sábado, 20 de abril de 2024

20.04.24 Hoy y a pesar del cansancio que me generó la jornada previa, me gustó el pronóstico para dar una corta vuelta (6 a 10h), por el Farallón a donde fui acompañado de mi hijo Abe y por supuesto, el Señor que nos tienen entre sus consentidos. Este viaje no estuvo lo tranquilo que esperaba ya que había molestas olas tanto del sur como del oeste; el agua estaba “sucia”, fría, con algas que se adherían a los señuelos. Aún así, tuvimos un buen pique (dorado macho de 8kg) y cuando lo subimos a la embarcación Pa’ntonces, nos direccionamos al náutico ya que los peces estaban aletargados, seguramente porque estuvieron “comiendo” durante toda la noche, con la luna llena que brilló en todo su esplendor.




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