martes, 1 de septiembre de 2015

01.09.15 Comenzó Septiembre y siguieron los vientos, el calor (en el ambiente estábamos a 35°C; en la superficie del agua se registraba 32°C), los nublados y las ocasionales lloviznas dentro de la bahía………y también siguió la “fiebre” por pasar un rato (hoy fue de 7:20 a 10 h), navegando y por supuesto, “trabajando” las cañas (Shimano de 2.40 m, para 8 kg), carretes (Daiwa con capacidad para 90 m de línea de 10 kg) y señuelos (Bomber de 13 cm, con anzuelos simples). Fue una jornada para olvidarme de los motores Optimax que ya se vendieron, en la que los toros (o jureles, como los conocen en otras regiones del país), se encargaron de hacerla placentera ya que hubo al menos una ocasión (y en ese momento me hablaba mi hijo Alfredo, piloto, para comunicarme los avances en la existencia de mi nieto Alfonso Piña, alias Malacara), en la que 2 de las cañitas traían prendido un toro (me traje 2 de ellos porque los pidieron el náutico para hacerlos en estofado); por lo tanto y de nueva cuenta, considero que Dios “me mira” con buenos ojos. Ojalá que esta situación se prolongue lo suficiente como para que el Señor me permita comunicarle sólidamente a todos mis nietos, la afición-pasión-vicio que me mueve y motiva en esta maravillosa etapa de mi “tercera edad”.

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