viernes, 5 de mayo de 2017

05.05.17 Mi última jornada en el mar después de 6 salidas consecutivas (nada mal para un espécimen de la tercera edad) y en la que para variar, estuvieron muy activos los cochis (hoy no fue mi amigo Beto para regalárselos por lo que todos se regresaron indemnes al mar), pargos (se prendieron 4, me traje 2 de 39 y 40 cm) y coconacos (se prendieron 3, me traje uno de 40 cm). Hoy me pasó otro “caso” de esos que hacen a la navegación y la pesca, la actividad en la que debemos esperar lo inesperado; resulta que un animal (seguramente un coconaco), atacó un señuelo Bomber, se encuevó y por más lucha que hice desde diferentes ángulos, no pude desprenderlo por lo que opté por amarrar una botella de plástico vacía (siempre la traigo precisamente para usarla en estos eventos), al monofilamento que previamente corté del carrete Okuma que atrapó al animal. Estaba terminando de hacer el nudo para echar la botella al agua cuando noté que la línea ya no estaba tensa y con la mano, recuperé el monofilamente solo para constatar que del Bomber, se había salido el anzuelo (In line Owner 1X, que tarda menos de una semana en desintegrarse), de la argolla; por lo tanto, me quedé sin poder utilizar un carrete pero di gracias al Señor que seguramente, muy pronto el animal podrá seguir con sus actividades normales.


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