26.12.19 Extraordinaria jornada (7 a 13h), la de ayer (hasta hoy me estoy recuperando de la fatiga y eso que yo nada más maniobré la lancha y en ocasiones, “traté” de manipular el gancho), en la que con Alejandro y Neto Valdez Jr. disfrutamos de una magnífica y adrenalóica convivencia ya que los señuelos que pusimos en el agua, fueron embestidos reiteradamente por jureles (estaban antes del Fara, como a 4km al Sur), bonitas, marlines (para las 9 de la mañana habíamos liberado 2 y otros 2 se auto liberaron; el que se prendieran tan temprano les salvó la vida ya que por logística, subirlos iba a presionarnos el regreso más temprano) y 9 atunes (se prendieron 14 pero unos se soltaron, otros rompieron la cuerda, otros desdoblaron los anzuelos y otro mas abrió el gancho del líder), todos de más de 25kg y lo bastante vigorosos para que con los que subimos, nos retiráramos del “campo de batalla”, agradablemente cansados y eufóricos por la excepcional benevolencia del Señor.

23.12.19 Primera vez que Ricardo (el nieto de solo 4 años), va al Farallón y la benevolencia del Señor permitió que fuera una magnífica experiencia para él (también para el Abe nieto y mi hijo Alejandro), ya que el mar estaba calmo (tal como lucía el pronóstico), la temperatura ambiente muy agradable y lo mejor, con el agua en los alrededores de los 22°C, los peces (barriletes, bonitas y atunes), estaban muy proclives a embestir los señuelos que les ofrecimos. Además, todos disfrutamos del soberbio espectáculo de ver un mar rico en especies ya que inclusive avistamos caguamas.

21.12.19 Ahora con el Abe, el nieto Ricardo volvió a sentir la emoción de capturar (y liberar; este día se rompió el “record” de la anterior excursión ya que se prendieron 14 piezas contra 10 de la vez anterior), pargos, cabrillas y peces lagartija (hoy y para nuestra buena suerte, extrañamente no se prendió ningún bichi), que hicieron el deleite de la “concurrencia” y la profunda satisfacción de mi hijo Alejandro y por supuesto, del “abuelo del mar”, mote con el que me tienen identificado los 10 nietos actuales. Sinceramente, ya son muchos por lo que espero que no haya más, en lo que también está de acuerdo mi esposa, la “abuela del mar”.

19.12.19 El frío (el agua estaba, por primera vez por debajo de los 20°C), no impidió que mi nieto Ricardo (tiene solo 4 años), disfrutara de una jornada (7 a 9:30h), muy entretenida ya que logró atrapar 10 piezas entre bichis, cochis, corvinas y hasta un pez piedra (hacía mucho que inclusive yo no veía uno tan grande), por lo que ya “amarró” (con la venia del Señor, por supuesto), la próxima salida para el sábado (ahora tal vez en compañía de su primo Abe), independientemente dijo, de como vaya a estar el frío pues vino (para beneplácito del abuelo y su padre Alejandro; ellos viven en Mty.), muy motivado (casi eufórico), con la navegación (manejó un rato la embarcación) y la pesca.

16.12.19 Temprano me preparé para manejar 2 opciones de navegación, siendo la primera de ellas salir al Farallón y la segunda, quedarme dentro de la bahía; por lo tanto, me llevé equipo (cañas, carretes y señuelos), para una u otra alternativa y después de ver un banco de nubes a lontananza, pues me decidí a quedarme en lo más seguro. El Señor predispuso que la selección fuera bastante acertada (realicé una “mañanera” muy ajetreada, de 6:45 a 8:45h en la embarcación Mi Ultima), ya que hubo corvinas y pargos para mi beneplácito y por supuesto, para mis vecinos en el ejido.

14.12.19 Ante la inminente llegada de hijos y nietos que vienen a pasar las fiestas decembrinas en su “terruño”, hoy me fui a poner a punto la embarcación Mi Última y para no desaprovechar la ida al náutico, realicé una corta mañanera (7:15 a 9h), en los lugares donde anteriormente estaban las corvinas; no las encontré (aunque si había muchos bichis y cochis) y con los señuelos Bomber de 16 cm (ahora se han “puesto de moda” porque es la única manera de minimizar que se prendan los bichis), saqué pargos de buen tamaño que van a ser (junto con los filetes de dorado), la comida fuerte de estas próximas fiestas.

12.12.19 Una muy entretenida jornada mañanera (6:30 a 8:30h), guadalupana (apenas me estoy recuperando de la refriega que me pusieron los dorados del lunes próximo pasado), en la que además de toros, cochis, bichis y cabrillas, también se interesaron por los señuelos Bomber que puse en el agua (según los utilicé para desestimular al necton indeseable),  las corvinas “panzonas” (solo estas últimas me traje para mis vecinos en el ejido), que estaban en el mismo sitio donde las dejé hace una semana.

09.12.19 Una muy bonita mañana (6:30 a 11:30h), en solitario y en la embarcación Pa’ntonces, realizada en los alrededores del Farallón, con una ola de tan solo 30cm a cada 8seg; además, me sentí muy confiado ya que el Ing. Mena también hacía un recorrido por los mismos sitios. Se me prendieron varios dorados (7 en total de los cuales solo pude levantar 3 ya que los otros se fueron mientras sacaba las demás cañas; afortunadamente, los que subí eran machos) y visualicé caguamas, mantas y peces voladores; el agua estaba a 22°C y solo hasta después de las 11 se puso un imprevisto viento del Este que “arruinó” el soberbio espectáculo que el Señor nos estuvo prodigando durante las primeras horas de la mañana. Obviamente, terminé bastante cansado y dolorido de todo mi vetusto cuerpo a pesar de usar rodilleras, muñequeras, coderas, etc., etc.

05.12.19 Una intensa mañanera (6:30 a 8:30h), ya que inició con embistes enérgicos de toros sobre los señuelos Storm; seguidamente, encontré las corvinas “panzonas” que tanto gustan a mis vecinos y finalmente (nos sin antes atrapar cabrillas, peces lagartija y cochis), llegaron los bichis que se pusieron muy “abusivos” ya que aún con los señuelos Bomber de 16cm (supuestamente los usé para desestimular la atención de estos indeseables organismos), se prendían de a 2 por vez lo que derivó en un manifiesto (y placentero), cansancio para mi vetusta humanidad que tanto tiene que agradecerle al Señor.

03.12.19 Hoy estuve en Topo realizando una “mañanera” (6 a 8h; en la embarcación Piñitas y con el motor Suzuki de 6hp), fundamentalmente para abrir la bitácora de Dic. y por la actividad que hubo, pinta muy bien; la marea estaba inmóvil, la superficie del agua a 21°C pero eso no limitó a los cochis, bichis, cabrillas y corvinas “panzonas” (se me prendieron 7 animales pero solo pude subir 4, suficientes para las necesidades alimenticias de mis vecinos en el ejido), que me cansaron mucho (pero satisfactoriamente) y mantuvieron en el inicio de este último mes del 2019, las expectativas de seguirle cumpliendo y con la venia del Señor, a esta profunda afición-pasión-vicio.

30.11.19 Para cerrar la bitácora de Nov. hoy fui con el Abe nieto a la “mañanera” (7 a 9h), en la que pasamos frío (y hasta “vergüenzas”; los pescadores comerciales estaban sacando buenos pargos con camarón vivo) y aunque nosotros solo sacamos cochis con los señuelos Storm, hubo una gran convivencia (y también desavenencias, sobre todo durante los períodos en los que no picaba nada), que estrecharon aún más la relación abuelo-nieto.

29.11.19 Se terminó la espera (fueron 3 días de “encierro”; por la lluvia, ni siquiera la podadora o la desbrozadora pude usar y pues ya me sentía anquilosado) y aunque la “mañanera” de hoy (6 a 8h), fue fría (el agua a 22°C), ventosa (14 km/h con rachas de hasta 30 km/h), con una marea muy fea (el agua entrando y el viento del OSO, levantaban olas que mecían frenéticamente a este vetusto navegante), con mucha basura antropogénica (producto del escurrimiento de las recientes precipitaciones) y con una humedad en el ambiente que casi mojaba, la magnificencia del Señor me permitió disfrutarla plenamente ya que hubo corvinas “panzonas”, los omnipresentes bichis, cochis y hoy se agregó al “concurrido” necton, los peces lagartija, sintomático del cambio de temperatura en la bahía.

25.11.19 La “mañanera” de hoy (7 a 9h; salí "tarde" porque tuve que esperar al tractorista del náutico ya que le “tocaba” navegar a la embarcación Mi Última), de este “san lunes” transcurrió en un ambiente frío y nebuloso (se esperan lluvias para los próximos días), pero muy activo porque además de los ya infalibles bichis (tuve que usar Bomber de 16cm para desestimular su embiste), hubo sierras (ya están de buen tamaño, del orden de los 50cm) y corvinas “panzonas” que me traje para mis vecinos en el ejido. Solo espero que con la complacencia del Señor, para cuando pase el próximo mal tiempo (se espera que dure 4 días; hasta el sábado se va a poder salir), las sierras y las corvinas estén en el mismo sitio en que las dejé hoy.

22.11.19 Ante la petición de mis vecinos del ejido de que querían tener más pescado (este fin de semana van a tener fiesta), “tuve” que ir a Topo y durante la mañanera (6 a 8h; estuvo haciendo frío, con el agua a 24°C), las corvinas “panzonas” (a Dios gracias, hoy no se prendieron bichis que con lo torpe que se pone un viejo con las bajas temperaturas, seguramente me iban a inyectar su ácido fólico), no me hicieron quedar mal. También tuve que habilitar la sujeción de la única cámara Go Pro (Hero 5), que me queda para flexibilizar su funcionamiento en las embarcaciones; obviamente, me sorprendió su resolución y lo nítido de las imágenes.

21.11.19 Solamente la benevolencia del Señor es capaz de “conservar” en el mismo sitio de hace 10 días, las corvinas (me traje 3 “panzonas” para mis vecinos en el ejido) y los pargos (los había chicos, medianos y grandes; me traje solo uno de 55cm que tenía como ½ kilo de grasa abdominal), que he estado atrapando (y liberando; también hubo bichis y roncachos), en mis “mañaneras” (la de hoy fue de 6 a 8h), dentro de la bahía de Topolobampo. Sin embargo, no todo fue “miel sobre hojuelas” ya que en esta nota, debo consignar la baja definitiva de una de mis cámaras GoPro (la Hero2), que me había acompañado en mi acendrada afición-pasión-vicio, por muchos años.

14.11.19 Hoy cometí uno de los tantos exabruptos que he realizado en mi septuagenaria vida pues saqué de clases al Abe nieto (a pesar de que siempre he externado que estoy en contra de que los niños pierdan clases, no tanto por lo que aprendan o dejen de aprender sino por disciplina; con 6 años cumplidos, está cursando el primer año de primaria), para que me acompañara al sitio donde hace poco sacamos varios dorados. Con remordimiento y todo, a las 8:30 (salimos del náutico a las 6:45), el sonido adrenalóico de un Penn 9/0 se dejó escuchar (era un dorado macho) y el Abe me pidió ser él quién “trabajara” al animal lo que me dio mucho gusto; el caso es que lo acercamos y pudimos subirlo, lo que dio pauta para un festejo inimaginable entre abuelo y nieto, aunque después de este evento, decidimos regresarnos al náutico a donde llegamos a las 11h.

11.11.19 Un “san lunes” muy acuoso ya que durante toda la “mañanera” (6:30 a 8:30h), no dejó de lloviznar (en algunos momentos con intensidad), pero me metí al agua porque quise comprobar el comportamiento de los peces cuando hay nubes (poca penetración de la luz solar) y las gotas de lluvia inciden sobre la superficie del mar (y también en el lente de la cámara GoPro). El resultado fue sorprendente ya que contrario a lo que se piensa y dice, las corvinas (me las traje para mis vecinos en el ejido), estaban donde antier las dejé, así como los pargos (me quedé con uno muy bueno de 44cm) y durante todo el lapso de tiempo que estuvo subiendo la marea, embistieron (por supuesto, también los bichis), a los señuelos que puse en el agua.

09.11.19 Una “mañanera” (6 a 8:15h), sabatina en la que el Señor se prodigó en proporcionarle adrenalina a este vetusto cuerpo ya que además de los indeseables bichis que hoy estaban más que crecidos (hubo algunos de hasta 45cm), se prendieron pargos (muy temprano, todavía sin que la claridad se generalizara; me traje uno de 40cm), coconacos (todos fueron regresados al agua ya que últimamente hemos comido muchos peces de esta especie) y corvinas “panzonas” (me traje 3 para mis vecinos en el ejido). Obviamente, terminé más que cansado y satisfecho de que a pesar de la lesión que tengo en un codo (me golpeé con un árbol realizando tareas en el jardín de la casa), la codera que estoy usando minimiza (junto con la adrenalina), el dolor de los tejidos duros y blandos que rodean el sitio dañado.

07.11.19 Pues fue menos el tiempo que pude “aguantar” sin estar con mi “querencia” y hoy por la mañana, cuando visualicé el pronóstico y vi que en el lapso de la “mañanera” (6 a 8h), se iba a dar la pleamar superior y que además, la presión atmosférica tendría un incremento importante, decidí ir a Topo (estuvo muy nublado e inclusive me lloviznó por lo que además de la pesca, pude disfrutar del arco iris), para hacer un pequeño recorrido por el frente de la escollera de la API. Y tal vez por ser un consentido del Señor, los animales estuvieron muy pero muy activos ya que “disfruté” (no terminé cansado sino exhausto), de las peleas de múltiples barracudas, bichis, cochis, cabrillas y coconacos; de estos últimos me traje 2 buenos, uno de 39cm y el otro de 42cm.

05.11.19 Ante la nada remota probabilidad de que en los próximos días no pueda salir a cumplir mi “compromiso” con la mar, hoy decidí realizar una corta “mañanera” (6 a 8h; además, es cumpleaños 70 de mi esposa y durante la mañana va a tener un convivio), con tan buena suerte que además de los infalibles bichis, también hubo cochis y corvinas (me traje una muy buena para mis vecinos en el ejido), lo que “alimentó” mi resistencia a la angustia (misma que con la ayuda del Señor voy a bien llevar), que siento al pensar que al menos voy a estar 3 días fuera de circulación marina.

04.11.19 Una “mañanera” (6 a 8:30h), de “san lunes” en la que los coconacos (me traje uno de 38cm que es la medida justa para una comida con mi esposa) y los infalibles bichis (extrañamente, hoy no hubo cochis ni tampoco barracudas), se encargaron de generar el “agradable” cansancio que busco para seguir sintiéndome “consentido” del Señor. Aparentemente, a los pescadores comerciales se les escondió el camarón ya que a pesar de ser lunes (con marea inamovible), había muchas lanchas circulando por la bahía y como siempre, los pescadores “domingueros” cargan de basura la masa de agua.

02.11.19 Era “necesario” abrir la bitácora de Noviembre por lo que decidí hacer una “mañanera” (de 5:50h; porque “la suerte se reparte temprano”, a las 8:30h), en la embarcación Piñitas y a pesar de ser una marea “muerta” (la luna esta “cuarteada”), los peces estaban sumamente proclives a embestir los señuelos que puse en el agua; hubo muchos bichis, cochis, cabrillas y también, barracudas, corvinas y coconacos. La temperatura del agua en la superficie estaba a 26°C (ello explica la presencia de las barracudas), como es fecha conmemorativa, había pocos pescadores comerciales y por el número de piezas capturadas (la mayoría de ellas fueron liberadas, acción que también genera el “agradable cansancio que busco), presiento que en este mes que se inicia, el Señor me mantiene entre sus consentidos.

30.10.19 A las 4h visualicé en el internet que algunas páginas mostraban buen tiempo para salir a la cota batimétrica donde el domingo pasado estaban los dorados machos, por lo que me preparé para realizar una jornada en solitario, a las proximidades del Farallón; sin embargo, una vez que puse la lancha Mi Última en el agua (6:30h), me percaté de que el pronóstico estaba totalmente errado ya que la ola primaria estaba del sur, la secundaria del oeste y todavía detecté una ola de viento que provenía del norte, así que aquello era una mezcla no apta para mis vetustos huesos. Mi “angustia” llegó al grado de ofrecerle al Señor que cuando sacara la primer pieza, me regresaría al náutico pero llegó un primer dorado (8h) y no se quedó prendido, luego fue un pez vela (8:30h), que “jugó” con el señuelo y fue hasta las 9h cuando por fin un carrete 6/0 inició la adrenalólica melodía que tanto me gusta, al prender firmemente un muy buen pez vela (midió más de 2.20m y pesó 38kg), que después de 22min de pelea, pude subirlo y tal como estaba hecha la promesa, me direccioné a Topo a donde llegué a las 10:45h, bien satisfecho, cansado, mareado y todo molido.

28.10.19 Excepcional jornada (ayer, de 6:30 a 13:30h; el cansancio no me permitió escribir esta reseña oportunamente), de navegación, pesca y natación (por alrededor de 40 min estuvimos disfrutando de la “hospitalidad” de los lobos marinos en el Farallón), en compañía de mi hijo Abelardo y mis nietos (sus hijos), Isabella y Abe; todo lo puede pedir un septuagenario abuelo (y gracias a la benevolencia del Señor), cuando disfruta de la alegría y regocijo de las próximas generaciones, salió de maravilla: el magnífico comportamiento de la Pa’ntonces y sus motores; la agradable temperatura del agua cuando “interactuaron” con la fauna marina (había también, muchos peces de colores), en la piedra; las condiciones del mar; los avistamientos de ballenas; el “jugueteo” próximo a la embarcación de los delfines y la “joya” del recorrido, 3 dorados machos (el género dio pauta para una extensa explicación ambiental y biológica, ya que son los únicos peces que se pueden diferenciar a simple vista), que pusimos a buen recaudo en la cubierta de la lancha.

25.10.19 Durante la “mañanera” (7 a 9h), de hoy hubo novedades positivas como el hecho de que la temperatura del agua estaba a 27.5°C y que tal vez por ello, entraron las sierritas (todas del orden de los 30-35cm), a la bahía; esto por supuesto, además de los omnipresentes bichis, cabrillas pintas, coconacos y cochis que fueron “culpables” (gracias al Señor), de que me cansara satisfactoriamente y que por consiguiente, me sintiera más que nunca “vivo”, habiendo rebasado los 70 años.

21.10.19 La “mañanera” (7 a 9), de este “san lunes” lo hice en la embarcación Pa’ntonces ya que la intención era arreglar provisionalmente, un soporte en el remolque que se había salido de su sitio; la marea (“muerta”, con la luna cuarteada), no auguraba mucha actividad del necton (además, había mucha basura antropogénica generada por los pescadores “domingueros”) y sin embargo, el Señor me ratificó que soy uno de sus consentidos ya que los pargos (me traje uno de 44cm, el tamaño justo para una comida con mi esposa), los coconcos, los cochis y los bichis estuvieron muy activos al grado de que “tiré la toalla” por el agradable cansancio que me produce este “inocente” vicio.

19.10.19 En la “mañanera” de hoy (7 a 9h), me acompañó el Abe nieto y aunque la diversión para el juvenil pescador estuvo algo reservada (tal vez por la marea muerta o por la luna que brilló toda la noche), no faltaron cochis, bichis, corvinas (se nos prendieron 2 de buen tamaño pero no pudimos lograrlas) y parguitos bebe’s que hicieron “placentero” el cansancio del también incipiente jugador de baloncesto (nos venimos temprano porque tenía práctica con sus coequiperos). Nuestra muy variada charla estuvo rodeada de la particularidad de sus próximos 7 años (con el favor del Señor) y de mis actuales 70 años, algo que le produjo mucha gracia (y a mi también).

17.10.19 Para hoy, el pronóstico señalaba que los peces iban a estar poco agresivos pero como ya hacía “muchas” mañaneras que no estaba al lado de mi querencia, temprano (dice el presidente que la suerte se reparte en las primeras horas del día), metí la Mi Última al agua con tan buena suerte que los pargos sarteneros y más grandecitos (me traje uno de 43cm), andaban acompañando a los bichis y a los cochis (como siempre, gracias al Señor, durante las 2 horas que permanecí navegando llegué al nivel de agradable cansancio que tanto disfruto), que se disputaban los señuelos Storm que puse en el agua.

11.10.19 Continúan los festejos del septuagésimo aniversario y en la “mañanera” de hoy (7 a 9h), el Señor me “regaló” una gran cantidad de embestidas a los señuelos que puse en el agua; los cochis, bichis, cabrillas y pargos sarteneros (los había colorados y raiceros), me produjeron no un agradable cansancio sino una profunda fatiga (estaba haciendo mucho calor; la temperatura en la superficie del agua volvió a los 30°C), de tal suerte que el programa que tenía de cambiar el aceite al motor Suzuki DF90A (llegó a las 100h de uso), tuve que posponerlo para otra ocasión.

09.10.19 En este precioso día de mi 70 aniversario, me fui (con la venia del Señor), a celebrarlo dando un corto (7 a 9h), paseo (en la embarcación Mi Última), por la bahía donde los bichis, cochis, cabrillas y pargos me cansaron “satisfactoriamente”; había tantos bichis que para contra restar su “indeseable” accionar, puse en el agua señuelos Bomber de 17cm y para mi sorpresa, no dejaron de embestirlos (casi no se prendían del hocico sino que en la mayoría de los casos, venían “robados”). Fue un cumpleaños muy ad hoc para quien tiene el vicio-pasión-afición de la pesca y la navegación, esperando que pueda transmitirlo a los nietos que así lo deseen.

07.10.19 Una muy entretenida “mañanera” (6:45 a 8:45), de “san lunes” en compañía de Alfredo (estuvimos solo 2 horas en el agua porque vuela temprano al lugar de su residencia), en la que hubo una gran variedad de peces (cochis, bichis, cabrillas, coconacos y pargos), que se interesaron (con la venia del Señor y como parte de los “festejos” de mi septuagésimo aniversario), por los señuelos Storm; en esta ocasión pusimos en el agua a la Piñitas con el motor Suzuki DF15A que se portó de maravilla. Durante el recorrido pudimos constatar la captura (para que nos inundara la envidia), de un pargo como de 6kg que realizó un pescador comercial utilizando carnada viva.

05.10.19 Continuando con los festejos del septuagésimo aniversario (gracias al Señor que me ha permitido llegar hasta esta edad), hoy me acompañó al Fara mi hijo Alfredo y mi nieto Abelardo; el mar estaba en excelentes condiciones y dimos una gran vuelta en la embarcación Pa’ntonces (visualizamos ballenas, caguamas, pece voladores, cochitos; un pez vela estuvo “testereando” uno de los señuelos), hasta regresar a la piedra donde encontramos los túnidos en el mismo sitio del día de ayer. En una de las pasadas cerca de la piedra, se nos prendió un pargo de buen tamaño pero en la pelea, se liberó; además y como siempre que viene Alfredo, él y el Abe estuvieron “socializando” con los lobos marinos y tomando fotos con la GoPro.

04.10.19 Tal como estaba previsto, hoy fuimos con Alfredo mi hijo al Farallón donde encontramos un mar quieto, fresco y con mucha, mucha actividad de túnidos (barriletes), que hicieron sonar con estridencia las chicharras de los 9/0; como nunca faltan los hechos inesperados (el Señor se pinta solo para “fabricarlos”), nos encontramos una buena cabrilla que los pescadores comerciales perdieron en las rocas (tenía los labios rotos tal vez producto de haberse liberado del anzuelo) o inclusive la golpearon unos buzos que también se encontraban aprovechando el magnífico tiempo reinante.

03.10.19 Estupenda manera de abrir la bitácora del presente mes que con la venia del Señor, me va a hacer septuagenario, ya que durante esta “mañanera” (motivada para verificar el estado de las embarcaciones ante la próxima visita de mi hijo Alfredo), hubo una inusual actividad de las especies del necton de la bahía ya que los señuelos Storm “convocaron” a cochis, bichis, cabrillas pintas, sábalos, corvinas, pargos, roncachos y coconacos; sorprendentemente, casi no había basura y el agua tenía una temperatura de 28°C en la superficie.

30.09.19 Peculiar “mañanera” de “san lunes” ya que por la tormenta tropical Narda, estaba cerrado el puerto; de cualquier forma (a los casi 70 años no “puedo” perder ninguna oportunidad de estar al lado de mi “querencia”), puse la embarcación Mi Última en el agua y realicé el típico recorrido por la escollera de la API (además, había que cerrar la bitácora de Septiembre). Encontré mucha, mucha basura (los mas de 30 barcos camaroneros que buscaban refugio dentro de la bahía la volvieron a contaminar con aceites y sólidos), pero con los Storm que el Dr. Gallardo me regaló, pude sacar cochis, bichis, roncachos, parguitos y coconacos que “posaron” para la cámara digital ya que la GoPro se me olvidó en el ejido.

28.09.19 El “pretexto” de la mañanera de hoy fueron los arreglos finales de los baleros en la llanta del remolque de la Piñitas y el ajuste de la tornillería de la cremellera y el chicote de la dirección de la Mi Última; para ello, llegué al náutico a las 5 de la mañana y antes de que aclarara el día, pude hacer los trabajos programados. Luego metí la Piñitas al agua y fui a dar una vuelta por la escollera de la API, con tan buena suerte que allá me encontré a mi dilecto amigo Pedro Gallardo (recién me regaló 2 señuelos Storm de los que tanto me gustan), que con su hijo, estaban casteando tratando de lograr un pargo; sin embargo, no fue una buena mañana porque había mucha basura, mucho tráfico de pescadores comerciales que andan tras el camarón y la superficie del agua con 31°C. Aún así, siempre con la benevolencia del Señor, tuve la suerte de lograr cochis, bichis, un mero bebé y un pargo juvenil por lo que personalmente, no puedo quejarme.

24.09.19 Ante los buenos resultados obtenidos la mañanera de ayer, hoy quise repetir el escenario pero olvidé que precisamente en este martes, se abría la veda del camarón y con probablemente más de 250 embarcaciones en el agua, aquello se volvió “insufrible”; tuve que refugiarme en lo más recóndito de San Carlos por temor a que los pescadores comerciales fueran a embestir a la Piñitas. De cualquier forma, el Señor me protegió (y también me “obligó” a olvidarme por unos días de las “mañaneras” en la bahía; voy a aprovechar para cambiar baleros en las llantas del remolque de la Piñitas y terminar de armar el sistema de dirección de la Mi Última) e inclusive me proporcionó la satisfacción de que varios pargos sarteneros (todos fueron regresados a su hábitat sin mayores daños), se prendieran en los señuelos Storm que puse en el agua.

23.09.19 Un pródigo “san lunes” en cuya “mañanera” (6:45 a 9h), el Señor me permitió disfrutar de la pelea de una gran variedad de peces que todavía hay (a pesar de la continua y reiterada agresión antropogénica a que está sometida), dentro de la bahía de Topolobampo; en los señuelos Storm primero se prendieron las corvinas (me traje una muy buena, de 80cm), luego hubo cochis, siguieron los coconacos (me traje uno de 42cm) y cuando estaba llegando a mi nivel de cansancio, se me prendió un robalo “panzón” (cuando lo evisceré tenía como 300g de grasa), de 5.2kg que hizo sonar estridentemente la chicharra del carretito Okuma y en cuya faena utilicé las pocas energías que le quedaban a mi vetusto cuerpo.

17.09.19 Para regocijo y beneplácito de mis vecinos en el ejido, hoy la “mañanera” (6:45 a 8h), fue muy entretenida (y cansada), ya que los pargos sarteneros (también hubo juveniles; se regresaron al agua sin mayores daños), estaban frenéticos comiendo camarones (cuando brincaban tratando de escapar de sus depredadores, golpeaban el casco de aluminio de la Piñitas), por lo que los señuelos Storm fueron capaces de engañarlos; todo ello a pesar de la basura natural y antropogénica que se visualizaba en el agua, de los 32°C de la superficie y de que el pronóstico de mareas decía que iba a haber muy poca actividad (lo bueno es que los peces no se enteran de las elucubraciones que hacemos los humanos), lo cual viene a confirmar que sigo siendo un consentido del Señor.

16.09.19 Ayer fuimos con el Abe nieto al náutico y pusimos en el agua la embarcación Piñitas que con el motorcito DF6A, fue “pan comido” para que el novel pescador la maniobrara a sus anchas; ya cuando regresamos al ejido, me sentí tan cansado que no tuve “fuerzas” para hacer la anotación en este espacio por lo que hasta hoy queda asentada. En términos generales, la pesca estuvo muy floja y sin embargo, los cochis y las cabrillas pimienta (hubo varias sarteneras pero a medida que pasó el tiempo, el tamaño se redujo hasta que solo se prendían animales juveniles), ratificaron la profunda afición (habría que ver la expresión de la cara cuando estaba “trabajando” alguno de los peces que regresamos al agua sin mayores daños), del representante de la siguiente generación que han sido “atrapados” por la afición-pasión-vicio de sus mayores.

12.09.19 Para activar el motor Suzuki DF6A, me di una vuelta (6:45 a 8h; amanece tarde y tuve que salirme luego porque se activó la alarma domiciliaria), por la escollera de la API en donde encontré los pargos sarteneros que tanto gustan a mis vecinos en el ejido; en esta “mañanera” también hubo bichis y mucha, mucha lama (había que estar sacando los señuelos porque se llenaban de basura), lo que me cansó sobremanera. Afortunadamente y a Dios gracias, lo de la alarma fue una lagartija que seguramente pasó entre los sensores pero me tuve que regresar al ejido para apagar la sirena, cuyo sonido estridente ya tenía enfadado a los vecinos.

11.09.19 Hoy inicié los trabajos mecánicos para desarmar la cremellera de la embarcación Sea Hunt pero antes (era mucha la tentación del vicio), me fui a dar una vuelta (6:45 a 8:30), por la escollera de la API donde me encontré primero y de nueva cuenta, con las corvinas “panzonas” y luego que se generalizó la claridad del día, con los pargos sarteneros (todos los individuos de ambas especies me las traje para regalarlas a mis vecinos en el ejido), situación y esfuerzo que definitivamente menguaron mis vetustas fuerzas y el trabajo que iba a realizar, quedó apenas comenzado y todavía peor ya que después de una evaluación inicial, creo que voy a tener que contratar a un mecánico.

10.09.19 Después de los “ingratos” días previos, hoy por fin pude realizar la “mañanera” (6:45 a 8), en la que hubo mucho calor, amenaza de lluvia, mucha basura y bastante turbidez en el agua; sin embargo, los parguitos sarteneros (también hubo muchos juveniles regocijándose de los camarones que pululan), estaban donde los dejé la última vez que fui al náutico. En esta ocasión tuve que usar la embarcación Piñitas ya que se “barrió” la dirección en la Mi Última y por lo tanto, voy a tener que usar en primer término, la ayuda del Señor y luego, mis incipientes conocimientos de mecánica de lanchas en la reparación y/o sustitución de la cremellera y el chicote de la dirección.

05.09.19 Previendo que no voy a poder estar con mi “querencia” en los próximos días (pronostican lluvias intermitentes inclusive hasta el martes 10), temprano (7h; me encontré y estuvimos platicando con Cristóbal Leyva, un buen y muy servicial compañero del náutico), me dispuse a dar una vuelta frente a la escollera de la API (hubo pargos sarteneros y en esta ocasión, sábalos que cuando toman el señuelo, brincan espectacularmente fuera del agua), antes de que comenzara a llover. Cuando me disponía a dar por concluida esta “mañanera”, me encontré con la novedad de que en la rampa del náutico estaba el cuerpo (siempre hablo de los imprevistos pero este fue mayúsculo), de Cristóbal que había sufrido un fulminante ataque (hacía tiempo que me había comentado que se estaba medicando y que si le pasaba algo, esperaba que fuera cerca de su gran amor: el mar), al corazón. Ni modo; camino que todos vamos a seguir, unos antes otros después pero nadie escapa.

04.09.19 En la mini jornada de hoy (7:10 a 9h), realizada en la embarcación Mi Última, acontecieron sucesos imprevistos (en toda “mañanera” los hay), como el hecho de encontrarme en el agua con mi dilecto amigo Pedro Gallardo (la semana pasada fui a visitarlo a su consultorio y a pesar del uso del timbre, nunca salió por lo que me retiré suponiendo que se encontraba ocupado en su consulta) y la buena pesca (las corvinas “panzonas” están sobre los camarones), antes de que según el pronóstico, se generalicen las lluvias intermitentes, desde el viernes hasta el próximo martes.