domingo, 23 de abril de 2023

23.04.23 Tal como estaba programado, hoy salí al cerro en compañía del Abe hijo (el Señor también fue nuestro excelentísimo compañero) y para no variar en lo sorprendente que resultan las salidas al mar, nos encontramos caguamas, muchos barriletes (los había de todos tamaños, inclusive algunos más pequeños que nuestros señuelos pero lo suficientemente “peleoneros” para agotar mis menguadas fuerzas) y hasta se nos prendió un peje pájaro; además, perdimos uno de los curricanes más productivos cuando una bonita se enredó en la propela del motor marino pues estaba difícil direccionar la embarcación con las olas y el viento imperante.



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