28.12.20 Último “san lunes” del año, con una mini jornada (6:30 a 8:30h), en la que hubo corvinas (me traje solo 2 para beneplácito de mis vecinos), bichis (son infalibles) y peces lagartija; el agua muy fría (16.5°C), con muchas algas verdes (frecuentemente se “ensuciaban” los señuelos) y el ambiente muy nebuloso, húmedo. Como hay vacaciones, había varios pescadores deportivos por lo que no anduve solo como en otras ocasiones; además, tuve un problema con la GoPro Hero5 (usé mi vetusta Canon para la foto), el cual espero poder solucionar durante el transcurso del día ya que “debo” terminar el año de buena forma: navegando y pescando.

22.12.20 Aunque un poco cansado, hoy visualicé (a las 4AM), que podían estar bien las condiciones para dar una vuelta a la bahía en la embarcación Mi Última (lo que no pude detectar fue una intensa neblina que mojaba todo y que se mantuvo toda la mañana), aunque para ello tuve que esperar al tractorista del náutico que entra hasta las 7AM; fue una jornada de 3 horas y con tan buena suerte (gracias, Señor), que todos los peces estaban en el mismo sitio donde los encontré ayer. Hubo pargos, corvinas, cochis, bichis, cabrillas y aunque hoy (tal vez porque entré “tarde” a agua), no encontré las barracudas, si había en cambio muchos peces lagartija; obviamente, terminé cansadísimo y me prometí descansar al menos los próximos 5 días.

21.12.20 “Mañanera” (6:30 a 8:30h), de “san lunes” en la embarcación Piñitas y en la que hubo una gran variedad de especies representantes del necton habitual de la bahía de Topolobampo; ello, a pesar de la baja temperatura del agua (17.5°C cuando puse los señuelos Storm; el ambiente estaba a 12°C), pues se prendieron bichis, cochis, cabrillas, barracudas, pargos y corvinas. El agua estaba más o menos limpia y solo la “nata” de tamo de maíz, generado en la carga de barcos mercantes, evidenciaba la reprobable actitud antropogénica que ha sido la constante en nuestra reiterada agresión a la naturaleza; obviamente, llegará el día que tengamos que pagar la factura.

18.12.20 Una jornada (120km, 6h y alrededor de 90 litros de gasolina; esto significa un rendimiento del orden de los 1.33 km/L o un excelente 3.13 millas por galón para los anglofílicos), en solitario, a bordo de la embarcación Pa’ntonces en la que hubo mucho frío (el ambiente a 14°C; el agua a 18°C), aunque lo bueno fue que el pronóstico del internet estuvo acertado y casi no había viento ni olas; como todo parecía “perfecto”, de primera intención se me prendieron 2 barriletes pero los liberé sin tomar fotos. Ese fue mi error porque de “ahí pal real”, no picó nada y si en cambio, los pájaros me hicieron la “trastada” de “bautizarme” en varias ocasiones con sus excrementos; o sea que además de que no saqué nada que valiera la pena (iba por bonitas y por supuesto, dorados), los pájaros (tal vez por encargo del Señor), se encargaron de recordarme que no todo es miel y hojuelas. Finalmente y ya de regreso, cerca de la boya de recale visualicé un cachalote que con toda displicencia disfrutaba de las gélidas aguas.

15.12.20 Hoy y por razones obvias (cansancio típico de viejo), no fui al mar y me puse a trabajar en el jardín con tan buena suerte (gracias a la benevolencia del Señor), que me encontré con este “sujeto” (iguana verde, Iguana iguana en su nomenclatura científica), en uno de los árboles de mango; estaba comiendo los brotos de las hojas, sin mayores preocupaciones (tal vez por su gran tamaño ya que era macho, medía más de 1.50m y pesaba alrededor de los 4kg) y solo me “bufó” (es su defensa), cuando lo tomé y regresé a un sitio donde no la pudieran alcanzar los perros. Espero que llegue a una tranquila vejez tal como yo lo estoy haciendo y cumpla los 15 años que dicen puede llegar a vivir.

14.12.20 Jornada (7 a 8:30h), de “san lunes” (en la embarcación Mi Última), en la que hubo pargos sarteneros (todos fueron regresados a su hábitat sin mayores daños) y muchos, muchos bichis; fui fundamentalmente a llevar gasolina y aproveché para navegar un rato por la escollera de la API y en las estribaciones de San Carlos, donde me encontré al Ing. Mena quién logró muy buenas piezas (en los mismos sitios donde yo andaba), ya que me mostró una enorme corvina que capturó por lo que con ello, se reafirma mi inveterado concepto de que la pesca es suerte en más del 90%.

11.12.20 Una fría “mañanera” (6:15 a 8h), en la que el Señor se encargó de recordarme (mediante el dolor de huesos; principalmente en las articulaciones de las muñecas), lo vetusto que estoy; sin embargo y con cada chirriar de los carretitos (hubo pargos y muchos, muchos peces lagartija), se me olvidaba completamente cualquier malestar físico e inclusive, los 71 años que cargo a cuestas. Todo ello a pesar de que la mini jornada no comenzó nada bien ya que (también atribuible a la vejez), se me olvidó ponerle el tapón a la Piñitas y la primera parte del recorrido, lo tuve que emplear en sacar el agua con el achicador.  

08.12.20 Otra excelente jornada en solitario (recalco que me da mucha confianza el hecho de que el Ing. Mena que por cierto tuvo una formidable pesca este día ya que atrapó bonitas, un medregal, coconaco, sierras y un marlín rayado, vaya también en su lancha), en los alrededores del Farallón ya que hubo muchos barriletes (los más), bonitas, dorados (se me prendió una pareja; subí el macho y dejé ir a la hembra) y hasta un buen marlín que estuvo colgado del señuelo Williamson por un buen rato, hasta que se auto liberó. Gracias a la benevolencia del Señor y aparte de las piezas capturadas, tuve increíbles avistamientos de cachalotes (de hecho, el marlín se prendió cuando pasé a un lado de estos formidables mamíferos), delfines y peces voladores.

04.12.20 Una “mañanera” (6:15 a 8:15h), fría (cuando salí del ejido, la temperatura ambiente estaba a 9°C; en Topo, el agua a 19°C), en la que otra vez confirmé que “los cachitos de suerte se reparten temprano” ya que aún sin aclarar el día y gracias a la benevolencia del Señor, las barracudas estaban ansiosas por embestir los señuelos Storm; luego fueron las corvinas y finalmente (en el inter se prendieron muchos bichis), las sierras. Con esta mini jornada se abre la bitácora de Diciembre, mes que también es muy bueno para la navegación y la pesca por lo que estaremos “cazando” un buen tiempo en el pronóstico para buscar atunes y dorados en el Farallón.