lunes, 27 de marzo de 2017

27.03.17 Hoy le tocó turno a Isabella (mi guerrera de la mar ahora próxima a cumplir los 8 años), que este lunes no tuvo clases y aprovechamos para navegar en un escenario marino sin igual, frente al náutico y en El Pinto; en un principio y con los Bomber habilitados con un solo anzuelo, las barracudas se prendieron con fiereza (hasta 2 al mismo tiempo) tocándonos vivir uno de esos increíbles eventos que solo la grandeza del Señor puede permitir, cuando al sacar del agua un pez lagartija, un águila pescadora se abalanzó sobre nuestra captura y a centímetros estuvo de tenerla en sus garras. Después los peces estuvieron “flojos” y sólo hasta que se prendió un toro e hizo sacar toda la destreza que tiene mi nieta para manejar la caña, volvió a reanimarse el ambiente; obviamente, su comportamiento estuvo acorde con su edad y esta situación, motiva mis esperanzas de que el Abe cambie de actitud una vez que pase más tiempo y madure.


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