lunes, 11 de mayo de 2015

BALTICO Inolvidable experiencia por tierras lejanas donde pude apreciar la gran afición-pasión-vicio que existe por la pesca pues prácticamente en todo río, riachuelo, lago, laguna y costa de Rusia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, me encontré con pescadores deportivos que de formas diferentes, atrapan peces que invariablemente llevan a su mesa pues forman parte de su dieta tradicional. La inmensa mayoría son personas adultas (por cierto, muy elusivas), aunque también existen jóvenes dispuestos a compartir experiencias (sobre todo en Rusia), que utilizan diversos tipos de señuelos y carnadas (algunos hasta pan usan aunque la generalidad “embarran” los anzuelos con una pasta que contiene feromonas, atrayentes alimenticios), que manipulan con carretes montados en cañas muy largas (más de 3 m), la mayoría de ellas plegables. Cuando pescan de fondo, dejan la caña apoyada en un soporte y en la punta le colocan unas campanas, se ponen a fumar (llama la atención la gran cantidad de personas que son adictas al tabaco) y a tomar vodka (balzam en Estonia, con 45% de alcohol), para esperar que “suenen las campanas” como ellos dicen y comenzar a “trabajar” al pez (normalmente piezas menores a 0.5 kg) y luego a repetir la rutina. Saludos y a Dios gracias, listo para regresar a “mi parcela” en el Mar de Cortez. 
    

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