jueves, 26 de marzo de 2015

26.03.15 Con las capturas de este inolvidable día (Dios, voy a extrañarlo cuando me muera), declaro formalmente abierta la temporada de dorados en “mi parcela”; aunque en la madrugada, cuando vi el pronóstico del día, estuve dudando en salir por la espesa neblina que había, finalmente tomé la decisión de irme a navegar y para cuando se despejó el cielo (alrededor de las 9:30 h en las proximidades del Farallón), se inició el “festejo” pues 2 pez velas, casi al mismo tiempo, testerearon los señuelos Williamson de 22 cm que puse en el agua (originalmente traté de usar de 20 cm pero los pájaros inmediatamente se abalanzaron sobre ellos por lo que opté en aumentar un poco el tamaño; aun así en al menos 2 ocasiones tuve que sacarlos porque los atacaban insistentemente), uno de color rosa con azul y otro “guacamayo”. Al “terquearle” en el sitio y dado que se veía actividad superficial, un dorado macho tomó el curricán rosa y salió disparado recorriendo una distancia aproximada de 75 m hasta que finalmente se auto liberó; seguí en el mismo sitio y los barriletes comenzaron a “llegarle” a los señuelos (saqué y liberé 6 animalotes, además de una bonita que nos vamos a comer mañana viernes), por lo que opté por buscar nuevos horizontes. A las 12 h ya se había despejado totalmente el “escenario” y como en la mañana estuvo bajando el agua y después de las 10 h comenzó a subir la marea, pues me dije que bien valdría la pena volver al sitio donde tuve con anticipación los “buenos” engarces; no me falló la intuición y esta vez sí se quedó “atorado” en el anzuelo, un buen dorado macho que me dio algo de pelea, mucha satisfacción y por supuesto, un agradable cansancio característico de esta afición-pasión-vicio.
 

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