martes, 25 de enero de 2022

25.01.22 Fui a cambiar los ánodos de sacrificio del DF90A y para verificar que todo hubiera quedado en orden, a las 9h puse la embarcación Mi Última en el agua; el tractorista me sacó a las 11h y en ese corto lapso de tiempo, aparte de comprobar mi incipiente aprendizaje como mecánico de motores marinos (todo quedó satisfactoriamente solucionado), el Señor y su empatía me permitieron capturar cochis, bichis, peces lagartija y también corvinas (estaban “violentas” como dijo mi nieto Ricardo; ello a pesar de la ingrata marea matutina), que servirán en la mesa de mis vecinos en el ejido.



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