jueves, 13 de octubre de 2016

13.10.16 Esta mañana fue el mecánico a revisar el cable de la dirección de la embarcación Mi Última y para esperarlo, me fui a dar una vuelta a mi “querencia” con tan buena suerte, que antes de que se plantara la niebla (estuvo muy densa; tuve que orillarme más de lo prudente porque sentí temor de que una embarcación comercial golpeara la pequeña Piñitas), se prendieron “n” cochis, “n” bichis, algunos parguitos pequeños (todos fueron regresados al agua sin mayores daños), siendo la pieza “estelar” de la mini jornada (de 7 a 8:40 h), un bonito, peleonero y hábil coconaco (se me encuevó 2 veces pero gracias al Señor, no me rompió la cuerda debido al cable Malín de 7 hilos que últimamente estoy usando en el extremo para asegurar el señuelo), que midió 42 cm y que se va directo a la congeladora para “saborearlo” en la próxima comida familiar.


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