miércoles, 3 de agosto de 2016

03.08.16 A las 4 h vi en el internet que el pronóstico auguraba un día calmo (no estuvo como hubiera querido ya que la ola secundaria u ola de viento, tenía proporciones similares a la ola primaria pero con una frecuencia de cresta del orden de los 5 s lo cual generaba un constante y molesto golpeteo), en los alrededores del Farallón y me preparé para salir a las 7 h que llega el tractorista al náutico; salí en la embarcación Pa’ntonces, fue nuestra “primera vez” y la “intimación” fue perfecta (solo hubo un “prietito en el arroz” ya que me falló el horómetro que recientemente le fue instalado), porque pude maniobrarla con absoluta facilidad (a pesar de lo molesto de la ola secundaria), inclusive cuando se prendían 3 barriletes al mismo tiempo (había tantos en la zona SE de la piedra que a pesar de cambiar señuelos Bomber, Willamson, Rápala, no dejaron de picar);  a las 10 h y cuando llevaba 10 animales de esta misma especie y darme cuenta de que no había sierras o bonitas, mejor me direccioné a tierra porque el cansancio, el sol y una potencial deshidratación me alertaron de que como prueba (estuve 5 h en el agua y recorrí aproximadamente 100 km), “ella” y sus 2 motores se había portado muy bien.

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