27.05.17 El pronóstico para este día señalaba “smooth seas” (mar liso, pero fuimos
“engañados” junto con el Dr. Pedro Gallardo), que se equivocó rotundamente ya
que el mar estaba sumamente agitado; de cualquier manera y debido a la larga “abstinencia”
sin salir a navegar y “cumplirle” a la pasión-afición-vicio, llegamos hasta el
Farallón y después de “n” bonitas y tremendos toros (de más de 1.20 m que
hicieron sonar estentóreamente los carretes Penn 6/0), decidimos mejor regresarnos
ya que solo el lado noroeste de la piedra estaba “navegable”. Hoy será un día
que recordaremos puntualmente este par de viejos porque con el mar agitado,
permanecer erectos sobre la Pa’ntonces representaba un reto que se magnificaba
cuando estábamos cordelando un animal y todavía más, pues una bonita se metió
debajo de la embarcación y empropeló el monofilamento por lo que apagué los
motores, los levanté y cuando maniobraba para remover la cuerda, uno ola me
hizo perder el equilibrio y me caí al agua por lo que el resto de la jornada me
la pasé empapado pero muy contento de poder volver a las “andadas”.
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