08.01.18 Sabiendo de que me iba a encontrar con una marea ingrata (bajando lentamente, cargada con la basura característica que dejan los visitantes domingueros a la bahía), no resistí realizar la mini jornada (6:30 a 9h), en este “san lunes” e inmediatamente que puse los señuelos Storm en el agua, los pargos (cuando aún no se generalizaba la claridad del día), comenzaron a atacarlos; sin embargo, el frenesí duró bien poco porque con la luz solar impusieron su agresividad los cochis, bichis y cabrillas areneras. La particularidad de este lapso de tiempo en el mar fue que la inmensa mayoría de los peces (incluyendo los pargos, como el que aparece en la foto), se prendieron “robados” lo que me impulsa a conjeturar que no querían comer durante la marea muerta, sino solo por curiosidad se acercaban a los curricanes y el característico filo de los anzuelos Owner y Gamakatsu aunque simples, los atrapaban al acercárseles demasiado.