30.09.21 Tal como lo teníamos programado, hoy fuimos al Farallón con mi hijo Alfredo y Abe nieto; el mar estuvo muy movido pero ello no impidió que las doradas y los barriletes (muchos de ellos), se hicieran presentes en la jornada ya que se prendían tanto en señuelos duros como en las plumas; la embarcación Pa’ntonces se portó muy bien ya que a pesar de que olvidamos poner uno de los tapones, el agua subió hasta el piso de la cabina, pero con la benevolencia del Señor y el hecho de ser una Boston Whaler nos permitió manejar adecuadamente (se hecho, mis descendientes se relajaron bastante en las tranquilas aguas de la piedra), este inconveniente aunque por supuesto y como es de suponer, gastamos mucha gasolina.

28.09.21 Siguiendo con la celebración por la mejoría de mi esposa, hoy fuimos al náutico con mi hijo Alfredo y mi nieto Abelardo; la pasamos “super” (estoy “aprendiendo” a derivar la conducción de las embarcaciones y el manejo de las cañas a mis descendientes; he comenzado con la Piñitas), ya que disfrutamos de la interactuación de cochis, bichis y roncachos; además, cargamos gasolina en la embarcación Pa’ntonces porque es muy probable que vayamos (si el Señor nos lo permite), a dar un vuelta por las cercanías del Farallón.

26.09.21 Después de un poco menos del mes, mi esposa se sintió un mejor (gracias, Señor), de las 2 cirugías que le practicaron; por lo tanto y en compañía de los nietos que disfrutaron de la pesca desde el muelle del náutico (anoche hubo parguitos, cochitos y botetes y hoy en la mañana se prendieron cochis y roncachos) y mientras ellos gozaban y se iniciaban en la pasión del abuelo, estuve prendiendo los motores de las embarcaciones para tenerlas listas y en condiciones de uso.