martes, 16 de febrero de 2016

16.02.16 Este día hice la mini jornada más corta (de 7 a 8:30 h), de todas cuantas recuerdo pues cuando sacaba un bonito ejemplar de pargo (pesó 2.35 kg), pasaban unos pescadores comerciales y raudos, tendieron en círculo un chinchorro que obviamente, ahuyentó todas las posibles presas de los alrededores; cuando terminó la “masacre” (sacaron muchos, muchos animales la mayoría de ellos chicos entre los que destacaban las lisas, roncachos, bichis, palometas y barracudas; afortunadamente no vi que atrapado ningún pargo), quise seguir con mi trayecto pero “solo” los peces lagartija se interesaron por los señuelos Storm. Ante esta desagradable situación, tomé la decisión de regresarme al náutico y dejar para otros días (quiera el Señor permitírmelo), la conclusión de esta interrumpida sesión de mi casi diaria “navegoterapia” que me “aliviana” la pasión-afición-vicio que siento por estar en contacto con el mar y su necton.

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