31.07.17 Un buen “san lunes” en una mini jornada (6 a 9h), para cerrar la
bitácora de este productivo Julio, ya
que hubo cochis, cabrillas prietas (aunque no he podido identificarlas con
precisión, creo que lo más acertado de esta especie es que son estadías
juveniles del mero Epinephelus itajara, sobre todo por la forma
redondeada de la aleta caudal), parguitos (todo fue regresado al agua sin
mayores daños) y mucha, mucha basura dominical (además de los ya tradicionales
plásticos y botellas, ahora hay muchas cabrillitas, botetes y chochitos
muertos, como que tal vez por su tamaño, los pescadores de fin de semana solo los
matan y no los aprovechan); sin embargo, lo más lúgubre (no encuentro otro
adjetivo mas trágico), es la nata de “tamo” generado en el trasiego del maíz de
los camiones a los barcos, que cubre grandes extensiones de la superficie del
agua en la bahía, impidiendo la penetración de la luz y consecuentemente,
limitando la fotosíntesis. Además, al descomponerse esta sustancia requiere
oxígeno del agua bajando las concentraciones de este elemento por lo que los
predadores huyen y por último, las hojuelas del maíz se “acomodan” en las
agallas de los peces, terminando por matarlos por falta de capacidad para el
intercambio en la oxigenación de su corriente sanguínea.
lunes, 31 de julio de 2017
sábado, 29 de julio de 2017
29.07.17 Una excelente jornada “farallonera” en la cual hubo poca pesca pero en
la que a Dios gracias, el mar estuvo muy tranquilo (tal como lo pronosticara el
internet), una situación que junto al del Dr. Gallardo, apreciamos mucho dada
nuestra vetusta “fragilidad” ósea; además, esta salida sirvió para evaluar de
nueva cuenta, el desempeño de los Suzuki DF140A (se portaron de maravilla),
después del cambio de aceite del motor y la transmisión. La desconcertante novedad
que nos encontramos en el Farallón, fue la serie de trampas para langosta que
han colocado los pescadores comerciales y que limitan el accionar del troleo en
las proximidades del cerro, situación esta que aunada a las altas temperaturas
de la superficie del agua (30°C), derivan en la escasa actividad del necton.
jueves, 27 de julio de 2017
27.07.17 Una mini jornada (6 a 9:15h), que se prolongó más de lo normal debido a
que el Señor me regaló con unas excelentes condiciones climáticas (nublado,
ráfagas de aire poco intensas, llovizna, temperatura ambiente del orden de los
26°C), marinas (flujo entrante a velocidad manejable), de marcada actividad del nécton (hubo toros, cochis, bichis, cabrillas areneras, pargos “obesos” del orden de
los 44 cm y coconacos, de alrededor de los 38 cm) y por si todo esto fuera
poco, presencié un espectáculo de esos que solo la naturaleza sabe “montar”: un
pargo grande (solo se veía la enorme mancha roja), devorando con denuedo y sin
importarle la presencia de la embarcación Piñitas (estuve absorto por más de un
minuto), los camarones de un cardumen que hacían lo imposible para salvarse e
inclusive, saltaban hacia las piedras donde pude recoger algunos de ellos para
regresarlos al agua. Nunca antes me había tocado vivir un evento de este tipo y
por supuesto, me da pauta para reafirmar lo afortunado que somos de tener este
maravilloso cuerpo de agua, con su alto potencial de productividad primaria.
miércoles, 26 de julio de 2017
26.07.17 Como el “vicio” le está ganando a la “afición” que siento por la pesca,
hoy que metí la Piñitas al agua me prometí que si esta vez no escuchaba el adrenalóico
“arrebato” de las cañas al momento que los señuelos duros atrapan un buen pez,
sería mi último día de la serie de mini jornadas que vengo realizando desde el
domingo próximo pasado (ya son 4 excursiones ininterrumpidas), con excelentes
resultados; hoy para mi regocijo, no fue la excepción y a pesar de los
pescadores comerciales (se anclan desde las piedras, limitando el libre
tránsito por la orilla del Pinto y San Carlos) y deportivos (principalmente
practicando el casteo) y de un cambio de marea pletórica de basura, se
prendieron cochis, bichis, una corvina, una cabrilla prieta de buen tamaño y 4
coconacos (me traje 2, uno de 43 cm que dio una excelente e interesante pelea,
la cual me permitió poner en práctica la rutina que he implementado para este
tipo de situaciones y otro de 38 cm), que dejaron para otra ocasión, el firme
propósito de no asistir al llamado del mar y sus maravillosas criaturas.
martes, 25 de julio de 2017
25.07.17 Hoy “tuve” que ir a Topo para evaluar el funcionamiento del arreglo que
hice en el soporte del motorcito (se minimizó un poco la vibración pero me sigo
sintiendo incómodo; es un problema típico de los equipos que tienen un solo
pistón), lo que me dio la oportunidad de realizar una mini jornada (6 a 8:30h),
dentro de la bahía que se caracterizó por la gran cantidad (pululaban los
bichis, cochis y toros) y variedad de peces (también hubo pargos sarteneros,
obesos y coconacos de los cuales me traje 3; uno de 42 cm, otro de 40 y uno “chico”
de 36 cm), que se interesaron por los señuelos duros que puse en el agua. Esta
mañana implementé una nueva estrategia (aunque resultó adecuada por el momento,
se que todo dependerá de las circunstancias específicas de cada ocasión), para
lidiar con los coconacos que se encuevan ya que cuando siento, veo y oigo el adrenalóico
arrebato que producen las cañitas en el PVC que utilizo como tintero y se
estabiliza el sonido del carrete (quiero pensar que el animal está bien
prendido), acelero el motor Suzuki para sacarlo de la orilla pedregosa, sin
importarme que con esta maniobra, se libere del anzuelo ya que prefiero
perderlo así y no por la ruptura del monofilamento que es lo que sucede cuando
se encuentran en su zona de confort.
lunes, 24 de julio de 2017
24.07.17 Ayer noté una excesiva vibración en la embarcación de aluminio, misma
que genera ruidos notorios, muy molestos por lo que este día programé cambiar la
posición del apoyo de madera que soporta el motor Suzuki; como todos los lunes,
supuse que la bahía iba a tener poco tráfico por lo que antes de realizar el
trabajo, me di una vuelta en el Pinto y en San Carlos. Me equivoqué
rotundamente porque ya había pescadores comerciales haciendo su luchita (pude
constatar que les estaba yendo bien en la pesca de fondo, con carnada viva),
por lo que me vi obligado a transitar por sitios poco “productivos”, razón por
la que solo se me prendieron piezas pequeñas (todo fue regresado al agua sin
daños mayores, gracias a los anzuelos simples que uso en los señuelos Storm y
Bomber), aunque en esta ocasión se unieron a los omnipresentes bichis, cochis y
cabrillas areneras, roncachos que es una especie poco aludida en las notas de esta
bitácora.
domingo, 23 de julio de 2017
23.07.17 Hoy me desperté con ganas de ejercitarme y como la opción mañanera era
meterme con la podadora al jardín (no me atrajo mucho; hay demasiados moscos y
excesivo calor), decidí ir a Topo (a pesar de ser domingo), a sabiendas de que
me iba a topar con mucho “tráfico” de embarcaciones deportivas; llegué temprano,
puse la embarcación de aluminio en el agua y a las 5:45h ya se había prendido
un buen pargo de 36 cm. Cuando aclaró, fueron los coconacos (especie que
normalmente y al igual que los cochis con quienes comparte similar nicho
ambiental, se aletargan en la obscuridad), los bichis, las cabrillas areneras y
por supuesto los cochis, los que se interesaron en los señuelos duros y ya para
finalizar la mini jornada (alrededor de las 8:15h, se prendió un magnífico
pargo (midió 43 cm y estaba “obeso” por la grasa que le rodeaba el estómago
donde traía una lisa y una jaiba). Obviamente, sacar animales (con excepción de
2 pargos, todos y sin daños mayores fueron regresados al agua), “batallar” con
la intensa marea entrante y el viento que movía a su antojo a la Piñitas, se
cumplió ampliamente con el objetivo propuesto y hoy terminé agradablemente
cansado.
jueves, 20 de julio de 2017
20.07.17 La mini jornada de esta mañana (3h, de las 6 a las 9 y al final de este
lapso de tiempo, apenas se aguantaba el calor), se caracterizó porque pareciera
el Señor la diseñó para cansarme intensamente ya que aparte de las condiciones
climáticas (la superficie del agua a 33°C; el ambiente a más de 35°C) y de
marea (muy intensa, lo que dificultaba las maniobras en la lanchita de
aluminio), hubo una pléyade de especies que no daban oportunidad de tomar un
descanso; se prendieron bichis, cabrillas areneras, un botete, gran cantidad de
toros (el más grande de 70 cm) y muchos cochis, la mayoría de ellos de gran
tamaño (uno midió mas de 45 cm; creí que ya no existían de estas dimensiones
dentro de la bahía), cuyo comportamiento (también se encuevan), remembraba a
otras especies como el coconaco (se prendió uno pero estaba muy chico). La nota
triste la generó un delfín muerto al que se le apreciaban golpes y señales de
que se había quedado atrapado en un chinchorro.
martes, 18 de julio de 2017
18.07.17 De vuelta a las “andadas” (aunque mejor “armado” pues mi hijo Alejandro
me regaló 5 nuevos señuelos Storm de bellísimos colores), en la mini jornada de
hoy (6 a 8:30h), hubo toda una pléyade de especies del necton que se
interesaron por los señuelos que puse en el agua; además de los pululantes
cochis, bichis, cabrillas areneras y negras (se me prendieron 2 de esta última
especie, una de ellas “sartenera” pero antes de truncar una larga vida de un
individuo que ya poco se ve, la regresé al agua), hubo también pargos (se
prendieron 3, 2 de ellos “sarteneros” pero aún así los regresé todos al agua) y
4 coconacos de los cuales me traje 2 que median 36 cm. El aprendizaje de esta
jornada es que nunca, nunca podré decir que he vivido todas las circunstancias
que el Señor hace se presentan en la pesca de los coconacos pues hoy y después
del característico “arrebato” de un buen animal que tomó uno de los Storm
haciendo “chillar” el carretito Okuma, puse en práctica el procedimiento que mejor
me ha dado resultado y que consiste en acelerar el Suzuki para sacar al animal
de la proximidad de las piedras; una vez que hice esto, bajé la velocidad y
como tenia la corriente de frente, el monofilamento del otro señuelo se enredó
en la propela del motor por lo que tuve que apagarlo, situación que obviamente
aprovechó el indiciado para encuevarse. Para cuando restablecí las condiciones
de maniobrabilidad, el animal estaba firme y profundamente adherido a las
piedras y por mas lucha que hice, después de un fatigante lapso de tiempo, tuve
que cortar la cuerda por lo que de nueva cuenta y con la ayuda de Dios que hizo
presentarse una variable distinta a cuantas antes me había tocada vivir, la
naturaleza ganó.
martes, 11 de julio de 2017
11.07.17 Creo que esta es una de las mini jornadas más cortas que he realizado
dentro de la bahía, pues solo fue un lapso de tiempo de 1.50h (6 a 7:30h; a las
6:15h ya había 3 lanchas de pescadores deportivos, tal vez de los maestros que
están de vacaciones, utilizando la técnica del casteo), pero suficiente para que
mi “despedida” (voy a estar ausente por al menos 6 días por razones de
climatología, salud y familia), de la querencia, me dejara un excelente
recuerdo al grado de volver a traer al presente, la utópica e imposible oración que dice: “Dios,
como voy a extrañar esto cuando me muera”. Pero no es para menos cuando en un
tan corto lapso de tiempo, atrapas cochis, bichis, cabrillas areneras, toros,
coconacos (se prendieron 2 pero hoy no me traje ninguno) y pargos (se
prendieron 6 pero solo me traje 4, uno de ellos de 55 cm, bastante “obeso” ya
que tenía adherido al estómago, “lonjas” de grasa) y de los cuales, el más
grande me hizo pasar “gustos” cargados de adrenalina (el “arrebato” de la
cañita Daiwa Sweepfire, el “chillar” del carrete Okuma Trinity) y también “sustos”
(ver como interminablemente devana monofilamento; se direcciona hacia las piedras;
lo acerco y me percato de que apenas viene prendido del labio superior y con el
anzuelo posterior del señuelo, que es el más vulnerable ya que para su
implementación utilizo 2 argollas; su accionar alrededor de la Piñitas me
obliga a “pasearme” por toda la embarcación con peligro de caerme pues la marea
está muy fuerte y hay ráfagas de viento del orden de los 15 km/h), que al final
y con el animal arriba de la embarcación, todo queda en anécdotas para la
posteridad. Ayer comimos coconaco y hoy comemos pargo.
lunes, 10 de julio de 2017
10.07.17 Otro “san lunes” espectacular a pesar de que durante la mini jornada (6
a 8:15h), estuvo haciendo mucho calor (la superficie del agua en 32°C), la
marea totalmente arrastrada (comenzó a subir a las 6h y para las 7:30h, estaba “bramando”
al grado que en algunos extremos de los cerros por donde circulo, me quitaba el
control de la Piñitas) y mucha basura (ayer domingo la concurrencia se explayó
con el uso y abandono de bolsas de plástico); sin embargo, las diferentes
especies del necton que tienen su hábitat en Topolobampo, estaban muy proclives
al acecho de los señuelos Storm. Se prendieron cochis, bichis, roncachos,
cabrillas, pargos (atrapé 2, mismos que regresé al agua porque medían solo 30
cm) y coconacos (atrapé 5; me traje 3, de 34, 36 y otro muy bueno de 40 cm, que
me cansó bastante durante la pelea ya que como todos los de su especie, se
encuevó en las piedras), uno de los cuales va a ser cocinado y degustado este
mismo día por la “jefa” de la casa, a quien le gusta sobremanera los
chicharrones de las lonjas, aunque yo prefiero la cabeza y disfruto sobremanera,
la gelatina de los labios, de las cuencas oculares y del cerebro.
viernes, 7 de julio de 2017
07.07.17 Una mini mini jornada de solo 2h (6:15 a 8:15h), con la corriente “bramando”
en la subida, un incómodo viento del sureste y un calor insoportable, a tal
grado que no aguanté estar mucho tiempo en el agua (hoy me fui en la Mi Última,
precisamente augurando que no iba a poder controlar la Piñitas), pues
constantemente había que estar limpiando los señuelos de tantas algas
filamentosas que se les adherían; el cansancio fue mayúsculo y tuve que tomarme
2 botellas de electrolito aunque la recompensa al “sacrificio” se tradujo en una
buena pesca (hubo cochis, bichis, coconaquitos y parguitos; todos fueron
devueltos al mar sin mayores daños), hecho que en definitiva invita a regresar obviamente,
con la benevolencia del Señor y después de un prudente y recomendable descanso,
adecuado y propio para personas de la tercera edad.
jueves, 6 de julio de 2017
06.07.17 Tengo que hacer algunos arreglos en el espejo de la Piñitas para habilitar
el Suzuki de 15hp por lo que hoy me fui al náutico y cuando llegué, encontré (eran
las 5:45h), que había fuertes ráfagas de viento; sin embargo, a las 6:15h todo
se calmó, cambié mis planes y puse la embarcación de aluminio en el agua para
hacer un corto recorrido por mis trayectos de pesca. Al principio, solo los
toros se interesaron por los señuelos que puse en el agua pero a medida que
avanzó la mañana, comenzaron a picar los cochis, bichis y los coconacos; de
esta última especie se me prendieron 3 animales pero me traje solo uno de 42 cm
que me hizo “ver mi suerte” con su briosa pelea y que para mi regocijo (mi
esposa y las nueras organizaron el convivio), nos vamos a comer hoy mismo en
compañía de los 6 nietos (José Carlos, Karla, Isabella, Caro, Abelardo y
Emiliano), que son los que habitan en esta actualmente muy calurosa (la
superficie del agua estaba a 32°C cuando me salí a las 9:15h), región.
martes, 4 de julio de 2017
04.07.17 Originalmente, la salida iba a ser al Farallón pero como ayer fueron
unos compañeros al cerro y solo sacaron pescados del fondo, supuse que no había
caso por lo que repetí dentro de la bahía, el mismo trayecto que tan buenos
resultados me dio el “san lunes”; sin embargo, hoy fue otra historia ya que en
el Pinto había 4 lanchas de pescadores comerciales y 3 en San Carlos, por lo
que me vi muy limitado en mi accionar por esos rumbos. Esta situación me orilló
a buscar piezas por los muelles y la escollera de la API y aunque no estaban
con el mismo frenesí de ayer, se hicieron presentes cochis, bichis, cabrillas
areneras, pargos (se me prendieron 3 tamaño sartenero, mismos que regresé al
agua sin daños mayores) y 2 coconacos (“solo“ me traje uno de 36 cm); hoy
también lloviznó y como no hacía aire, para las 8:30h de la mañana el calor
estaba insoportable por lo que limité mi jornada a tan solo 2.5h.
lunes, 3 de julio de 2017
03.07.17 “Tuve” que ir a Topo porque había que abrir la bitácora de julio, evitar
que pasaran más días sin estar con mi “querencia”, aprovechar el “san lunes”
(efectivamente, hubo muy pocos pescadores comerciales) y reponer los animales
que proporcioné el fin de semana pasado (a través de una de mis nueras), para
la celebración del día del ejido Vallejo; todo ello a pesar de un tiempo infame
(llovizna, ráfagas de viento que dificultaban las maniobras en la lanchita de
aluminio, estruendo de los rayos que a lo lejos, incidían sobre la superficie
del mar y una marea casi muerta), que para nada arredró los ímpetus de este
viejo amante de la naturaleza (hoy me tocó ver a un gavilán desplumar y comerse
meticulosamente un pichón y también a una mamá tlacuache que cargaba
amorosamente a 3 crías en el lomo) y del mar donde hubo bichis, cochis pero
sobre todo, muchos coconacos (se prendieron 5 y me traje 4 de 34, 38, 40 y 42
cm), que pelearon con bravura (deshicieron uno de los empates de cable Malín de
7 hilos, para 18kg), como solo ellos saben hacerlo ya que inmediatamente que
muerden el señuelo, se tiran al fondo para buscar un refugio y yo en
contrasentido, en cuanto siento que el pez está bien atrapado, acelero el
motorcito Suzuki de 6hp para alejarme hacia las profundidades donde les es más
difícil encontrar piedras grandes.
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