sábado, 4 de febrero de 2017

04.02.17 A pesar de una marea ingrata (bajando lentamente y por consiguiente, acarreando gran cantidad de basura), durante el inicio de esta mini jornada y frente al náutico, los señuelos Storm se las arreglaron para atrapar a las ya infalibles barracudas y a los peces lagartija, animales que son proclives a las condiciones climáticas imperantes en este segundo mes del año; enseguida me dirigí hacia el canal de navegación interna y para mi mala suerte, me encontré con 2 lobos marinos que me siguieron durante un buen rato por lo que supuse que en este día, no iba a capturar sierras. Esta situación me indujo a poner en práctica un plan alterno, consistente en la habilitación de una de las cañas para pescar de fondo con un yo-yo, tipo de pesca que hacía años no practicaba por lo cansado que resulta; sin embargo, fue una magnífica opción ya que se prendieron corvinas, toros (3 de ellos muy, muy peleoneros que pusieron a prueba mis vetustos huesos y músculos), cochis, cabrillas areneras, peces con vistosas aletas caudal y anal y lo más sorprendente de todo, lisas (mugil cephalus), que ahora resultan ser también depredadoras (antes pertenecían al nicho de los llamados peces forraje), ya que se tragaban el yo-yo (antes me había tocado atraparlas “robadas”), actitud que no suponía fueran capaces y que me hace agradecer a Dios, que me haya permitido atestiguar tantos y maravillosos eventos en mis jornadas de navegación.

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