sábado, 11 de marzo de 2017

11.03.17 En esta mini jornada (6:30 a 9:30h), experimenté un cúmulo de sentimientos encontrados ya que por una parte, el motorcito Suzuki no me desconoció y se portó de maravilla; las barracudas estaban frenéticas (perdí un señuelo porque inclusive mordían el destorcedor donde hago la unión entre el monofilamento y el líder de acero); hubo cabrillas areneras y también, corvinas bastante obesas y peleoneras. En contrasentido y en el sitio donde estaban las corvinas, primero estuve cordelando una de muy buen tamaño que logré acercar pero al subirla, soltó el anzuelo simple posterior de un señuelo Bomber (agradecí al Señor que no se hubiera llevado el curricán con los anzuelos clavados) y luego se prendió otro animal que nunca pude acercar y desafortunadamente, este si se llevo el Bomber porque me rompió la cuerda, generando en mi ser una serie de lamentaciones y no por el señuelo, sino porque seguramente será un pez lastimado que tal vez no pueda comer pronto (en promedio, es una semana lo que tarda en desintegrarse el alambre de los anzuelos simples de hierro que uso), reafirmando este evento mi convicción de no usar acero inoxidable en anzuelo alguno.


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