10.05.18 De nueva cuenta (con el de este consumista día de las madres, van 6 acercamientos seguidos con mi “querencia” lo que constituye todo un récord para mis casi 69 años de edad), realicé una brevísima mini jornada (6:15 a 8:15h), dentro de la bahía de Topolobampo en la embarcación Mi Última, ya que las ráfagas de viento estaban tan intensas que en la Piñitas (opción seleccionada para esta última salida durante el mes de mayo), seguramente me iban a generar malos ratos; al igual que el día de ayer, los pargos (hoy se prendieron 7; me traje 3, de 37, 40 y 52cm, este último muy peleonero ya que casi saca todos los 70m del monofilamento del carretito Okuma Trinity 4000), estaban muy proclives para con los señuelos Storm y Bomber por lo que esta definitiva despedida del mes de mayo de mi pasión-afición-vicio, resultó (obviamente se lo agradezco al Señor), de lo mas satisfactoria que pudiera esperarse. Afortunadamente, en esta jornada no se prendieron bichis ni cochis y por el contrario, hubo roncachos que con el característico sonido que producen (hacía mucho tiempo que no lo escuchaba), me hicieron aumentar los casos y cosas que voy a extrañar durante mi ausencia por las siguientes semanas.

09.05.18 Una excelente y brevísima mini jornada (6:15 a 7:45h), en la que los señuelos Storm “solo” atraparon cochis y pargos (me traje 2; uno de 43cm y otro de 55cm que peleó bravamente por un lapso del orden de los 7min y que por supuesto, generó ese intenso y adrenalóico sonido en el carretito Okuma Trinity 4000, que tanto me place y por el que me tiene atrapado este “bendito” vicio-afición-pasión), aunque la excursión de este día no comenzó precisamente bien ya que de primera intención y frente al náutico, se enredó en la propela del motor Suzuki de 15hp, una cuerda de pesca, de monofilamento que tenía en un extremo una botella de plástico y en el otro, un anzuelo y una plomada; estuve más de 10 min (debido a que aún no se generalizaba la claridad del día), tratando de liberar las aspas y cuando por fin lo logré, me dirigí de inmediato al Pinto pues debía llegar cuanto antes (el pronóstico decía que después de las 7h, la intensidad del viento se iba a incrementar, lo que haría poco maniobrable la embarcación Piñitas), donde logré capturar, gracias a la infinita benevolencia del Señor, los peces que en un futuro próximo, serán el platillo de las recurrentes comidas familiares.

08.05.18 Aunque todavía no he decidido si esta mini mini jornada (6:15 a 8:15h), es mi “despedida” de la embarcación Piñitas, debo consignar que ella y principalmente los señuelos Storm de 07cm se portaron de maravilla (obviamente, gracias a que sigo estando en las preferencias del Señor), pues antes de que se generalizara la claridad del día, ya habían sido embestidos por los pargos (me traje “solamente” 3; uno de 41cm, otro de 39 y uno de tan solo 34cm que se tragó todo el anzuelo simple y para sacárselo, hube de lastimarlo mucho), además de los omnipresente bichis y los  peces lagartija. La marea de bajada estuvo acarreando mucha basura y en el Pinto (donde extrañamente  no había ningún pescador comercial), la troleada se volvió muy caótica ya que había que estar sacando continuamente los señuelos Bomber para limpiarlos de algas, plásticos y cuerdas de nylon, por lo que me regresé a la escollera de la API y después de darle otra “pasada” me direccioné al náutico ya que los 4 días continuos que le he dedicado a mi vicio, me tienen profusamente cansado y en contradicción, muy satisfecho.

07.05.18 En este “san lunes” (efectivamente, hubo poco tráfico de pescadores comerciales) y a pesar del cansancio de la farallonera jornada de ayer realizada en la lancha Pa’ntonces, fui a “despedirme” (próximamente estaré fuera de mi “querencia” por alrededor de 3 semanas), de la embarcación Sea Hunt (Mi Última), poniéndola en el agua para una corta (6:15 a 8:15h), sesión de navegación por mis sitios de pesca dentro de la bahía; en esta ocasión y para que fuera una muy grata despedida, los señuelos Storm se discutieron atrapando pargos (uno muy bueno de 45cm que inclusive se enredó en los pilares del muelle de la API por lo que salió todo raspado), sierras, peces lagartija, cochis y por supuesto, los pululantes bichis que estaban por doquier.

06.05.18 Una excelente jornada (7 a 12:30h), en compañía del Dr. Pedro Gallardo, donde el pronóstico del internet para este día se cumplió cabalmente ya que hubo mar calma, temperatura agradable del orden de los 24°C, aunque con presencia de elementos “extraños” como algas (sargazo desprendido del fondo marino) y basura antropogénica (bolsas de plásticos, botellas y pedazos de cuerda de nylon); además, había una gran cantidad de caguamas y gavilanes que nos dieron un soberbio espectáculo con sus piruetas y acrobacias. Pusimos en el agua señuelos Williamson Speed Pro de 18cm, mismos que fueron del agrado de sierras y jureles, aunque no podemos decir que estaban precisamente frenéticos en su accionar ya que durante mucha parte del tiempo, los señuelos solo se “pasearon” por las cercanías del Farallón que como siempre, lució lleno de vida (lobos marinos, gaviotas, alcatraces, etc.), que lo hacen un magnífico atractivo visual para el par de viejos que como recién llegados a la existencia, disfrutan (con la benevolencia del Señor), del placer de navegar.

05.05.18 Una mini jornada (6:30 a 8h), en la embarcación Piñitas y solo porque tuve “necesidad” (mas bien fue mandato), de no interrumpir en las labores de limpieza de la casa en el ejido; contra todo lo esperado, (por la marea de bajada), el agua estaba razonablemente limpia y además, había escasa concurrencia de pescadores comerciales (tal vez porque van a celebrar la Batalla de Puebla), aunque también los peces no estaban precisamente proclives al embiste de los señuelos (en esta ocasión y por razones del tirante del agua, utilicé curricanes Rapala Floating obviamente, con anzuelos simples), ya que “solo” atrapé bichis, cochis y la mayoría fueron toros (ninguno pasó de los 30cm), que después de 3 días sin atender mi vicio-pasión-afición, resultaron perfectos para sentirme satisfecho y dispuesto a seguir “cansándome” en el mar (hasta que el Señor disponga otra cosa), de esta singular manera.

01.05.18 En esta jornada con la que se abre la bitácora de mayo, fuimos al Farallón en compañía del Dr. Pedro Gallardo y como recuerdo, aparte de las cahuamas, los gavilanes, los lobos, bonitas (nos trajimos una) y un enorme marlín que visualizamos, nos queda el extremo cansancio que nos produjo la mar que de ninguna manera estaba en las condiciones que las pronosticaban las páginas del internet pues hubo olas de más de 0.80m a cada 3 o 4 segundos; definitivamente, fue una vivencia que como par de viejos que somos, no quisiéramos repetir al menos en un futuro próximo. Lo mejor de todo fue la amena plática que se generó durante todo las 5h (7:30 a 13:30h), que duró el “suplicio” que estoicamente aguantamos para conservar la dignidad ante propios (nuestros familiares) y extraños (compañeros del náutico), que también andaban “sufriendo” haber osado adentrarse en el mar en las condiciones en las que estaba la masa de agua.