24.10.15 Hoy salí con mi dilecto amigo Pedro Gallardo a la bahía y aunque fue una breve jornada de aproximadamente 2.5 h (de las 7 a las 9:30h), vivimos gratos momentos sobre todo cuando se prendió un pargo sartenero en el señuelo rápala del señor doctor; había grandes cardúmenes de alevines (los toros los traían “juídos”, pero no quisieron morder nuestros señuelos duros ni tampoco un “swing bait” que puse en la caña del centro) y también la nota alegre la dieron una tercia de mantas que andaban nadando placenteramente en la superficie del mar, ahora con 27°C de temperatura. En esta jornada también se acentuó el comportamiento “errático” (por decirlo de alguna manera), de los pescadores comerciales porque en un determinado momento, una de sus embarcaciones nos abordó para con toda mala intención, hacernos responsable de la destrucción de “medio chinchorro” que al parecer, perdieron en un empropelamiento de otra embarcación; gracias a Dios, la cuestión no pasó a mayores (aunque no dejo de pensar cual hubiera sido el desenlace de un evento de este tipo si yo hubiera andado solo, como lo han sido la mayoría de mis “pescas”) y nosotros pudimos seguir nuestra raquítica jornada no sin antes hacer planes para futuras excursiones de pesca y navegación hacia la “parcela”, en las inmediaciones del Farallón.