lunes, 31 de octubre de 2022

31.10.22 Excelente forma de cerrar la bitácora del mes, con una jornada en solitario por las cercanías del Farallón; al igual que en la excursión previa, me encontré (gracias a la misericordia del Señor), con los dorados (también hubo barriletes) y al igual que hace 3 días, el cansancio me recordó la condición senil de mis músculos y huesos que en el presente, “adornan” mi humanidad. Para engalanar esta salida al mar, mi divino “compañero” arregló el escenario para que disfrutara del avistamiento de mantas brincando y marlines haciendo piruetas en el aire, acciones que me dejaron extasiado.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario