27.10.22 Una mini jornada (mi compañero fue el Señor que siempre cuida de mi), de 7 a 11h en los alrededores del Farallón, aunque el tiempo que tuve los señuelos en el agua fue de tan solo 2h (8 a 10h), mismas que bastaron para que los dorados (se prendían en todo tipo de curricanes, duros o blandos), me pegaran una buena “pela” (me dejaron inservible), después de 15 animales capturados (la mayoría de ellos hembras y algunos machos), aunque finalmente pude regresar 5 (indemnes), a su nicho biológico. Otra excursión en el mar de las muchas que voy a extrañar cuando me muera.