viernes, 5 de julio de 2019

05.07.19 Después de un obligado receso motivado por variables climáticas (mucho viento, calor y mareas “ingratas”), hoy me decidí a ir a Topo para fundamentalmente, abrir la bitácora de Julio; tuve gracias a la infinita benevolencia del Señor, la fortuna de “caerle” a un cardumen de coconacos (se me prendieron 7 pero como todavía tengo un buen pargo en la congeladora, me traje uno de tan “solo” 43cm), que peleó como ellos bien saben hacerlo pero sin “encuevarse” ya que lo atrapé en un lugar donde no hay piedras en el fondo marino. Además, también hubo pargos juveniles, cabrillas areneras, muchos cochis y en esta ocasión, hasta roncachos, fauna marina que hizo la corta jornada (6 a 8h, con la marea arrastrada y la superficie del agua a 31°C), profunda y agradablemente cansada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario