viernes, 27 de enero de 2023

27.01.2 Una “mañanera” (6:30 a 8h), tremendamente fría (la superficie del agua a 15°C), en la que para variar, hubo uno esos acontecimiento insólitos que hacen adictivas a las jornadas de pesca; resulta que después de estar atrapando y regresando peces lagartija (actividad que me hizo entrar en calor), un enorme y vigoroso pelícano se lio con el monofilamente de uno de los señuelos y como de primera intención no me di cuenta, me generó un impacto adrenalóico indescriptible ya que la cañita casi se quiebra y el carrete no dejaba de chirriar. Afortunadamente (gracias a la benevolencia del Señor), ni yo ni el pelícano (aunque batallé; más que nunca me felicité de usar los anzuelos simples), resultamos heridos pero este incidente marcó mi retirada del frío escenario marino.



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