30.06.18 Para cerrar la bitácora del mes de junio, hoy realicé otra mini jornada
(6 a 8h; estaba haciendo tanto calor y jejenes que no aguanté más tiempo en el
agua), en la embarcación Piñitas (a partir del inclemente incremento del precio
de la gasolina, derivado de la reforma energética y al desmantelamiento de
nuestras refinerías, se ha constituido en mi mejor opción), para encontrarme
con los coconacos que estaban en el mismo sitio, pero ahora “acompañados” de
corvinas “panzonas” y cochis.
sábado, 30 de junio de 2018
jueves, 28 de junio de 2018
28.06.18 En esta mini mini jornada (6 a 7:30h; luego, tal como estaba
pronosticado, comenzó a aumentar la intensidad del aire lo cual, aunado a lo
violento de la subida del agua, hizo que la maniobrabilidad de la Piñitas se pusiera un
poco difícil), en la que “solo” se me prendieron 3 coconacos, peces que estaban en el
mismo sitio de la jornada previa y que asimismo, les gustó el mismo tamaño y
color de señuelo; me traje uno de 40cm para reponer el que nos vamos a comer
hoy y los demás los regresé al agua para "volver por ellos en otra ocasión".
lunes, 25 de junio de 2018
25.06.18 Un excelente “san lunes” donde los coconacos (saqué 5; me traje uno de
43cm) y durante la subida del agua, hicieron “suya” la mini jornada (6 a 8h),
en la cual hubo muy pocos (tal como estaba previsto), pescadores comerciales;
además de los pargos mulatos (así les dicen a los coconacos en algunas regiones
de nuestro país), saqué varios cochis por lo que gracias al Señor, terminé
satisfactoriamente cansado. Uno de los tractoristas del náutico me pasó una
foto de mero (todavía vivo, tal como se constata con las espinas erguidas de la
aleta dorsal; las que yo tenía el animal ya estaba muerto), que se me prendió y
saqué en días pasados.
viernes, 22 de junio de 2018
22.06.18 A pesar del
cansancio de la jornada previa, hoy fui a la bahía (6 a 8h), porque probablemente en los próximos días se
generalizará un intenso aire que dificultará el accionar de la embarcación
Piñitas; la mañana estuvo mayormente nublada pero eso no impidió que los pargos
(se me prendieron 5, me traje uno de 44 cm), estuvieran proclives (al igual que
los cochis y las cabrillas areneras), a interactuar con los señuelos Bomber.
jueves, 21 de junio de 2018
21.06.18 Una mini jornada (6 a 8h), dentro de la bahía con resultados súper
extraordinarios ya que además de arreglar y poner nuevamente en funcionamiento la
cámara GoPro Hero2 (en la jornada previa me falló y tuve que tomar fotos de los
peces con el celular y en el piso de la lancha Mi Última), los señuelos Storm
fueron muy solicitados por una gran cantidad de especies del necton marino como
cochis, cabrillas areneras, roncachos, pargos, coconacos (estas 2 últimas especies
mencionadas fueron las que primero llegaron al “convite”, inclusive antes que
se generalizara la claridad del día; me traje un coconaco de 40cm y un pargo de
45cm), pero la estrella del espectáculo lo fue un mero de más de 60cm
(alrededor de 8kg de peso; definitivamente y por lo cansado que estaba, no pude
subirlo para que la cámara le tomara foto de “cuerpo” completo aunque en las
proximidades, estaba mi amigo Bierly que con su celular tomó las imágenes
respectivas), que se prendió cuando ya me disponía a llamar al tractorista del
náutico, entre los yates anclados frente a las instalaciones del sector naval.
Fueron más de 25min (me llevó hasta la primera boya, frente a la escollera de
la API), los que tardé en acercarlo a la Piñitas y cuando vi el animal que
había capturado, sinceramente le pedí al Señor que me permitiera subirlo (tuve
que emplear el gancho), a la embarcación: afortunadamente todavía cuento con la
aprobación de Él y pude ponerlo a buen recaudo y disponible para próximas
comidas familiares.
martes, 19 de junio de 2018
19.06.18 Hoy fui en solitario al Farallón (en total recorrí más de 100km en un
lapso de 5h, de las 7 a las 12h; hizo mucho calor y el mar no estaba
lo calmo que pronosticaba el internet, aunque esta situación sirvió para que se
“acomodaran” mis vetustos huesos), en la embarcación Pa’ntonces que se portó de
maravilla después de no moverla en más de un mes y de haberle cambiado el
aceite y los filtros; la pesca estuvo muy entretenida (ya extrañaba el sonido
de las chicharras de los Penn), pues hubo doraditas (todas salieron con los
Williamson Speed Pro) y barriletes (se prendían en los Willamson LBD),
situación que alteró mis conceptos previos acerca de la predilección de
señuelos por estas 2 especies de peces. En el Farallón presencié con coraje e
impotencia, la depredación que hacen los barcos atuneros en las proximidades de
esta isla, supuestamente protegida (de nuevo la simulación y la impunidad en
todo su esplendor) y reserva natural donde no se permite la pesca comercial;
sin embargo, en esta ocasión el Señor me permitió vivir la experiencia de
presenciar a un importante número de caguamas que copulaban sin hacer caso de
los “intromisiones” humanas.
domingo, 17 de junio de 2018
17.06.18 Un excelente “día del padre” (según los cánones de los mercaderes del
cariño y el afecto), ya que durante esta mini jornada (6:30 a 8:30h), hubo una
gran cantidad de individuos (todos fueron regresados sin mayores daños a su
hábitat ya que ninguno midió más de 32cm), de diferentes especies (pargos
raiceros, pargos colorados, roncachos, cochis, bichis, barracudas, cabrillas
areneras y peces lagartija), que se interesaron por los señuelos Storm y Bomber,
a pesar de lo “ingrato” (por lo arrastrada que estaba), de la marea. Obvio,
terminé satisfactoriamente “cansado” y sintiendo la plenitud de la vida dorada que además de la pesca, nuestros hijos en su cotidiano tránsito familiar, social y económico, nos
permiten disfrutar.
lunes, 11 de junio de 2018
11.06.18 Aunque esta es mi
segunda mini jornada (6 a 8:30h; ya no se aguanta el calor después de esta hora
y la temperatura del agua subió a 31°C), después de una larga ausencia (casi 25
días), de mi “querencia” (en la primera que fue el viernes próximo pasado, hubo
puros cochis, peces lagartija y sábalos; además, me quedé sin gasolina en los
últimos 150m antes de llegar al náutico por lo que con la remada, quedé
totalmente exhausto para hace cualquier relatoría), no quise dejar pasar un “san
lunes” que sirviera para abrir la bitácora de junio y el Señor me recompensó
con la insistencia pues inclusive antes de que se apagaran las luces de las
boyas del señalamiento marítimo y se generalizara la claridad del día, los
pargos decidieron abalanzarse sobre los señuelos Storm para mi regocijo y
soslayo; estuvieron insistentes (también hubo cochis) y para cuando salió el
sol, los animales se pusieron inclusive más agresivos. Fue una mini jornada en
la que el Señor me permitió volver a escuchar el adrenaloíco sonido de los
carretitos Okuma 4000 y a percibir una muy agradable inclinación de las cañitas
Daiwa (ambas situaciones que extrañaba profundamente), cuando el señuelo es
embestido con fiereza por un buen pargo, que es un predador natural por
excelencia.
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