30.12.21 Gracias a la infinita benevolencia del Señor, esta última jornada (7 a 13h), del 2021 en el Farallón y en la embarcación Mi Última, fue realmente placentera ya que los peces se mostraron más que participativos pues hubo túnidos (bonitas, que me traje para mis vecinos), dorados (me traje un macho muy bueno y afortunadamente, pude liberar una hembra que no venía muy dañada) y hasta un marlín rayado que estuve cordelando aunque finalmente se soltó; de hecho y como fue un viaje en solitario (mi hijo Alejandro se “coló” en la embarcación de los Valdez), cuando la aleta de otro picudo se direccionó hacia los señuelos que puse en el agua, intencionalmente bajé la velocidad para que dejara de interesarse en el curricán que tenía más próximo.

24.12.21 Una inolvidable jornada navideña (6:30 a 11:30h), en las proximidades del Farallón (fuimos en 2 embarcaciones: Piñahata y Mi Última), en la que conté con la participación de 3 de mis hijos, 4 de mis nietos varones e Isabella, quienes realmente disfrutan (sobre todo cuando el mar esta en su mejor modo), de este tipo de excursiones; y por si fuera poco, la infinita misericordia del Señor hizo que la pesca estuviera muy entretenida ya que hubo dorados (4 machos y 2 hembras una de ellas fue liberada sin mayores daños), bonitas (6 de muy buen tamaño) y los infalibles barriletes. Además, el espectáculo fue completo porque avistamos ballenas, muchas caguamas tomando el sol y mantas; o sea que más no puedo pedir en esta etapa de mi longeva vida.

22.12.21 Hoy fui al náutico con mi hijo Alejandro y mi nieto Ricardo (solo tiene 6 años; es regio y por lo tanto 100% citadino) y aunque los peces no estuvieron muy activos (la superficie del agua estaba a 17°C y toda la noche brilló la luna), los infalibles bichis y los peces lagartija colaboraron para lograr (gracias a la infinita benevolencia del Señor), una jornada que logró entusiasmar (basta ver su carita de felicidad al manipular la caña), al incipiente pescador, al grado de firmemente manifestar su deseo de regresar al agua en cuanto sea posible.

17.12.21 Una mañanera (6:30 a 8:30h), que estuvo fuera totalmente de los parámetros del pronóstico (23°C; cielo parcialmente nublado, sin probabilidad de lluvia), ya que en Topolobampo, la superficie del agua estaba a 19°C, el cielo nublado totalmente y me tocó una pertinaz llovizna que inclusive me provocó un alarmante calambre en el muslo de la pierna izquierda (los años, pues). Aún así, el Señor con su infinita benevolencia, me permitió disfrutar de una de las jornadas más productivas (y de paso desmitificar la añeja creencia de que los peces no pican cuando llueva), ya que había tantas corvinas (de nuevo mis vecinos las recibieron con singular gusto), que inclusive tuve que dejar sólo una caña en el agua porque me era imposible cordelar 2 al mismo tiempo y obvio, se auto liberaban.

14.12.21 Sigue el Señor teniéndome entre sus consentidos pues en esta mini jornada mañanera (6:30 a 7:30h; comenzó a bajar la marea y con ella, mucha basura que dificultaba el accionar de los señuelos) y frente al náutico, se prendieron cochis, bichis, roncachos, peces lagartija y corvinas de muy buen tamaño (para beneplácito de mis vecinos en el ejido); esta pléyade de representantes del necton hizo que en tan corto lapso de tiempo, sintiera el agradable cansancio que me proporciona mi arraigada afición-pasión-vicio. Además, diciembre viene lleno de agradables sorpresas porque el día de ayer tuve el genuino gusto de saludar a mi dilecto amigo Pedro Gallardo, quién es un verdadero ejemplo a seguir por su entereza para afrontar las vicisitudes que nos depara el transitar por esta, a veces azarosa vida.

11.12.21 Otra especial mañanera (6:30 a 8h), de este increíble (gracias a la benevolencia del Señor), mes de diciembre en la embarcación Piñitas, en la que hubo (a pesar de todos los pronósticos en contra: la superficie del agua a 21°C; ráfagas de aire de hasta 30km/h; la marea de bajada), una gran variedad de peces (todos fueron regresados al agua indemnes), entre los que destacaron bichis y cochis. Para lograr pargos (los dejé ir porque ya tengo muchos), corvinas (se auto liberaron ya que con el agua fría su embiste no es muy decisivo y el anzuelo simple les facilita la huida) y hasta un merito de apenas 35cm (esta captura me alegró la mañana pues su presencia me confirma que Topolobampo es un cuerpo de agua oligotrófico), “tuve” que ir hasta el litoral del cerro de San Carlos.

09.12.21 Sigue el Señor proporcionándome inmensas satisfacciones en lo que es mi afición-pasión-vicio ya que este día del excelente mes de diciembre y en compañía de Roberto Miller (un antiguo colaborador y también excelente pescador), nos fuimos en la embarcación Mi Última a dar una vuelta en los alrededores del Farallón; de primera intención no pintaba nada bien esta jornada porque ni las bonitas ni los barriletes querían los curricanes que pusimos en el agua, pero al abrirnos un poco hacia el suroeste se nos prendió (en un señuelo LBD Williamson de 18cm de color verde sólido), un soberbio marlín rayado de 2.06m que en una pelea de más de 1.5h nos “remolcó” por alrededor de 5km. Obviamente, quien llevó todo el mérito fue Roberto que terminó tembloroso y por supuesto, muy satisfecho por la captura lograda.

06.12.21 Excelente “san lunes” ahora en la embarcación Mi Última, la cual puse en el agua a las 7:30 para salirme a las 9:30h; en esta mini jornada matutina, de nueva cuenta el Señor me mostró su infinita benevolencia ya que además de cochis y cabrillas, se prendieron corvinas y pargos (en esta ocasión me traje 2, de “solo” 45 y 50cm) y como siempre sucede, este viaje no estuvo exento de particularidades ya que cuando tomé la escena del primer pargo en la GoPro, la dejé encendida y para cuando saqué las corvinas y las otras piezas, ya no había batería. Además y por un soberano descuido, cuando el tractorista me echó al agua, el viento y la corriente me llevó contra el muelle del náutico, golpee la falca de la embarcación de fea manera y se visualizan muy aparatosas las consecuencias materiales.

04.12.21 Hoy llegué al náutico a las 4:30h e inmediatamente me puse a cambiar el aceite, el filtro, las bujías y los ánodos de sacrificio del DF15A (es una tarea algo complicada y tardada pues hay que quitar la coraza inferior de estribor y ya mis vetustos músculos, huesos, articulaciones y la vista cansada no me permite manejar la herramienta con la celeridad de antaño), de tal suerte que para las 6:30h pude meter a la Piñitas al agua; pero todo tiene su recompensa y el Señor, en su infinita benevolencia hizo que para las 7:30h (una micro jornada), me declarara en calidad de “bulto” ya que los señuelos que puse en el agua fueron del interés de una gran diversidad de peces entre los que se encontraban peces lagartija, roncachos, corvinas (las regalé al tractorista del náutico), coconacos (los regresé indemnes al agua) y pargos (los sarteneros los regresé al agua), uno de ellos de 59cm (me lo traje para las próximas fiestas navideñas), casi igual al que atrapé al iniciar diciembre, mes que está anticipando muy buenos augurios.

01.12.21 Espectacular manera de inaugurar la bitácora de diciembre ya que sin proponérmelo pues el propósito fundamental era cambiar el aceite del motor DF15A (hay que “calentarlo” para que drene bien), realicé un muy corto trayecto de pesca de las 6:15 a 7:15h frente al náutico; sin embargo, la misericordia del Señor hizo que además de cochis y cabrillas, se prendiera un soberbio pargo (60cm), que hizo poner en práctica toda mi experiencia con este tipo y tamaño de peces. Lo cordelé durante más de 10min y aunque dudé de subirlo con el gancho o con la red (hace poco que viví una experiencia similar), finalmente lo pude poner sobre la Piñitas, no sin antes constatar que durante la “pelea”, abrió la anilla del anzuelo donde se prendió y de haber permanecido más tiempo en el agua seguramente se hubiera liberado por lo que de nuevo, no me queda más que agradecer al Señor su empatía para con este viejo que cada vez tiene más y más achaques.