jueves, 20 de abril de 2017

20.04.17 Quise agarrar el repunte de la marea sin adivinar que exactamente lo mismo pensaron mis “compañeros” los pescadores comerciales, así que cuando llegué a “mis” sitios de pesca en las proximidades de las piedras de la escollera de la API, el Pinto y San Carlos, ellos ya tenían puestos sus chinchorros esperando que se generalizara la bajada del agua; ante esta situación, por supuesto que me abstuve de interrumpir sus actividades y me puse a “pasear” los señuelos por el canal de navegación donde inclusive antes de que saliera el sol, las barracudas se pusieron muy agresivas (también los jejenes y moscos que esta mañana sin viento, hubo en abundancia), contra los señuelos Bomber y cuando ya la luz y la claridad estaba en todo su esplendor, llegaron los sábalos a sustituirlas en los ataques, por lo que ambas especies me proporcionaron la dosis de terapia que como todo vicioso, requiero para calmar mi ansiedad por estar junto a mi “querencia”: el mar.


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