domingo, 26 de julio de 2015

26.07.15 De plácemes porque vino mi hijo Alfredo, su esposa y sus 2 hijos (Alfonso y Leonardo), uno de los cuales es mi nieto mayor (Leo tiene 13 años), que raramente disfruta de la pesca pues vive en Chihuahua, así que aprovechando su estancia y teniendo que ir a prender los motores Optimax, nos fuimos a la bahía con tan buena suerte que nos encontramos con un cardumen de toritos, justo frente al náutico. En este día, los peces estaban tan ansiosos de quedar bien con el ilustre visitante que sin distingo por el color de los señuelos Bomber, se prendieron al por mayor (sacamos 8 toros, 3 bichis, 2 barracudas, una cabrilla) y habiendo recibido la petición por parte de los tractoristas del náutico de no regresar nada al mar, pues todo fue a parar en la elaboración de una opípara comida dominical en las instalaciones del club. Fue un excelente día de convivencia familiar y muy bien aprovechado dado que aparentemente, se pronostican temperaturas más cálidas en un futuro próximo, al grado que difícilmente voy a poder convencer a mis nietos de que otra vez me acompañen a satisfacer mi pasión-afición-vicio marítimo.  

viernes, 24 de julio de 2015

24.07.15 Pensando que las copiosas lluvias que han caído en las cuencas de los ríos Fuerte y Sinaloa (en el Flores Magón ha sido muy escasa la precipitación), hubieran sacado ramas, troncos y palos donde les gusta guarecerse a los dorados, este día me animé a ir a la parcela (el pronóstico marcaba olas de hasta 1.10 m con crestas a cada 16 s, aunque de 6 a 11h el viento estaría a menos de 10 km/h) y como el agua estaba muy caliente (alrededor de los 30°C, contrario a lo que pensé y que los nublados hubieran enfriado un poco la superficie del mar), puse en el agua puros señuelos duros. Este día utilicé inclusive un Mirror Lure además de los ya tradicionales Williamson Speed Pro, con la esperanza de que se prendiera un dorado; no tuve suerte y para cuando me regresé estaba agotado de sacar barriletes (en total fueron 8, todos de buen tamaño, mismos que se regresaron al agua sin mayores daños gracias a los anzuelos simples con los que he habilitado todos mis curricanes), ya que los túnidos se prendían sin hacer distingo de marcas o colores. De nueva cuenta, en estas 4.50 h que duró la jornada de este caluroso día, conté con la compañía del Señor (mi nieta Isabela iba a ir conmigo pero ayer tuvo combate en su clase de karate y prefirió descansar), que me llevó y trajo con bien lo cual le agradezco mucho.

miércoles, 22 de julio de 2015

22.07.15 Llovió desde temprano pero aun así, Isabela quiso ir a dar una vuelta a la bahía y como yo “tenía” que prender los motores Optimax, compaginamos pretextos para echar al agua 3 señuelos Bomber arreglados con anzuelos simples; no bien habíamos salido del náutico (todavía no se había puesto los guantes ni los lentes), cuando se comenzaron a prender bichis y barracudas de buen tamaño que le dieron gran satisfacción a mi nieta. Los bichis los regresamos a su hábitat (sin mayores daños gracias a los anzuelos simples) y las barracudas (6 en total capturadas en un lapso no mayor de 3 horas), fueron preparadas en ceviche por los tractoristas del náutico; cabe hacer mención que los peces en este lluvioso día no hicieron distingo de colores e igual se abalanzaban sobre el señuelo azul, el verde o el rayado como el que aparece en la imagen y por otra parte, los Optimax se portaron de maravilla tanto en velocidad de troleo (5-7 km/h; 560 rpm) como de crucero, (38-42 km/h 2800 rpm).

sábado, 18 de julio de 2015

18.07.15 Ante la imposibilidad de salir a la “parcela” por los remanentes de “Dolores” (parece que ni en la próxima semana se tendrán buenas condiciones allá afuera), hoy me fui a la Bahía con Isabela, mi nieta pescadora y guerrera del mar; fue una jornada corta (estuvimos menos de 3 horas en el agua) e interesante porque después de sacar bichis y varios peces lagartijas (lizzard fish que Isabela no conocía y que le produjeron una especial aversión por el aspecto tan peculiar que tienen sus dientecillos), se prendieron barracudas, especie que hacía algún tiempo no se aparecía en las aguas interiores del sistema costero. Como puede notarse en las imágenes y gracias a los anzuelos simples, ninguno de los peces capturados sufrió daños mayores por lo que pudieron regresarse al agua para que continuaran con su existencia, después de habernos dado la especial satisfacción de cordelarlos y servir para reafirmar la conciencia ambiental de una niña que con el favor de Dios, transmitirá el concepto de la pesca deportiva sustentable a sus descendientes.

sábado, 11 de julio de 2015

11.07.15 Excelente día y magnífico peto (wahoo para los anglofílicos), capturado en esta canicular jornada (llegó hasta 32°C la temperatura del agua), que involucró el recorrido de 107 km (80 en la ida y vuelta y el resto en los alrededores del Farallón); había una sorpresiva soledad en la piedra ya que a las 8 AM que llegué no había ninguna lancha a la vista y solo alrededor de las 9, llegaron otros pescadores deportivos y luego otras 3 lanchas de comerciales. Como en la anterior jornada que estuve en el Fara, los barriletes se dieron gusto atacando los señuelos duros y blandos; estaba esperando “hastiarme” del sonido de los 9/0 y cansarme físicamente, cuando después del cuarto barrilete y en un señuelo Willamson Speed Pro de 18 cm con cabeza roja (red head para los anglofílicos), sentí un tirón más fuerte y sin el clásico “telegrafeo” de los barriletes por lo que me alegré sobremanera, cuando en la superficie identifiqué las características rayas del peto. Hubo avistamiento de muchas caguamas, peces voladores, delfines, lobos, agujones y un enorme tiburón, todo ello con la complacencia del Señor que además, me permitió regresar con bien a la costa.

martes, 7 de julio de 2015

07.07.15 Aún con un desfavorable pronóstico (olas de 0.7 m con crestas a cada 9 s, vientos del orden de los 20 km/h y temperatura del agua mayores a 31°C), la “necesidad” de buscar dorados me impulsó a salir, esta vez hacia el Farallón pero ni ahí me libré de la “maldición” de los barriletes que al igual que en las últimas ocasiones, se prendían con todo tipo de señuelos, aclarando que estuvieron más agresivos sobre un Williamson Speed Pro de 18 cm color naranja. Cansado y satisfecho de escuchar insistentemente las chicharras de los 9/0, me dirigí hacia el sur y como a 6 km me encontré con una evidencia más de la depredación humana: una caguama enredada en la cuerda de un chinchorro por lo que con sumo cuidado (tenía miedo a que me mordiera), la liberé de su prisión sin darme cuenta de que en la maniobra, otro tramo de polipropileno se me enpropeló. Tuve que parar la máquina, subir la “pata” y con la mano, darle vuelta a las aspas hasta que me libré (empleé casi 30 minutos en la operación), de esta otra “maldición”; debo aclarar que en ningún momento utilicé cuchillo para cortar porque pensé que a todos nos puede pasar un lapsus de “pesca incidental”, tal como sucedió con el pez vela que recientemente tuve que subir por lo dañado que estaba. En fin, otra jornada en el mar que definitivamente, tuve la compañía del Señor que me permitió navegar en solitario y regresar con bien, después de 107 km y casi 7 horas en el agua.

sábado, 4 de julio de 2015

04.07.15 Con el pretexto de prender los 2 motores Optimax de 225 hp (que por cierto están en venta), actualmente montados en la Boston Whaler Outrage de 26’, me fui a dar una vuelta dentro de la Bahía de Topolobampo; esto, a pesar del aire (más de 25 km/h), de la amenaza de lluvia (solo chispitió) y del intenso calor (el agua estaba a 32°C). Pero es más fuerte el estímulo de la pasíon-afición-vicio y una vez que verifiqué el buen funcionamiento de los motores, puse en el agua 3 señuelos duros (Bombers de colores azul, café y blanco con rojo) e inmediatamente comenzaron a prenderse los bichis (todos fueron regresados al agua sin daños mayores) y también hubo varios pez-lagartijas (lizzard fish), que sin lastimarlos, gracias a los anzuelos simples fueron regresados al agua, haciendo muy entretenidas las 2 horas que estuve navegando.

jueves, 2 de julio de 2015

02.07.15 Ante la posibilidad de no ir a la “parcela” en los próximos días (aparentemente habrá lluvias y fuertes vientos a partir de mañana viernes por la tarde), hoy decidí salir un rato al mar aprovechado que el pronóstico vaticinaba “smooth seas” (superficie del mar suave, tersa), aunque como se ha hecho costumbre, las olas secundarias aparentemente no cuentan para los programas matemáticos con los que elaboran los pronósticos. De cualquier forma, el mar estaba navegable para la Mi Última y a las 7:30 h ya tenía 4 señuelos en el agua sobre la isobata 40, con la esperanza de que un despistado dorado tomara a cualquiera de ellos, ya que han pasado muchas lunas y esta especie brilla por su ausencia; no hubo suerte y por el contrario, de nueva cuenta los barriletes hicieron su “desagradable” aparición y tomaban cualquier señuelo (grande, chico, suave, duro), que se les atravesaba en su camino. Después de cordelar 8 animales y ante lo cansado que estaba resultando la jornada (además de la pesca, la temperatura ambiente rondaba por los 35°C por lo que extremé precauciones contra el sol y la transpiración), opté por regresarme no sin antes experimentar la reconfortante presencia de un picudo (saltó a lo lejos), muchos peces voladores, delfines nariz de botella, cochitos, lobos marinos y las omnipresentes caguamas que apareándose, se ven toscas, grotescas e indefensas.