martes, 30 de junio de 2015

30.06.15 Fue hasta las 4 AM que vi el pronóstico en el internet que este día me decidí a ir a la “parcela”; de hecho, había programado un próximo viaje hacia el sitio donde el domingo que llevamos a los nietos, nos picaron las doraditas (se me hacía agua la boca saboreando unos ricos filetes al mojo de ajo) y aunque a las 6:30 ya estaba en el agua, la superficie del mar no estaba tan “smooth” (lisa, tersa), como vaticinaba el pronóstico por lo que llegué a la isobata 33, hasta las 7:30. Puse en el agua 2 señuelos duros y 2 blandos y durante 2 horas, no tuve ningún sonido “adrenalóico” de los carretes 9/0; ya en la isobata 62 y en un señuelo blando, se prendió un picudo que resultó ser un buen pez vela que me hizo trabajarlo durante aproximadamente 25 min, hasta que finalmente y después de evaluar que no lo iba a poder soltarlo (traía el anzuelo clavado por fuera de la quijada superior y a consecuencia de ello, estaba sangrando profusamente), agarré el gancho y después de 2 intentos (ya no soy el mismo de antes; mi destreza es incierta), lo pude subir a la embarcación Mi Última. Bueno, otra gloriosa jornada en solitario (siempre en compañía del Señor), que duró aproximadamente 5 h y recorrí una distancia de 87 km.

lunes, 29 de junio de 2015

28.06.15 Día que el abuelo va a recordar por lo que le queda de vida pues ver a 2 de sus nietos bañarse en el Farallón, en compañía de los amigables pero atemorizantes lobos marinos, es una experiencia inolvidable; esta actitud valiente y decidida no la tiene cualquier niño (e inclusive, hay adultos que no enfrentan el reto). Fue una larga, larga jornada en la que el mar cooperó espléndidamente ya que estuvo tranquilo y además, nos regaló con 4 barriletes (y 2 doraditas que se regresaron al mar), suficientes para que las chicharras de los carretes sonaran y llevaran nuestro nivel de adrenalina (incluyendo por supuesto, a los niños), hasta niveles superiores. Espero en Dios que me facilite el tiempo, la habilidad física, la paciencia y el temperamento adecuado para proseguir con esta tarea de mostrar a los otros 7 nietos que el mar no es nuestro enemigo, que los temores que tienen algunas de mis nueras (si se toman las medidas preventivas adecuadas), son infundados y que la vida en estrecho contacto con el mar, es de lo mejor que el Señor puede permitirnos.

viernes, 26 de junio de 2015

26.06.15 A las 4 de la mañana y tomando la primer taza de café, me di cuenta por las páginas donde veo los pronósticos, de que probablemente iba a hacer buen tiempo en la “parcela”; inmediatamente hice los arreglos correspondientes para irme a mi querencia y para las 6:30 h ya estaba en el agua. Fue este un bonito día donde de nueva cuenta dominaron el escenario los túnidos (otra vez barriletes con todo tipo de señuelos; antes de “rendirme” al cansancio, saqué 10 animales), aunque la diferencia con la salida previa fue que ahora si el mar estaba muy acorde con lo publicado en las diferentes páginas del internet; inclusive la fuente de información más confiable que tengo para evaluar la temperatura del agua y que se localiza en la siguiente dirección, estuvo bastante acertada pues encontré el agua cercana a la costa en 31°C y un poco más afuera, 30°C:


Hubo de todo en esta jornada: delfines, peces voladores, lobos, muchas, muchas caguamas, mantas y a lo lejos, vi saltar un picudo; estaba tan bonito el mar que a diferencia de otros viajes, ahora estuve casi 7 h en el agua y recorrí aproximadamente 120 km. Gracias Señor por permitirme vivir experiencias sublimes como la de este día.

lunes, 22 de junio de 2015

22.06.15 En un día caracterizado por las altas temperaturas (30.5°C en el agua y casi 36°C en el aire) y por lo proceloso del océano (olas secundarias de mayor tamaño a las primarias y por supuesto, con un período menor a 4 segundos; una combinación realmente fastidiosa), los túnidos (léase barriletes), hicieron muy, muy cansada esta jornada de pesca en el Farallón. Estos “molestos” animales (aunque hay veces que no pica nada y los deseamos para que suenen las “chicharras”), se prendían en todo tipo de señuelo; grandes, chicos, duros, suaves, de colores claros, obscuros y en fin, después de cordelar 7 de ellos, me rendí a la pretensión de “lograr” un dorado que engalanara nuestra mesa en una comida familiar. De cualquier forma, otra vez el avistamiento de grandes cantidad de caguamas, de peces voladores y delfines, hizo reafirmar mi convicción que el (la), mar es vida y que debo quedarme con él (ella), hasta el último hálito de vida. La nota “amarga” la dieron 2 barcos atuneros que con la mayor impunidad, atrapan la fauna marina en las aguas circundantes al Farallón, isla que al igual que todas las que se encuentran en el Mar de Cortés, está rimbombantemente catalogada en los documentos oficiales como “Área Natural Protegida” y por lo tanto, no se debe practicar en ellas la pesca industrial.


CLOROFILA Es en la siguiente dirección que he encontrado una herramienta útil para conocer la potencial concentración de clorofila (supuestamente fitoplancton y en consecuencia, zooplancton y niveles superiores de la pirámide alimenticia hasta llegar a lo que nos interesa: los predadores como lo es el dorado), en la zona donde está “mi parcela”; naturalmente, en la franja costera es donde se concentra la mayor cantidad de esta sustancia (la única capaz de producir materia orgánica a partir de compuestos inorgánicos y la luz), debido a que es ahí donde también se concentran los elementos minerales que son responsables del desencadenamiento de este maravilloso y nunca igualado proceso natural, que el Señor ha puesto a nuestra disposición para que en la pesca y muy preponderantemente en la agricultura, se generen los satisfactores primarios que la humanidad ha demandado a través de su estadía sobre la faz de la tierra.

http://www.ospo.noaa.gov/data/ocean/okeanos/images/MODSCW_P2015171_C9_1750_1925_1930_2100-2110_2240-2250_EP05_closest_chlora.png

domingo, 14 de junio de 2015

14.06.15 Otro día fabuloso que Dios me permitió disfrutar en compañía de mi hijo Abelardo y de Isabela (mi nieta “guerrera” del mar), que no se amilanó ante las molestas olas secundarias que insistentemente golpeaban a la Piñahata, como queriendo desplazarla del sitio que por derecho natural, les pertenece. Comenzó temprano la jornada en este 14 de junio y para las 7:30 h ya estábamos en el Farallón buscando, con señuelos duros Williamson Speed Pro, que se inundara nuestro particular y minúsculo recinto flotante, con el adrenalóico (cada vez que pronuncio esta palabreja producto aberrante de mi acendrada pasión-afición-vicio por la pesca, mi esposa y mis hijos no ocultan su enojo), sonido que producen los Penn 9/0 cuando devanan cuerda, al “sentir” la relampagueante embestida de un pez que confunde al señuelo con un apetitoso bocado.  Este día no fue la excepción e Isabela le hizo la faena a las sierras que tenían ganas de “comer” y que por lo contrario, se encontraron con el anzuelo simple engarzado en un artefacto émulo de pez. Otra reconfortante experiencia para seguir sintiéndome vivo y solo espero que los 9 nietos (está próximo a nacer Ricardo con el que completo la novena), tengan las mismas oportunidades que Dios me ha proporcionado. 

viernes, 12 de junio de 2015

12.06.15 Con el fin de tener una idea acerca de las condiciones que pudieran prevalecer durante los siguientes días (el Ing. Mena está inscrito en un torneo que se realizará los días 13 y 14 es decir, a partir de mañana), fuimos a recorrer las aguas alrededor del Farallón (una jornada de 110 km en 6.5 h), donde obtuvimos la siguiente información: 1. El mar va a estar un poco movido, con olas secundarias muy frecuentes y por lo tanto, molestas (hoy no fue la excepción y por lo tanto, terminé muy cansado; el Ing. Mena hace alarde de su juventud y mañana estará presto); 2. La temperatura superficial va a rondar los 28°C; a más de 10 km al 240°, existe una franja con agua a 27°C; 3. Hay muchas caguamas y peces voladores o sea que hay mucha comida para los pelágicos; 4. Los barriletes están “insoportables”; pensamos que con señuelos duros grandes y troleados a más de 16 km/h los íbamos a evitar pero no fue el caso ya que se prendían con todo tipo de señuelos y a cualquier velocidad; 5. Aunque tuvimos un engarce de un dorado grande en el agua menos verde, fue en las proximidades de la costa que los picudos se “entusiasmaron” con los señuelos blandos; fue así como un pez vela y un marlín que no se prendieron totalmente, generaron el “adrenalóico” sonido de los 9/0. En fin, una jornada muy interesante como las que hasta ahora nos proporciona las aguas del Golfo de California. 

martes, 9 de junio de 2015

BCS3 Uno de los tantos detalles que este último viaje nos “regaló” fue el comportamiento (no puedo decir que extraño, raro o habitual pues desconozco las particularidades de esta especie y solo puedo externar mi respeto y admiración por ellos), de un cardumen de tiburones que insistentemente siguieron a una carnada viva que pusimos en el agua; ante la presencia de los voraces predadores, el animalito tenía tanto temor que inclusive con su vigoroso nado, se adelantaba a la cuerda de la que iba suspendido. Estas imágenes me sirvieron para insistir con mi hijo Alfredo de que se abstuviera de lanzarse al agua cuando aproximamos un dorado o un marlín; sé que no me hará caso (ya tiene 38 años), pero al menos voy a seguir insistiendo y mostrándole lo peligros de su actitud. Finalmente, un tiburón perdió el temor a la lancha y de un solo mordisco, redujo a papilla lo que con tanta perseverancia habían estado siguiendo por un buen rato.

lunes, 8 de junio de 2015

BCS2 En lo que si me han hecho caso los hijos y nietos, es el de practicar “la pesca por la pesca, no por el pescado” y la mayoría de los pelágicos (sobre todos aquellos que tienen una lenta tasa de reproducción como son los “picudos”), los regresamos al mar; solo en algunas ocasiones como sucedió en este viaje pues en San José del Cabo contratamos a un “capitán” y después de atrapar un marlín con carnada viva, el susodicho nos pidió que lo subiéramos para llevarse un lomo. El resto nos lo quedamos y lo llevamos un restaurant en Cabo San Lucas donde nos lo prepararon sellado a la plancha y obvio puntualizar que estaba muy pero muy sabroso ya que definitivamente, esas personas saben su oficio a la perfección. Algunas prácticas que utilizamos para liberar a los animales grandes y que definitivamente incrementan la probabilidad de supervivencia, son:
Ø  Uso de guantes húmedos para “manipular” al animal
Ø  No sacar a los animales del agua; sus órganos internos no están “diseñados” para la presión atmosférica
Ø  Usar anzuelos de acero al carbón ya que aun cuando el pez se vaya, sin que tenga daños mayores, lo más probable es que al término de 3 semanas el anzuelo se desintegre
Ø  De preferencia usar señuelos artificiales ya que con la carnada, son más frecuentes los engarces profundos (aún con el uso de anzuelos circulares)
Ø  No utilizar anzuelos triples (grampines), en los señuelos duros
Ø  En los señuelos blandos, utilizar un solo anzuelo simple
Ø  Utilizar el equipo apropiado para que no haya una lucha prolongada ya que el pez puede morirse por un sobre esfuerzo
Ø  Dando avante a la embarcación, procurar hiperventilar al pez antes de liberarlo

domingo, 7 de junio de 2015

BCS1 Creo que una de las innovaciones más aceptables dentro de la fotografía lo constituyen las cámaras GoPro (yo sigo usando la “viejita” Hero2 pero mis hijos ya van en la Hero4), con las que en nuestro reciente viaje a BCS, pudimos capturar escenas increíbles de animales capturados (y posteriormente liberados), al aproximarlos (claro, contra su voluntad), a la Piñahata; la nitidez de las imágenes, la definición de colores y la automatización de la distancia focal, hacen de esta cámara (y de otras similares como la Kodak PixPro, Rollei Actioncams y un largo etcétera), una “herramienta” indispensable para conservar momentos que tal vez no se repitan en el futuro inmediato. Las siguientes tomas han sido “congeladas” de videos que mi hijo Alfredo tomó desde el agua (práctica que repruebo contundentemente, aunque ya nadie me haga caso) y por supuesto, cuando se reproducen, prácticamente se vuelven a vivir esos momentos inolvidables, tanto desde el punto de vista deportivo como de convivencia familiar (en este caso, nietos, padres y abuelos). 

sábado, 6 de junio de 2015

06.06.15 Con el propósito de “mover” frecuentemente los 2 motores Optimax de 225 hp (los cuales están a la venta por $98,000), de la Boston Whaler Outrage de 26’, hoy nos fuimos a la bahía con el Ing. Mena; aparte de que el funcionamiento de las máquinas fue preciso y eficiente, la pesca estuvo productiva pues en las 2.5 h que navegamos, se prendieron 2 pargos que hoy mismo nos vamos a comer en esta su casa. Los 2 pescados los sacó mi acompañante con el sistema de “casteo” que tan bien domina y que para un viejo como yo, resulta algo cansado; sin embargo, es bueno hacerle la lucha en las varias modalidades de pesca que existen ya que en días como hoy, la troleada no fue nada productiva.


miércoles, 3 de junio de 2015

BCS Después de un recorrido de más de 800 km (incluyendo las salidas a pescar en las inmediaciones de San José del Cabo), a Dios gracias estamos de regreso para “relatar” las peripecias de un viaje que comenzó con una tormenta que atrapó a 2 de mis hijos (ya se los había pronosticado pero no me hicieron caso), en medio del Golfo de California, donde hubo vientos fuertes, olas altas y frecuentes, rayos y lluvia. Afortunadamente, la Piñahata y sus 2 motores Honda se portaron de maravilla y después de media hora de incertidumbre, la tormenta pasó y pudieron alcanzar la costa en Los Barriles; antes y en las proximidades de Cerralvo, se atraparon 2 marlines y un dorado, mismos que fueron liberados exitosamente. Luego me trasladé en avión a BCS y después de pasar 5 días pescando (se atraparon otros 2 marlines, gallos, petos y dorados) y disfrutando de todo lo que es capaz de ofrecer Los Cabos, nos regresamos (con Abe hijo), bordeando Cabo Pulmo (lo mismo se hizo en la ida), ya que es área restringida para la pesca, aprovechamos el tiempo y llegamos hasta Ensenada de Muertos (en Los Planes; este lugar se sigue conservando como cuando lo visité en 1985, en el siglo pasado aunque ahora está el restaurant 1535), considerando que así le avanzábamos alrededor de 45 km en la travesía del Mar de Cortés. Así fue y con la brisa y la ola en la “cola” de la Piñahata, nos tomó solo 6 horas cruzar hasta Punta Copas por donde entramos, todavía con muy buena cantidad de gasolina aunque todos “ardidos” por tanta exposición a los rayos solares; y ¡ ……….. seguiré navegando para sentirme vivo!