31.12.22  Inmejorable manera de terminar el año con una jornada en el Farallón, en compañía de mi hijo Alejandro y por supuesto, del Señor que con su infinita bondad, permitió que a pesar del intenso frío, unas ráfagas de aire que no estaban pronosticadas y unas olas muy molestas, todo marchara bien en la navegación, la pesca, en el funcionamiento de los motores, etc. En esta importante fecha, volvimos a encontrar los dorados (tanto machos como hembras; también hubo barriletes) y para nuestro deleite visual, encontramos peces voladores y muchos delfines que con sus piruetas en las proximidades de la embarcación, nos asombraron sobremanera. 

29.12.22 Una excelente jornada la que experimentamos en este día de las postrimerías del año, en compañía (por supuesto), del Señor y de mi hijo Alejandro, por los alrededores del Farallón ya que llegando encontramos las bonitas, luego los jureles se interesaron por los señuelos que pusimos en el agua y finalmente, fueron los dorados los que completaron la exitosa salida en la embarcación Pa’ntonces. Además de los peces, avistamos marlines, tiburones, peces voladores, delfines y los omnipresentes lobos marinos por lo que solo resta ratificar lo que siempre he expresado:¡Cómo voy a extrañar días como este cuando me muera¡

27.12.22 Jornada en el Farallón, con Alejandro mi hijo, Neto Valdez y Marcos Gastélum (además por supuesto, de la omnipresencia del Señor), en la que hubo bonitas y lo imprevisto en esta jornada, fue el “ataque” de un gran lobo marino que prácticamente seccionó un jurel que habíamos atrapado y del cual solo nos dejó la cabeza; durante todo este incidente, Alejandro "cordeló" al lobo (fueron más de 15min de expectación pues soltaba al pez y luego lo volvía a atrapar entre sus fauces; primero lo vimos cuando lo traía por la cola, luego lo agarró del lomo y finalmente lo mordió muy próximo a la cabeza), pues no queríamos perder el señuelo, así que al finalizar el evento, Alejandro terminó muy cansado y con una experiencia más en su currículo de pescador deportivo.

25.12.22 Una “mañanera” (6:45 a 8h), de domingo navideño con mucho frío, muy húmeda pero sin viento y lo que es más relevante, sin tráfico de embarcaciones (hasta próximas las 8h visualicé una de ellas), comerciales o deportivas; en ese entorno, me tocó presenciar (gracias a la bondad del Señor), un espectáculo maravilloso cuando al menos 3 grandes delfines, al unísono saltaban (lo hicieron hasta 4 veces), fuera del agua. Los peces (cochis, bichis y “señoras” corvinas), también estuvieron proclives a embestir los señuelos que puse en el agua y lo novedoso de hoy es que pasó algo inédito (en mis más de 60 años de pescador nunca antes había vivido esta experiencia), cuando una liza (mugil cephalus), pez herbívoro y relevante representante de los forrajeros, atacó y se prendió del hocico en uno de los anzuelos simples con los que habilito mis curricanes.

23.12.22 Los buenos resultados de ayer me incentivaron a relegar el cansancio (cuando me vaya, ya tendré mucho tiempo para reposar) y hoy repetí una breve “mañanera” (6:45 a 8h), navegando por los mismos sitios donde ayer estaban las corvinas y los bichis. Todo estaba muy húmedo y tal vez por el frío (y la edad), que genera torpeza, al subirme a la Piñitas resbalé y tire la GoPro al agua por lo que no pude utilizarla en esta jornada que, con la benevolencia del Señor encontré (para beneplácito de mis vecinos), los mismos peces (una de ellas, “señora” corvina de más de 50cm) que de nueva cuenta, me permitieron satisfacer mi pasión-afición-vicio.

 

22.12.22 “Mañanera” en una cabalística fecha (hay muchos 2’s), en la que realicé una brevísima mini jornada (6:45 a 8h), ya que estaba haciendo mucho frío (la superficie del agua a 17°C), había mucha humedad (se empañaba con frecuencia el objetivo de la GoPro) y el viento con rachas de 20km/h; sin embargo y para beneplácito de mis vecinos, encontré un cardumen de corvinas (entreveradas con los bichis), que me permitieron (gracias a la bondad del Señor), alcanzar el agradable cansancio que tanto disfruto en este último tramo de mi existencia. 

18.12.22 A las 4h de este domingo visualicé que con todo y frío, una marea de bajada, las ráfagas de viento, la altura de la ola y la frecuencia de la cresta podían manejarse en la embarcación Pa’ntonces por lo que decidí avituallarme para el caso (tobilleras, rodilleras, faja y muñequeras) y hablar con mi hijo Alejandro para que nos acompañara (el Señor también fue con nosotros), en una jornada por los alrededores del Farallón y aunque los peces también tenían frío (se veían muchos cardúmenes en el profundímetro), no estuvieron precisamente interesados (excepto los barriletes y en la parte del cerro donde no incidía el viento ni las olas), en los señuelos que pusimos en el agua. Como espectáculo, el viaje fue todo un éxito ya que había infinidad de delfines, lobos y varias ballenas por cuyo surtidor hacían que el agua alcanzara impresionantes alturas.

16.12.22 Otra “mañanera” (6:30 a 8:30h), con mucho frío (ambiente a 9°C, esto inmediatamente después de que saliera el sol), aunque para mi beneplácito, hoy estaban menos fuertes las ráfagas de viento; los “piques” de los peces a los señuelos que puse en el agua, en esta ocasión fueron ejecutados por cochis, peces lagartija y coconacos, organismos estos últimos que comparten el mismo nicho marino de los cochis. Los peces que con la benevolencia del Señor fueron capturados en esta breve jornada y que con su enérgico accionar me proporcionaron una agradable tonificación de mis vetustos músculos y huesos, fueron liberados indemnes gracias al uso de anzuelos simples.

14.12.22 Una breve “mañanera” (6:30 a 8h), bastante ventosa (ráfagas hasta de 30km/h), mucho frío (9°C), en la que el Señor se conmovió por mi persistencia y me permitió subir un soberbio ejemplar de pargo (52cm; también hubo cochis y peces lagartija), que va a ser zarandeado las fiestas decembrinas. El pargo dio una épica “pelea” ya que el frío y el viento no me permitían maniobrar adecuadamente y además, el pez resultó ser muy luchador y en al menos 3 ocasiones que lo pude acercar a la Piñitas, emprendió huidas espectaculares tanto hacia el fondo como en la superficie; en una de ellas se pasó por debajo de la embarcación y me “apareció” al otro lado por lo que rápidamente, con el motor tuve que dar marcha en reversa temiendo que reventara el monofilamento.

12.12.22  Salida al Farallón (con el Señor y los Abe’s), de contrastes pues el pronóstico decía que íbamos a tener un mar plano y calmo y así fue pero también señalaba que la temperatura del agua iba a rondar por los 22°C y esto fue una falacia ya que en la superficie, el agua nunca estuvo a mas de 19°C y el ambiente unos 2 o 3 grados menos es decir, hacía mucho frío; la jornada fue floja y el estridente sonido de los carretes, solo se escuchó esporádicamente con los jureles que andaban comiendo en la superficie (el único que se nos prendió se auto liberó después de sacar una buena cantidad de línea) y de las sierras (recordé a mi amigo Pedro Gallardo que tanto le gustan), que están de muy buen tamaño.

07.12.22 Una breve “mañanera” (6 a 7:15h; hacía mucho viento; había muchas algas; tuve frío), pero el Señor me regaló el espectáculo de un magnífico arco iris y además, los peces (“solo” hubo pargos y corvinas; todo fue regresado al mar sin aparentes daños), estuvieron presentes en cuanto bajé la embarcación Piñitas y puse los señuelos en el agua. Uno de los pargos “peleó” por lo menos durante 7 minutos y su accionar me permitió tomar la decisión de retirarme antes de que pudieran afectarme físicamente, las condiciones climáticas imperantes. 

05.12.22 Una mini jornada “mañanera” (6 a 8h), de “san lunes” con marea enérgica, mucho viento, nublado y con la superficie del agua a 20°C, variables que no impidieron (gracias a la benevolencia del Señor), que los peces (cochis, bichis, peces lagartijas y hasta un merito sartenero; todo fue regresado a su hábitat sin mayores daños), se interesaran por los señuelos que puse en el agua. Quiero hacer la rectificación acerca de los peces que atrapé y relacioné en esta bitácora, el 30.11.22 ya que la familia a que pertenecen es Ephippidae y específicamente este animal es el Chaetodipterus faber y cuyo nombre vulgar es Spadefish.

02.12.22 En compañía del Señor, hoy fui (después de ponerme tobilleras, rodilleras, faja en la cintura y muñequeras), con mi hijo Abe a dar una vuelta al Farallón, principalmente con la intención de abrir la bitácora de este, el último mes de año y aunque firmemente pensamos que iba a haber otro múltiple encuentro con los picudos, la verdad es que estos brillaron por su ausencia. No obstante, nuestro misericordioso acompañante nos permitió encontrar sierras, bonitas y toros con lo que la jornada estuvo más que movida y si a esto le agregamos el magnificente espectáculo de ver a los cetáceos saltando totalmente fuera del agua, así como los acrobáticos brincos de las mantas, pues el viaje estuvo más que placentero.