martes, 28 de marzo de 2017

28.03.17 Ayer en la noche murió una de las perras que nos acompañan en la casa (aparentemente no aguantó las sustancias contenidas en una dosis de vacuna), situación que me afectó  anímicamente por lo que hoy busqué una sesión terapéutica en el mar (a sabiendas que el aire del oeste iba a entrar temprano), con muy buena suerte ya que las barracudas, los cochis y principalmente los coconacos (saqué 10 de estos animales; me traje 7, 2 de 37 cm, 2 de 32 cm y 3 de 29 cm), estuvieran muy proclives a quererse “comer” los señuelos Bomber. Tal vez por lo enérgico de la marea (tenemos luna nueva) y la intensidad del viento, hoy no hubo muchos pescadores comerciales por lo que el tránsito en mis rutas de navegación estuvo tranquilo, situación que inclusive dio pauta para que un gato “cola pochi” (Lynx rufus; gato montés o lince), merodeara por las piedras en la zona intermareal de El Pinto, espectáculo extra que el Señor dispuso para mi soslayo y distracción de la reciente pérdida de mi peluda e inolvidable compañera.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario