domingo, 18 de junio de 2017

18.06.17 No pude aguantar más (tres días son demasiados) y a pesar de todos los “contras” (ser domingo, muchas embarcaciones deportivas en el agua porque hay torneo, una mañana ventosa y marea muerta), “tuve” que cumplirle a esta arraigada afición-pasión-vicio en la cual estoy involucrado y metí a la Mi Última al agua para hacer un corto recorrido dentro de la bahía, con tan buena suerte (es día del padre, según dicen los comerciantes), que frente al náutico y aun con todo el barullo que genera la salida de casi 60 lanchas que están inscritas en la justa, los señuelos Storm hicieron de las suyas y atraparon 2 pargos muy buenos que en la comida familiar de hoy vamos a degustar, las lonjas en forma de chicharrones y las cabezas fritas. Estuve en el agua unas 3 horas y además de los pargos, se prendieron cabrillas areneras, bichis y cochis por lo que terminé muy cansado pero satisfecho de haber estado en íntimo contacto con el mar en esta fecha que en mi muy particular punto de vista, el consumismo mercantilista ha determinado sea importante.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario