viernes, 1 de diciembre de 2017

01.12.17 Para abrir la bitácora de Diciembre, hoy fui con Abelardo Piña Valenzuela (mi nieto de 4 años; no tuvieron clases porque según dicen, los maestros están en cursos y evaluaciones), en la embarcación Mi Última; fue una jornada muy corta de tan solo 2 horas (6:30 a 8:30; a las 3:10 de la mañana despertó y ya quería irse al náutico), que bastó para evaluar el progreso de este niño, en relación con su cariño al mar, la navegación y a la pesca. Obviamente, le pedí al Señor que hubiera animales que se interesaran por los señuelos para verlo manejar las cañas y no me defraudó pues hubo coconacos, pargos y bichis que hicieron “trabajar” con ahínco y entusiasmo a este gran “prospecto”, situación que me llenó de orgullo y satisfacción pues este Abe se portó de forma excelente; ahora solo me resta evaluar a los otros nietos para ver quiénes de ellos continuarán la pasión-afición-vicio del abuelo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario