28.02.22 Se cierra la bitácora de Febrero (mes muy “ventoso”; de hecho, hacía 7 días que no iba a cumplirle a mi afición-pasión-vicio e inclusive, se descargó la batería de la GoPro), con una mini mini jornada (6:30 a 7:45h), en la Piñitas; durante el tiempo que estuve en el agua, todo fue “violencia” ya que hacía un frío inclemente para mis viejos huesos (17°C en el agua y 12°C en el ambiente), un viento helado proveniente del Noroeste con ráfagas hasta de 30 km/h (la embarcación, de aluminio y frágil se tornó ingobernable), pero también “violentas” (gracias a la benevolencia del Señor), estaban las corvinas (en total 5; todas del orden de los 50cm), que van a la mesa de mis vecinos en estos días festivos de carnaval.

20.02.22 Hoy fuimos al Farallón en el embarcación Piñahata y aunque las primeras horas la pesca no estuvo muy productiva, al inicio de la bajada del agua las bonitas (también se prendió un barrilete), se pusieron agresivas (hasta 3 al mismo tiempo), lo que produjo mucha alegría a mis nietos Abe e Isabella; además y como siempre, el Señor montó un soberbio espectáculo con muchos gavilanes saltando sobre el agua y ya en las proximidades de la boya de recale, avistamos una ballena con su característico surtidor.

17.02.22 Llevé a una persona que hará arreglos cosméticos en la fibra de vidrio, debajo de la línea de flotación, de la embarcación Mi Última (manchas de moho) y mientras se realizaba el trabajo, para no desperdiciar una “ventanita” (7:30 a 9h), de calma que hubo en el viento (helado, por cierto), metí a la Piñitas al agua con tan buena suerte (sigo siendo consentido del Señor), que se prendieron unas buenas corvinas (todas de más de 80cm; las regalé al señor que me ayudó a limpiar la embarcación), aparte por supuesto, de los ya tradicionales peces lagartija.

15.02.22 Es muy probable que en los próximos días no haya buenas condiciones para navegar por lo que hoy regresé a Topo escudándome en “hay que navegar cuando se pueda”; el tractorista puso a la Mi Última en el agua donde realicé una corta (7 a 9h), jornada. De nueva cuenta y gracias a la infinita benevolencia del Señor, encontré las corvinas que dicho sea de paso, hoy no estuvieron tan violentas como ayer, siendo los peces lagartija y los cochis los que “cargaron” con la responsabilidad de proporcionarme el agradable cansancio que me quita el frío, las reumas e inclusive atenúa el tinnitus que padezco desde hace más de 40 años (me parecen 100) y que avanza inexorablemente sin remedio (hasta ahora), con la edad.

14.02.22 Una mini mini jornada (6:45 a 8h), “mañanera” de “san lunes”, con un viento helado y para mis viejos huesos, mucho frío (la superficie del mar a 18°C); pero como debo navegar para sentirme vivo (también me escudo en la frase “vivo para navegar”), puse a la Piñitas y a los señuelos Storm en el agua. Inmediatamente sentí las buenas vibras del Señor que me puso donde las corvinas (fueron a la cocina de mis vecinos en el ejido), estaban violentas pues en varis ocasiones, se prendían 2 al mismo tiempo; obviamente, también hubo cochis y peces lagartija con los que finalmente logré el agradable cansancio que tanto anhelo para este gélido y comercial día de la amistad.

09.02.22 Puse a la Piñitas en el agua (6:45 a 8:45h), pues hacía mucho tiempo que no la usaba y afortunadamente no me defraudó ya que se portó de maravilla; además, aún con la marea de bajada y un frío que calaba hasta los huesos, se prendieron peces lagartija, cochis, pargos y corvinas que ahora fueron para mis vecinos en el ejido. La de hoy fue una salida muy especial porque gracias a la infinita misericordia del Señor, ayer me permitió celebrar los 20 (casi no lo creo), años del mayor de mis 10 nietos, a quién le deseo lo mejor de la vida y cuando tropiece (todos lo padecemos alguna vez), se levante y con mayor fortaleza reanude su transitar por la existencia.

07.02.22 Fui al náutico a quitar la cuerda que se le había quedado enrollada a la propela del DF90A y cuando hube terminado la tarea, quise ir a probar el arreglo hecho; estuve en el agua de 8 a 10h, con frío, aire y una marea prácticamente inmóvil pero aún así (gracias a la benevolencia del Señor), encontré las corvinas (se quedaron en el náutico), hubo roncachos y muchos, muchos piques de peces lagartija. En esta ocasión perdí (a causa del muy bajo nivel del agua), un señuelo Bomber de 11cm que se atoró tal vez en un pedazo de chinchorro, pero que originalmente pensé era un buen pez (sentía que me halaba), hasta que el monofilamento se rompió.

04.02.22 Después de días ventosos y con lluvia, hoy pude abrir la bitácora del mes con una mini jornada (7:30 a 9:30h; hacía mucho frío, viento helado y la superficie del agua estaba a 17°C), en la embarcación Mi Última; como siempre, los peces lagartija estaban violentos así como las corvinas, que hoy se volvieron a quedar con los tractoristas del náutico. Además de lo intenso que estuvieron los piques, el Señor me deparó una “gorda y dientona” sorpresa ya que se prendió en un señuelo (es la segunda vez que pasa), un macro botete que quise subir con la cañita y pues me rompió la punta; no solo eso sino que durante la pelea, no me fijé y pasé sobre un cabo, se enredó en la propela y se amarró por lo que para regresar, tuve que hacer malabares en el agua y arreglar el desperfecto.