martes, 22 de marzo de 2016

22.03.16 Una grata jornada en la “parcela” con 2 de mis hijos (Abelardo y Alejandro), en la Piñahata; primero fuimos al Farallón y los barriletes (grandes, chicos, medianos; hasta 3 al mismo tiempo), se prendían indistintamente en los señuelos duros (Williamson Speed Pro) y en los blandos (Williamson BBC, Diamond Coyote y LBD), cualesquiera fuera su color. Como a la hora de estar “batallando” con estos animales (prendimos y liberamos más de 20 peces), optamos por salirnos unos 20 km hacia el SSW y luego otros 15 km en dirección ENE pero no hubo ningún picudo, dorado o atún (especies que buscábamos), que se interesara por lo que pusimos en el agua; sin embargo, avistamos ballenas, mantas, delfines, caguamas, cochitos y los infalibles lobos. Como a las 12 del día y sintiendo que arreciaba el aire del Este levantando olas de regular tamaño (más de 70 cm y con frecuencia de la cresta del orden de los 2 segundos; esta situación no estaba pronosticada), nos dirigimos al náutico sintiendo que se habían estrechado aún más los lazos entre un padre en sus años dorados y unos hijos que responsablemente, están empeñados en sacar adelante a sus respectivas familias lo cual considero, una gran bendición del Señor.

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