martes, 4 de enero de 2022

04.01.22 Después de unos aciagos días con los que inició enero (mucho frío, aire, gran cantidad de basura antropogénica y lama), al fin pudimos salir (con Alejandro mi hijo y Ricardo nieto), por un corto lapso de tiempo (7 a 10h; mientras subía la marea), al interior de la bahía con tan buena fortuna (gracias Señor; nos muestras que en este nuevo año seguimos siendo consentidos por tu infinita bondad), ya que Ricardo atrapó peces lagartija, bichis, pargos sarteneros y hasta una corvina; así mismo, en un señuelo Storm de 7cm (hasta los elefantes comen cacahuates), Alejandro cordeló y sacó un peleonero pargo que midió 64cm para ser sin duda, el más grande que se nos ha prendido en Topolobampo.



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