sábado, 22 de enero de 2022

22.01.22 Indescriptible la emoción de un abuelo al presenciar la expresión facial y corporal que en un nieto genera el iniciarse en la pesca, afición en la que estoy atrapado (el Señor es mi “cómplice”), en estos años dorados; hoy hicimos una corta jornada (8:30 a 11h) en la embarcación Pa’ntonces, frente al náutico, con Alejandro hijo y mi nieto, con tan buena suerte (para Ricardo, los peces estuvieron “violentos”), que se prendieron peces lagartija, bichis y corvinas.



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