jueves, 28 de marzo de 2019

28.03.19 Ahora en la embarcación Mi Última, realicé una corta jornada por mis sitios de pesca sólo para comprobar que aún con marea “muerta”, los peces son proclives a embestir los señuelos que se les ponen enfrente; así y en el mismo sitio de los últimos viajes, se prendieron coconanacos y corvinas (también se me prendieron bichis pero con yo-yo, no en los Bomber de 16 cm), que serán obsequiadas a nuestros vecinos en el ejido. Este viaje sirvió también para atestiguar el cambio que se observa en la temperatura del agua y además, la surgencia de mantos de algas filamentosas que obstaculizan la pesca dentro de la bahía de Topolobampo.

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