30.10.24 Fui a Topo con la finalidad de cerrar la bitácora del mes y durante la mini jornada (6 a 7h; me salí pronto pues había mucho tráfico de embarcaciones motivado por evento estudiantil en kayaks) y frente a las instalaciones del náutico, rápidamente se prendieron (gracias a la benevolencia del Señor para con este septuagecimoquintogenario; nueva palabra agregada al diccionario de la PC), roncachos, cochis y un buen coconaco de 46cm que me traje para regalarlo a mis vecinos en el ejido.
26.10.24 Con el Abe hijo (y el Señor, por supuesto), realizamos una maxi jornada (9h de navegación), por los alrededores del Farallón; el mar tal como lo pronosticó el internet y la pesca, muy fatigante pues los barriletes no daban cuartel ya que se prendían con todo tipo de señuelo. Al décimo animal que sacamos (y regresamos), nos salimos para encontrar agua más limpia y ahí tuvimos 8 piques de picudos (valga la redundancia), aunque ninguno de ellos se quedó enganchado pero hizo que la adrenalina estuviera constantemente a flor de piel y por lo tanto, no hubo tiempos de enfado, además de que los delfines, las ballenas piloto, las caguamas y las mantas, nos entretuvieron con su espectáculo.
23.10.24 Mini jornada “mañanera” (6 a 8h), en la que creo, los cochis “abusaron” de mí ya que temprano, drenaron de manera significativa mis vetustas fuerzas; aunque traté de minimizar la frecuencia de los piques de estos peces poniendo en el agua señuelos grandes (Bomber de 18cm y un Rápala articulado de 15cm), la estratagema no surtió efecto y siguieron embistiendo con frenesí. Lo bueno y gracias a la benevolencia del Señor es que de vez en cuando, se prendían coconacos (especie que comparte el mismo nicho con los cochis), que pusieron la nota “alegre” a mi afición-pasión-vicio.
19.10.24 Mini jornada (6:30 a 8h), de transición climática (la superficie del agua a 29°C y un aire fuerte y fresco, muy agradable para las personas pero muy molesto para la navegación), en la que hubo piques constantes principalmente de cochis (al décimo séptimo pez tuve que “rendirme” por cansancio ante sus insistentes embistes; pienso que hubiera sido una muy buena ocasión para alguien que se iniciara en la pesca se quedara "enganchado" en esta afición-pasión-vicio), aunque esporádicamente y gracias a la benevolencia del Señor, también salían robalos y coconacos.
16.10.24 De primera intención, esta mini jornada (6 a 8h), sería catalogada intrascendente ya que solo tuve piques de cochis (10), roncachos (4) y bichis (6), pero pensándola bien es bastante significativo que no todo mortal de más de 75 años (solo consentidos del Señor), podemos (en solitario), poner la embarcación en el agua (el tractorista llega hasta las 7h), aguantar el calor (la superficie del agua no baja de 31.5°C), cordelar cochis que se “pegan” a las piedras, desalojar manualmente el agua que ya le ingresa a la Piñitas (modelo 1957), batallar con la corriente (hoy hubo marea extraordinariamente enérgica) y en fin, toda una serie de retos que exigen esfuerzos no ordinarios para quienes superamos los ¾ de siglo.
13.10.24 Aparte de los 3 Abe’s, hoy nos acompañó mi nieta Isabella (la guerrera del mar), en la jornada por los alrededores del Farallón; hizo mucho calor (32°C en la superficie del agua), pero aún así los barriletes estaban en modo “rápido y furioso” ya que se prendían hasta 5 al mismo tiempo. Nos alejamos un poco del cerro y avistamos caguamas, hasta 5 marlines brincando (sólo uno hizo intento de atacar los señuelos) y muchos delfines de todo tamaño que se aproximaron tanto a la embarcación que el Abe nieto e Isabella, los pudieron tocar sin que esta especie de mamíferos marinos mostraran recelo alguno. Demostración elocuente del reino del Señor.
11.10.24 Debido al calor (la superficie del agua a 32°C) y a la gran cantidad de piques (15 cochis que se prendieron de todas las partes del cuerpo y en indistintos señuelos), tuve que “abortar” por cansancio (en esta ocasión no muy placentero), la mini jornada “mañanera” en hora y media (6 a 7:30h), no sin antes soslayarme con la captura de 2 pargos sarteneros que elevaron mi ánimo y fueron una buena recompensa de mis menguadas y vetustas fuerzas.
09.10.24 Hoy es mi septuagésimo quinto aniversario (75 años, pues; mi abuelo Alfonso vivió hasta los 61 y mi padre Ramón, hasta los 67 por lo que agradezco al Señor que vaya en la delantera) y para celebrarlo que más que una “mañanera” (6 a 9h), de navegación y pesca, la cual ciertamente que estuvo agotadora ya que los piques (inclusive un animal me rompió el monofilamento), fueron frecuentes (hubo 14 cochis, 3 cabrillas, 2 pargos y hasta un botete), situación que drenó toda mi energía y me dejó como cumpleañero “inservible”.
06.10.24 Con la confianza del exo esqueleto que invariablemente uso en las jornadas de navegación y pesca, me “atreví” hoy a ir de nueva cuenta al cerro, esta vez acompañado del Abe hijo y del Abe nieto (por supuesto, también del Señor) y a pesar del profundo y casi “mortal” cansancio del día previo, disfruté ampliamente la jornada de este mi “cumpleañero” mes ya que hubo doradas, piques de marlines, avistamiento de picudos saltando y también de muchas mantas que brincaban al unísono brindando un soberbio espectáculo como para decir: “voy a extrañar esto cuando me muera”.
05.10.24 Inmejorable jornada por los alrededores de Farallón realizada por los 3 Abe’s y la grata compañía del Sr. Rojo Soto (alias El Chino), aunque de primera instancia tuvimos la sorpresa que el mecanismo de la transmisión de los motores Suzuki estaba cambiado ya que al darle avante, el motor respondía en reversa y viceversa. Como ya estábamos en el agua, decidimos irnos a navegar con tan buena suerte (gracias a la infinita benevolencia del Señor), que antes de llegar al cerro se nos prendió un buen dorado macho, mismo que se auto liberó después de espectaculares brincos; luego sacamos algunos barriletes y con los señuelos que acaba de adquirir el Abe, se prendió un soberbio marlín rayado que fue exitosamente liberado, agradeciéndole la satisfacción que nos proporcionó durante su prolongado cordeleo. Finalmente y casi cuando llegábamos a la boya de recale, se prendió otro picudo pero como lo visualizamos muy chico, no le prestamos mucho trabajo y al final se auto liberó.
03.10.24 Buena la apertura de la bitácora de este mi cumpleañero mes ya que a pesar de lo caliente de la superficie del agua (32.5°C), de lo enérgico de la marea (razón por lo que esta “mañanera” fue de 7:30 a 9h) y de la gran cantidad de pescadores comerciales que navegaban (motivados por el inició la zafra del camarón), las especies que relacioné en la entrada anterior (excepto por los coconacos que fueron sustituidos por pargos), estuvieron haciendo su “trabajo” para dejarme agradablemente cansado y también ............... asustado pues por el intenso calor, en algún momento pensé que iba a desmayarme; sin embargo y como soy todavía consentido del Señor, el episodio no pasó a mayores.
