, pude utilizar el chicote de la dirección.

09.02.19 Hoy fui a dar una vuelta al náutico para darle seguimiento a la instalación del motor Suzuki DF90A y para que el viaje no se fuera en balde, puse la Piñitas (habilitada con el Suzuki de 15hp), en el agua que en esta ocasión, estaba “limpia”, muy fría (19°C) y con la marea arrastrada; sin embargo, había muchas sierras que se prendían con todo tipo de señuelos y de diferentes colores. En relación con el Suzuki de 90hp, no pude con el sistema de dirección (faltan varillas, tornillos de acero inoxidable y fundamentalmente, una placa que conecta el motor con el chicote de mando), el cual según me dice la empresa a la que el compré el motor, estará disponible (así lo espero), en la próxima semana. 

04.02.19  Hoy regresé al náutico (a mis casi 70 años, estoy verdaderamente ansioso de poder usar “libremente” el nuevo motor Suzuki DF90A), para continuar con la evaluación del funcionamiento del nuevo “juguete” que mis hijos y mi esposa, hicieron posible pueda yo disfrutar; en esta ocasión y por la “inventiva” del mecánico que me lo instaló, ante la falta de los herrajes adecuados de la dirección que no venían en el paquete original, utilicé una solera de aluminio para no seguir usando el remo del día de ayer ya que tendía a deteriorar la pintura nueva del motor marino. Para mi “desespero” y a partir de la imagen del profundímetro, me percaté de que había sierras, por lo que contrariado profundamente, apagué el DF90A y me puse a trolear con el Suzuki DF6 y de esta manera pude subir alrededor de 10 sierritas.

03.02.19 Hoy puse en el agua a la embarcación Mi Última que estrena un Suzuki DF90A; de este acontecimiento se derivan las siguientes “lecturas”.

A) Es un excelente motor que prendió rápido, silencioso y con muy buena “presencia” (según los tractoristas del náutico y los amigos socios que estaban presentes)

B) Ya en el agua (y con la precaución de contar con un auxiliar también de la marca Suzuki de 6hp; es muy recomendable para todo el que navega, sea dentro de la bahía y más en altamar), inicié el “asentamiento” de la máquina, con los 5min en neutral y los 15 recorriendo la costa frente al náutico, solo con el cambio en avante, sin aceleración alguna.

C) Durante la siguiente hora y 45min, mantuve el motor a menos de 3,000 rpm; ello complementó  las primeras 2 horas del proceso (mañana domingo y si Dios no dispone otra cosa, voy a terminar con el mismo).

D) Lo “extraño” de todo esto, es que a pesar de los buenos deseos del excelente mecánico que instaló la máquina, en el paquete (no fuimos los primeros en “abrirlo” por lo que no sabemos que fue lo que realmente ocurrió), no venían los herrajes de la dirección adecuados para este motor y tuvimos que implementar una “mexicanada” (un remo amarrado al motor para dirigirlo), mientras que llega el día (hasta el próximo 5 de febrero), en que podamos acudir a la sucursal de Suzuki y tratar de arreglar este inconveniente.