01.12.18 Para abrir la bitácora de este último mes del año, hoy y en compañía de mi nieto Abelardo, nos fuimos en la Piñitas para una corta jornada (solo estuvimos desde que se generalizó la claridad del día a las 6:15 hasta las 6:55h que dejó de subir la marea), con tan buena suerte que en la obscuridad (inclusive no salieron las fotos que tomé en el momento que sucedieron los eventos) y cuando apenas acabábamos de poner a la lanchita en el agua, se prendió un buen pargo que el Abe trabajó con la experiencia de sus 5 años y que en menos de 5 minutos de pelea, ya estaba abordo. Se lo regalamos al tractorista del náutico que rápidamente lo escamó y evisceró y para cuando me di cuento de que no habían salido las fotos en mi cámara, tuve que pedirle que me enviara una postal del pargo, razón por la cual se ve muy maltratado este magnífico animal que capturó mi orgulloso (al igual que el abuelo), nieto en esta mini jornada.