29.05.24 Para cerrar la bitácora de Mayo, hoy realicé (después de habilitar mi “exoesqueleto”) otra jornada en solitario por los alrededores del Farallón, con tan buena suerte que hubo bonitas (5), barriletes (8), macarelas (3) y también cordelé un marlín por algunos 5 minutos hasta que se soltó (así lo quiso el Señor que fue mi acompañante), cuando dejé la caña en la que estaba prendido para sacar los otros 2 señuelos. Como todas, fue una aventura que tuvo también sus aspectos negativos ya que para empezar, no conseguí hielo en el náutico por lo que aún las bonitas, las regresé al mar; hizo mucho calor con la superficie del agua a casi 28°C, las olas estaban encontradas del SE y SO lo que generaba un molesto golpeteo y otra vez el barco atunero limitó la extensión del área de pesca. Por el exagerado cansancio (creo que rebasó el límite de lo “agradable”), por las altas temperaturas y por la asoleada, terminé este día completamente rebasado en mis posibilidades físicas.
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