09.04.22 Una inmejorable mini jornada (7:15 a 9h), de sábado en la embarcación Mi Última ya que hubo muchos “piques” de pargos (solo me traje uno de 51cm, que peleó mucho y su accionar me proporcionó el agradable cansancio que busco en esta etapa dorada de mi existencia), corvinas (todas fueron regresadas indemnes a su hábitat) y por supuesto, bichis; además, la “mañanera” fue doblemente placentera pues recibí la grata noticia de que mi hijo Alfredo se reintegró (recuperado de un “tonto” accidente en tierra), en forma plena (por supuesto, gracias a la infinita benevolencia del Señor), al trabajo que tanto disfruta como piloto (primero militar y ahora comercial).