martes, 20 de febrero de 2018

20.02.18 Después de soportar un clima “infame” (por la intensidad del aire e inclusive lluvia), imperante en los días previos, hoy por la mañana y a pesar de la marea estaba arrastrada, me decidí a realizar una mini jornada (6:30 a 8:30h), en la embarcación Piñitas, con tan buena suerte ya que a pesar de los pronósticos en contra, hubo una amplia variedad de peces que se interesaron por los señuelos Storm y Bomber; la “fiesta” se inició cuando atrapé un alevín de mero (me regocija saber que todavía existe en Topo esta especie), barracudas, los infaltables bichis, cochis y también un buen coconaco (46 cm), que volvió a generar la excitante vivencia del adrenaloíco sonido de los carretitos Okuma, la angustia del momento cuando se encuevan (este peleonero animal lo hizo en 2 ocasiones; afortunadamente y con paciencia, lo pude despegar) y finalmente, el uso de la red para no violentar el monofilamento y los anzuelos simples (todo queda documentado en un vídeo de la GoPro para que con la venia del Señor, a los nietos o bisnietos que les guste la pesca, vuelvan a disfrutar de este y otros eventos similares).

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